En un hecho histórico en la vida democrática de México, por primera vez se pospusieron unas elecciones.
No hay manera de que se lleven a cabo los procesos electorales en los estados de Coahuila e Hidalgo, previstos para el próximo 7 de junio, debido a la emergencia por la pandemia mundial que enfrentamos.
De acuerdo con el calendario electoral original, en Hidalgo se desarrollarían las campañas del 25 de abril al 3 de junio, para elegir 84 ayuntamientos. Durante el mismo periodo, en Coahuila se realizarían las campañas para elegir 16 diputados del congreso local e, indirectamente, 9 de representación proporcional o plurinominales.
El Consejo General del Instituto Nacional Electoral acordó posponer las elecciones hasta que haya condiciones sanitarias para realizarlas.
En este mundo de ideas y pensamientos que nacen durante el confinamiento, me surgió la duda sobre qué pasaría si los candidatos y partidos políticos no pudieran hacer campañas electorales y los ciudadanos acudieran a votar solo con los antecedentes que tuvieran de cada partido.
En este plano imaginario, ni el carisma ni oratoria ni promesas de los candidatos servirían de nada, pero sí la percepción de los votantes sobre la forma de gobernar que ha tenido uno u otro partido, o quizá una oportunidad para alguno que no lo ha hecho.
Sin embargo, no sería tan equitativo como pudiera parecer, salvo que se suspendieran todos los programas sociales de los gobiernos en turno para que no se confundieran con actos proselitistas.
Regresando a la realidad, habrá que esperar para saber si la situación que enfrentamos se convertirá en un parteaguas en la manera de hacer política.
¿Las propuestas serán las mismas? ¿Los ciudadanos tendrán las mismas necesidades, y sobre todo, la misma forma de ver a los políticos? ¿Los candidatos saldrán a las calles más sensibles de lo que las familias requieren? Habrá que esperar a la época post-pandemia.
Por lo pronto, este tiempo podría servir a partidos y candidatos para hacer un corte de caja y revisar posturas, propuestas y, quién sabe, hasta candidatos, porque no olvidemos que el registro de candidaturas vencía en esta semana.
México y el petróleo
Las redes sociales se llenaron de todo tipo de comentarios por la actuación de la Secretaria de Energía durante la reunión virtual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Las críticas se centraron en la falta de autoridad que mostró la funcionaria al no poder tomar la decisión de que México recortara 400 mil barriles diarios a su producción y de su abandono súbito de la reunión.
Al final, se estableció una reducción de 350 mil barriles diarios, pero México solo reducirá en 100 mil barriles su producción. La reducción de los otros 250 mil la hará Estados Unidos, aunque ya adelantó su Presidente que el favor nos lo va a cobrar.
Hasta el cierre de esta columna, la OPEP analizaba la propuesta.
Hay quórum
La senadora Verónica Delgadillo García, de Movimiento Ciudadano, presentó una propuesta para que se exhorte a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a vigilar, investigar y sancionar a los propietarios de los establecimientos que aumenten precios de productos básicos durante la pandemia.
El argumento se basa en que ha habido aumentos en los precios de frijol, tortilla y huevo.
La Profeco, por su parte, advierte que habrá multas de hasta 3 millones de pesos a los comercios que traten de sacar provecho de la situación.
Por otra parte, la senadora Martha Lucía Micher Camarena, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, alertó sobre el alarmante número de casos de violencia familiar que se han denunciado durante el confinamiento.
La legisladora reveló que tan solo en la Ciudad de México, del 9 al 25 de marzo, se abrieron mil 608 carpetas de investigación por este delito.
@andresbetanzos
