/ lunes 9 de septiembre de 2019

Esto es un puerto

Y aquí no hay sirenas, ni mirmidones combatientes del honor. Hay sol, humedad de recuerdos durmiendo entre el regazo de princesas desvalidas.

Tampico es ciudad y es puerto, es decir, detritus y asma de Neptuno. Tampico es una virgen que grita por sangre, por noches ardientes y brazos hercúleos que la saquen de su modorra de siglos.

De lejos Tampico duele porque el néctar dulce de la nostalgia se transforma en ácido, en adiós de sombras.

Cuando estás en Tampico eres importante porque tus pasos son tuyos, tienen las huellas de tus amores. Allá está el puente sobre el río Pánuco. Cinturón de acero, curva de iras, arcoíris sempiterno de acero.

Y allá está la Laguna del Carpintero donde la ciudad cae a gotas y la gente prolonga su memoria de agua.

Esta es mi colonia, la Campbell, en la calle Monterrey, donde crecí, jugué los juegos a la edad precisa y donde a veces, con las nebulosas piernas del recuerdo con piel de Anteo, camino hacia la casa que me dio abrigo.

La diferencia que tenemos con la muerte es que la esperamos y la burlamos con los recuerdos. Recordar es el ejercicio humano de morirnos sin irnos, sin derrumbarnos.

Esto es un puerto: torta de la barda, Mauricio Garcés, Marcos, Barradas, Pepito Terrestre, El Chairel, Juancho ¿Qué hay en el puerto? Nombres, signos, significados de salitre y agua.

Esto es un puerto y yo estoy lejos. Marinero, como mi padre, surco mares tristes de fracasos. Nadie sabe de mí y el catalejo de mi existencia está roto. ¿A dónde voy si todo me asfixia? Hacia a ti Tampico, que me abres tus brazos cálidos con olor a Miramar y a Huasteca.

Siempre te recuerdo, Tampico. Soy de aquí, no me he ido del todo…

Al mirar el cielo de Tampico sabes que hay dolores, esperanzas e indignación. Pero es tan grande el amor por este puerto que te sientes tierno, capaz de abrazar a quien se te cruce en tu camino.

Esto es un puerto y para ser de Tampico no basta lo azul, hay que ser marinero porque al cerrar los ojos tal vez sí haya sirenas y mirmidones combatientes del honor…

Y aquí no hay sirenas, ni mirmidones combatientes del honor. Hay sol, humedad de recuerdos durmiendo entre el regazo de princesas desvalidas.

Tampico es ciudad y es puerto, es decir, detritus y asma de Neptuno. Tampico es una virgen que grita por sangre, por noches ardientes y brazos hercúleos que la saquen de su modorra de siglos.

De lejos Tampico duele porque el néctar dulce de la nostalgia se transforma en ácido, en adiós de sombras.

Cuando estás en Tampico eres importante porque tus pasos son tuyos, tienen las huellas de tus amores. Allá está el puente sobre el río Pánuco. Cinturón de acero, curva de iras, arcoíris sempiterno de acero.

Y allá está la Laguna del Carpintero donde la ciudad cae a gotas y la gente prolonga su memoria de agua.

Esta es mi colonia, la Campbell, en la calle Monterrey, donde crecí, jugué los juegos a la edad precisa y donde a veces, con las nebulosas piernas del recuerdo con piel de Anteo, camino hacia la casa que me dio abrigo.

La diferencia que tenemos con la muerte es que la esperamos y la burlamos con los recuerdos. Recordar es el ejercicio humano de morirnos sin irnos, sin derrumbarnos.

Esto es un puerto: torta de la barda, Mauricio Garcés, Marcos, Barradas, Pepito Terrestre, El Chairel, Juancho ¿Qué hay en el puerto? Nombres, signos, significados de salitre y agua.

Esto es un puerto y yo estoy lejos. Marinero, como mi padre, surco mares tristes de fracasos. Nadie sabe de mí y el catalejo de mi existencia está roto. ¿A dónde voy si todo me asfixia? Hacia a ti Tampico, que me abres tus brazos cálidos con olor a Miramar y a Huasteca.

Siempre te recuerdo, Tampico. Soy de aquí, no me he ido del todo…

Al mirar el cielo de Tampico sabes que hay dolores, esperanzas e indignación. Pero es tan grande el amor por este puerto que te sientes tierno, capaz de abrazar a quien se te cruce en tu camino.

Esto es un puerto y para ser de Tampico no basta lo azul, hay que ser marinero porque al cerrar los ojos tal vez sí haya sirenas y mirmidones combatientes del honor…