/ lunes 31 de diciembre de 2018

Feliz y próspero Año Nuevo

Lector, mi bola de cristal anda un poco descompuesta últimamente, por lo que mencionaré a los que consultan los horóscopos en forma habitual...

Checan sus biorritmos antes de tomar una decisión, y revisan los blogs acerca de platillos voladores. Está bien. Las artes adivinatorias desde siempre han atraído a las mexicanas y mexicanos, y en nuestro país tenemos y ha habido distinguidos creyentes del conocimiento de “lo oculto”.

La astrología, la quiromancia, lectura del tarot, los oráculos, entre muchos otros métodos, están debidamente registrados como oficios perfectamente legales en amplias regiones del planeta. Esto proviene de tiempos antiguos, y si perdura hasta nuestros días es porque rinde frutos. Hay jefes de estado y grandes empresarios que buscan el consejo de clarividentes antes de decidir sus fabulosas inversiones.

Corren tiempos de jauja para los videntes, curanderos, adivinos, chamanes, hechiceros, pitonisas, echadoras de cartas que, demás, ya superaron, no todos— se entiende --, la época de cuando buscaban trabajosamente los doscientos cincuenta pesos diarios que necesitaban para subsistir. Ahora, algunos hasta se anuncian permanentemente en revistas, la radio, la televisión, en portales de internet, y gozan de fama y fortuna, típicos de cualquier actriz de telenovelas.

La clientela de los videntes, pitonisas y adivinadores es numerosa. Asisten con las Madamas para que les digan, si “el hijo hallará un empleo bien pagado…si el marido regresará al hogar…si se casará la hija…si el nieto pasará los exámenes…si se podrá saldar el mínimo de la tarjeta de crédito y la letra vencida del carro”; “minucias” de esa traza. Y lo que los parroquianos se llevan son algunos buenos consejos para aplacar el sentimiento que los aflige, la pena que los desvela, catarsis que muchas veces surte efecto temporalmente, hay que aclarar. En las altas esferas de la política también se acude a buhardillas y despachos para saber su destino.

El espiritismo tenía entre sus filas a Francisco I. Madero. El Gral. Plutarco Elías Calles conservaba como curandero de cabecera al Niño Fidencio.

La “Paca”—¿la recuerda?--, sigue desde prisión dedicada a las artes adivinatorias a pesar de escándalos como el de la osamenta y huesos enterrados, de triste memoria.

Se asegura que personajes de altos vuelos de la política nacional acudían a recibir aviso de los brujos de Catemaco, Ver.

El Zar Nicolás tuvo en Rasputín a un incómodo consejero que aceptó porque la Zarina y su grupo de amistades lo tenían en alta estima.

Joseph Stalin albergaba en el Kremlin a un vidente georgiano del que se reía y destinaba sarcasmos… pero del cual nunca se separó.

Adolf Hitler también tuvo su astrólogo de cabecera, solo que el citado clarividente nunca acertó o le mintió deliberadamente.

Ronald Reagan tuvo su “profeta” en la Casa Blanca, pese a que el inquilino de la Casa Blanca era supuestamente la persona mejor informada del mundo

La pareja presidencial integrada por William Clinton y Hillary Clinton Rodman, tuvieron a su astróloga en un lugar de honor.

Jean Dixon, predijo el asesinato en la persona del presidente Kennedy, advirtiéndole muy seriamente que no viajara a Texas”. Lo que sucedió es del dominio público, aunque no con todos sus detalles, según se afirma.

Hoy en día, la fe ciega en los astros, los videntes y chamanes enfrentan una dura competencia. El espionaje cibernético y el manejo a discreción de algoritmos prevén ya infinidad de casos. Aunque en este planeta no ocurre más que lo que tiene que pasar; como siempre ha sido, a menos que exista un universo paralelo en el que Elvis sigue vivo, The Beatles es una agrupación de música norteña, y Justin Biever es presidente de Canada, no un cantante de moda entre el público adolescente.

Seguramente muchos políticos acuden al auxilio y consejo de astrólogos y videntes, personalmente o por persona interpuesta para que les muestren las cartas y anticipen las consecuencias de las politicas de odio y el miedo que utiliza Donald Trump, al frente del imperio, y se preguntan si ello podría desembocar en sucesos de consecuencias insospechadas. Existe una predicción escalofriante por lo que dice. En los años setenta Jacqueline Labeau, de nacionalidad francesa y una maga muy curtida, recibio sobre la tumba de Juan XXIII un mensaje en el que el santo Papa le decía, “Mirad hacia oriente Asia y Africa, van a comenzar a escribir la historia”. Esto da que pensar. Ojalá no sea una historia escrita con fuego y dolor.

Lector, la mayor parte de las predicciones…fallan. Los videntes se equivocan más de lo que se imagina. Esto no es de importancia para ellos y mucho menos para sus clientes. La premisa es seguir adivinando, como si nada.

¡Feliz y próspero Año Nuevo!

Lector, mi bola de cristal anda un poco descompuesta últimamente, por lo que mencionaré a los que consultan los horóscopos en forma habitual...

Checan sus biorritmos antes de tomar una decisión, y revisan los blogs acerca de platillos voladores. Está bien. Las artes adivinatorias desde siempre han atraído a las mexicanas y mexicanos, y en nuestro país tenemos y ha habido distinguidos creyentes del conocimiento de “lo oculto”.

La astrología, la quiromancia, lectura del tarot, los oráculos, entre muchos otros métodos, están debidamente registrados como oficios perfectamente legales en amplias regiones del planeta. Esto proviene de tiempos antiguos, y si perdura hasta nuestros días es porque rinde frutos. Hay jefes de estado y grandes empresarios que buscan el consejo de clarividentes antes de decidir sus fabulosas inversiones.

Corren tiempos de jauja para los videntes, curanderos, adivinos, chamanes, hechiceros, pitonisas, echadoras de cartas que, demás, ya superaron, no todos— se entiende --, la época de cuando buscaban trabajosamente los doscientos cincuenta pesos diarios que necesitaban para subsistir. Ahora, algunos hasta se anuncian permanentemente en revistas, la radio, la televisión, en portales de internet, y gozan de fama y fortuna, típicos de cualquier actriz de telenovelas.

La clientela de los videntes, pitonisas y adivinadores es numerosa. Asisten con las Madamas para que les digan, si “el hijo hallará un empleo bien pagado…si el marido regresará al hogar…si se casará la hija…si el nieto pasará los exámenes…si se podrá saldar el mínimo de la tarjeta de crédito y la letra vencida del carro”; “minucias” de esa traza. Y lo que los parroquianos se llevan son algunos buenos consejos para aplacar el sentimiento que los aflige, la pena que los desvela, catarsis que muchas veces surte efecto temporalmente, hay que aclarar. En las altas esferas de la política también se acude a buhardillas y despachos para saber su destino.

El espiritismo tenía entre sus filas a Francisco I. Madero. El Gral. Plutarco Elías Calles conservaba como curandero de cabecera al Niño Fidencio.

La “Paca”—¿la recuerda?--, sigue desde prisión dedicada a las artes adivinatorias a pesar de escándalos como el de la osamenta y huesos enterrados, de triste memoria.

Se asegura que personajes de altos vuelos de la política nacional acudían a recibir aviso de los brujos de Catemaco, Ver.

El Zar Nicolás tuvo en Rasputín a un incómodo consejero que aceptó porque la Zarina y su grupo de amistades lo tenían en alta estima.

Joseph Stalin albergaba en el Kremlin a un vidente georgiano del que se reía y destinaba sarcasmos… pero del cual nunca se separó.

Adolf Hitler también tuvo su astrólogo de cabecera, solo que el citado clarividente nunca acertó o le mintió deliberadamente.

Ronald Reagan tuvo su “profeta” en la Casa Blanca, pese a que el inquilino de la Casa Blanca era supuestamente la persona mejor informada del mundo

La pareja presidencial integrada por William Clinton y Hillary Clinton Rodman, tuvieron a su astróloga en un lugar de honor.

Jean Dixon, predijo el asesinato en la persona del presidente Kennedy, advirtiéndole muy seriamente que no viajara a Texas”. Lo que sucedió es del dominio público, aunque no con todos sus detalles, según se afirma.

Hoy en día, la fe ciega en los astros, los videntes y chamanes enfrentan una dura competencia. El espionaje cibernético y el manejo a discreción de algoritmos prevén ya infinidad de casos. Aunque en este planeta no ocurre más que lo que tiene que pasar; como siempre ha sido, a menos que exista un universo paralelo en el que Elvis sigue vivo, The Beatles es una agrupación de música norteña, y Justin Biever es presidente de Canada, no un cantante de moda entre el público adolescente.

Seguramente muchos políticos acuden al auxilio y consejo de astrólogos y videntes, personalmente o por persona interpuesta para que les muestren las cartas y anticipen las consecuencias de las politicas de odio y el miedo que utiliza Donald Trump, al frente del imperio, y se preguntan si ello podría desembocar en sucesos de consecuencias insospechadas. Existe una predicción escalofriante por lo que dice. En los años setenta Jacqueline Labeau, de nacionalidad francesa y una maga muy curtida, recibio sobre la tumba de Juan XXIII un mensaje en el que el santo Papa le decía, “Mirad hacia oriente Asia y Africa, van a comenzar a escribir la historia”. Esto da que pensar. Ojalá no sea una historia escrita con fuego y dolor.

Lector, la mayor parte de las predicciones…fallan. Los videntes se equivocan más de lo que se imagina. Esto no es de importancia para ellos y mucho menos para sus clientes. La premisa es seguir adivinando, como si nada.

¡Feliz y próspero Año Nuevo!