/ jueves 10 de junio de 2021

Fractal | Animales no humanos, ¿Saben sin saberlo, o su política es mejor que la nuestra?

Aristóteles nos deja este pensamiento muy reflexivo, los animales no requieren de un monarcón con poderes superiores para gobernarse, con ello inaugura una analogía entre la vida animal y la vida política.

Muchos pensadores y filósofos han estudiado la conducta animal, pero entre sus rebuscados textos, ¿Qué podemos entender?

Versándolo en un lenguaje más coloquial, los animales se rigen por intereses, los que se entienden como guías que orientan sus vidas, y no solo como instinto conducente a obtener alimentación y reproducción, tienen muy en claro el concepto de muerte o riesgo de muerte, ya que al salir a buscar comida o con el simple hecho de moverse de un lugar a otro en épocas migratorias, todos tienen un grado de conciencia de lo que se está haciendo en grupo y del individuo, y esto nos deja un espacio para pensar, si como lo decía Aristóteles; los animales tienen un autogobierno interno que ayuda a mantener el equilibrio en todo un ecosistema, cada uno desempeñando la función asignada por la cadena trófica y diseñada para un excelente equilibrio, sin que exista un jefe supremo, que con sus decisiones buenas o malas, generaría un impacto en todos los animales bajo su mandato y esto ha sido así por miles de años.

¿Qué nos hace diferentes?

La autonomía es un hecho indiscutible en todas las especies, animales humanos y animales no humanos, pero los animales sienten dolor y placer, lo cual nos indica que son capaces de identificar lo malo de lo bueno, o mejor dicho, lo perjudicial de lo conveniente, como individuo o para la comunidad, es cuestionable el por qué los animales humanos no hemos brindado un sentido legal que realmente proteja la integridad animal no humana, recordemos que la naturaleza no hace nada al azar, todo tiene una razón y un motivo.

La gran diferencia entre los animales no humanos y los animales humanos es que los primeros pueden tener una autorregulación de sus deseos, y pueden vivir en algo que se puede denominar anarquía, pero no en el sentido de caos, es una forma de vida en la que cada individuo tiene bien claro que la unión hace la fuerza y que el trabajo en equipo rinde frutos para todos, sin tener que ser súbditos o estar a la orden de un jefe que organiza su vida y su destino, las jerarquías se van dando con base en la función que se realiza y los beneficios se ven reflejados en la vida de cada uno de ellos, teniendo alimento, refugio, reproducción, en pocas palabras un ecosistema limpio, sano y autosustentable para las futuras generaciones, y todo esto sin tener un gran gobierno, pero teniendo un autogobierno interno que le indica desde su código genético, como seguir sosteniendo la vida en el planeta tierra sin ambición desmedida.

O ¿usted qué opina? Regeneración 19

Aristóteles nos deja este pensamiento muy reflexivo, los animales no requieren de un monarcón con poderes superiores para gobernarse, con ello inaugura una analogía entre la vida animal y la vida política.

Muchos pensadores y filósofos han estudiado la conducta animal, pero entre sus rebuscados textos, ¿Qué podemos entender?

Versándolo en un lenguaje más coloquial, los animales se rigen por intereses, los que se entienden como guías que orientan sus vidas, y no solo como instinto conducente a obtener alimentación y reproducción, tienen muy en claro el concepto de muerte o riesgo de muerte, ya que al salir a buscar comida o con el simple hecho de moverse de un lugar a otro en épocas migratorias, todos tienen un grado de conciencia de lo que se está haciendo en grupo y del individuo, y esto nos deja un espacio para pensar, si como lo decía Aristóteles; los animales tienen un autogobierno interno que ayuda a mantener el equilibrio en todo un ecosistema, cada uno desempeñando la función asignada por la cadena trófica y diseñada para un excelente equilibrio, sin que exista un jefe supremo, que con sus decisiones buenas o malas, generaría un impacto en todos los animales bajo su mandato y esto ha sido así por miles de años.

¿Qué nos hace diferentes?

La autonomía es un hecho indiscutible en todas las especies, animales humanos y animales no humanos, pero los animales sienten dolor y placer, lo cual nos indica que son capaces de identificar lo malo de lo bueno, o mejor dicho, lo perjudicial de lo conveniente, como individuo o para la comunidad, es cuestionable el por qué los animales humanos no hemos brindado un sentido legal que realmente proteja la integridad animal no humana, recordemos que la naturaleza no hace nada al azar, todo tiene una razón y un motivo.

La gran diferencia entre los animales no humanos y los animales humanos es que los primeros pueden tener una autorregulación de sus deseos, y pueden vivir en algo que se puede denominar anarquía, pero no en el sentido de caos, es una forma de vida en la que cada individuo tiene bien claro que la unión hace la fuerza y que el trabajo en equipo rinde frutos para todos, sin tener que ser súbditos o estar a la orden de un jefe que organiza su vida y su destino, las jerarquías se van dando con base en la función que se realiza y los beneficios se ven reflejados en la vida de cada uno de ellos, teniendo alimento, refugio, reproducción, en pocas palabras un ecosistema limpio, sano y autosustentable para las futuras generaciones, y todo esto sin tener un gran gobierno, pero teniendo un autogobierno interno que le indica desde su código genético, como seguir sosteniendo la vida en el planeta tierra sin ambición desmedida.

O ¿usted qué opina? Regeneración 19