/ jueves 11 de febrero de 2021

Fractal | El Covid-19 y el hertz

Todo es vibración, todo es frecuencia, somos energía, todo lo que se encuentra en el universo tiene una vibración específica, alta o baja, la cual mantiene el equilibrio.

La ciencia fundamenta nuestra existencia, a niveles atómicos y subatómicos, que vibran provocando una reacción en frecuencias determinadas, cada ser o interacción, puede ser estudiada con filtros vibracionales, nuestra actividad mental, es un ejemplo claro y por consiguiente la conciencia es un estado vibratorio; y los virus, también tienen una frecuencia específica, el (Covid- 19) presenta un nivel de vibración baja, con una frecuencia de resonancia más menos de 5,5 Hz -14,5 Hz, si un organismo se mantiene en una vibración más alta el virus tiende a desactivarse, estoy hablando de vibraciones superiores a los 25,5 Hz.

La resonancia media total de la tierra es hoy en día de 27,4 Hz, pero ¿por qué hay zonas en donde el virus, es más peligroso e incisivo, La respuesta está en que existen lugares de baja frecuencia, o zonas geopáticas, naturales o que nosotros mismos creamos artificialmente, se preguntarán ¿cuáles son estas zonas? De acuerdo con la física y múltiples estudios, los hospitales, centros comerciales, prisiones, zonas electrificadas, como las líneas del metro, oficinas de impartición de justicia, manifestaciones públicas y bares, han presentado vibraciones por debajo de los 20 Hz, ¿y qué tiene que ver esto con nuestro estado de salud?

Pues todo, en estos momentos, la comunidad global, está bajo un estrés máximo, pero esto no es nuevo, las grandes ciudades siempre causan ese efecto en las personas, mucho trabajo, grandes presiones económicas y sacar adelante a la familia, mantienen un estado de baja frecuencia vibratoria, pero si aunado a eso le aumentamos el miedo a enfermar y morir, los sentimientos son tan grandes que así como decimos, coloquialmente, que andamos bajoneados, exactamente es lo que pasa, con nuestro nivel vibracional, cae y nos hace susceptibles a un sinnúmero de posibles enfermedades, no solo el actualmente famoso coronavirus, también algunas otras anomalías ya presentes, en nuestro organismo, se activan dando pie a complicaciones, y abriendo la puerta inmunológica a esas enfermedades oportunistas que nos rodean; por las condiciones geográficas, en las que habitamos en Tamaulipas, la población es alegre, y con el privilegio de estar a minutos de una de las más hermosas playas de nuestra república, el sistema inmune de la gran mayoría es bueno, pero por cuestión de la contingencia, miedo, aislamiento, falta de sol, e información desmedida y en algunos casos alarmista, estamos más propensos a sentirnos enfermos, o débiles, ya que nuestro nivel vibracional, está bajando rápidamente.

En los países en donde se ha manifestado más dramático el virus, la población es más conservadora y por mencionarlo de algún modo, son menos tropicales, y existen estudios en los que se menciona, que la apatía, miedo, culpabilidad, vergüenza, enojo, aflicción, mantienen las vibraciones más bajas, y las emociones como alegría, amor, raciocinio, voluntad y paz pueden llegar hasta los 700 o más Hz, un dato curioso es, que las familias que, conviven con perros o gatos, tienen un nivel vibracional más alto que el común de la población, y la tolerancia a enfermedades es mayor, y su recuperación es más rápida.

En todas las culturas en la antigüedad, la energía era un factor preponderante para todo, cultivos, lluvia, nacimientos y el bienestar general de la población, actualmente en países como Japón, se ha tomado muy en serio este tema, y recomiendan mantener un estado, mental guiado al estudio, la meditación y hacer actividades que no dañen el entorno, y que exista una sana convivencia, para mantener la frecuencia alta, y eso se ve reflejado, en el bienestar general, lo más importante de este tema, en relación con la situación actual, es que no se tiene que entrar en pánico, y tratar en lo posible de entendernos como un todo, ya que si en la familia, uno de los miembros tiene estrés, o miedo, lo contagia a todos haciéndolos más débiles, inmunológicamente, sé que es muy difícil conservar la calma, pero es peor si actuamos de manera irracional, afectando a nuestros seres queridos, sé, pues, prudente, moderado y gentil con todos y esto se verá reflejado en nuestra salud general.

Juntos en un entorno vibracional sano, saldremos adelante.

O ¿usted qué opina?

Re-Generación 19.

Todo es vibración, todo es frecuencia, somos energía, todo lo que se encuentra en el universo tiene una vibración específica, alta o baja, la cual mantiene el equilibrio.

La ciencia fundamenta nuestra existencia, a niveles atómicos y subatómicos, que vibran provocando una reacción en frecuencias determinadas, cada ser o interacción, puede ser estudiada con filtros vibracionales, nuestra actividad mental, es un ejemplo claro y por consiguiente la conciencia es un estado vibratorio; y los virus, también tienen una frecuencia específica, el (Covid- 19) presenta un nivel de vibración baja, con una frecuencia de resonancia más menos de 5,5 Hz -14,5 Hz, si un organismo se mantiene en una vibración más alta el virus tiende a desactivarse, estoy hablando de vibraciones superiores a los 25,5 Hz.

La resonancia media total de la tierra es hoy en día de 27,4 Hz, pero ¿por qué hay zonas en donde el virus, es más peligroso e incisivo, La respuesta está en que existen lugares de baja frecuencia, o zonas geopáticas, naturales o que nosotros mismos creamos artificialmente, se preguntarán ¿cuáles son estas zonas? De acuerdo con la física y múltiples estudios, los hospitales, centros comerciales, prisiones, zonas electrificadas, como las líneas del metro, oficinas de impartición de justicia, manifestaciones públicas y bares, han presentado vibraciones por debajo de los 20 Hz, ¿y qué tiene que ver esto con nuestro estado de salud?

Pues todo, en estos momentos, la comunidad global, está bajo un estrés máximo, pero esto no es nuevo, las grandes ciudades siempre causan ese efecto en las personas, mucho trabajo, grandes presiones económicas y sacar adelante a la familia, mantienen un estado de baja frecuencia vibratoria, pero si aunado a eso le aumentamos el miedo a enfermar y morir, los sentimientos son tan grandes que así como decimos, coloquialmente, que andamos bajoneados, exactamente es lo que pasa, con nuestro nivel vibracional, cae y nos hace susceptibles a un sinnúmero de posibles enfermedades, no solo el actualmente famoso coronavirus, también algunas otras anomalías ya presentes, en nuestro organismo, se activan dando pie a complicaciones, y abriendo la puerta inmunológica a esas enfermedades oportunistas que nos rodean; por las condiciones geográficas, en las que habitamos en Tamaulipas, la población es alegre, y con el privilegio de estar a minutos de una de las más hermosas playas de nuestra república, el sistema inmune de la gran mayoría es bueno, pero por cuestión de la contingencia, miedo, aislamiento, falta de sol, e información desmedida y en algunos casos alarmista, estamos más propensos a sentirnos enfermos, o débiles, ya que nuestro nivel vibracional, está bajando rápidamente.

En los países en donde se ha manifestado más dramático el virus, la población es más conservadora y por mencionarlo de algún modo, son menos tropicales, y existen estudios en los que se menciona, que la apatía, miedo, culpabilidad, vergüenza, enojo, aflicción, mantienen las vibraciones más bajas, y las emociones como alegría, amor, raciocinio, voluntad y paz pueden llegar hasta los 700 o más Hz, un dato curioso es, que las familias que, conviven con perros o gatos, tienen un nivel vibracional más alto que el común de la población, y la tolerancia a enfermedades es mayor, y su recuperación es más rápida.

En todas las culturas en la antigüedad, la energía era un factor preponderante para todo, cultivos, lluvia, nacimientos y el bienestar general de la población, actualmente en países como Japón, se ha tomado muy en serio este tema, y recomiendan mantener un estado, mental guiado al estudio, la meditación y hacer actividades que no dañen el entorno, y que exista una sana convivencia, para mantener la frecuencia alta, y eso se ve reflejado, en el bienestar general, lo más importante de este tema, en relación con la situación actual, es que no se tiene que entrar en pánico, y tratar en lo posible de entendernos como un todo, ya que si en la familia, uno de los miembros tiene estrés, o miedo, lo contagia a todos haciéndolos más débiles, inmunológicamente, sé que es muy difícil conservar la calma, pero es peor si actuamos de manera irracional, afectando a nuestros seres queridos, sé, pues, prudente, moderado y gentil con todos y esto se verá reflejado en nuestra salud general.

Juntos en un entorno vibracional sano, saldremos adelante.

O ¿usted qué opina?

Re-Generación 19.