/ jueves 5 de noviembre de 2020

Fractal | ¿Estamos formando una generación de psicópatas y asesinos?

8 de cada 10 humanos que maltratan o dañan animales en la infancia, generan una actitud criminal en su estado adulto, y en el peor de los casos los asesinos seriales siempre inician dando señales claras con este tipo de actitudes.

Sentirse más poderoso o mejor dicho menos impotente, es lo que estimula a muchas personas a cometer actos de crueldad ya sea hacia los animales o a otros congéneres, ya lo mencionaba Ovidio dos mil años atrás, “la crueldad hacia los animales enseña la crueldad hacia los humanos”

En las redes sociales podemos darnos cuenta el incremento en el maltrato de toda índole, la intolerancia y el grado de brutalidad con la que la humanidad se está conduciendo, pero por desgracia no estamos haciendo nada, solo pasamos a la siguiente noticia, nunca estamos atentos a las posibles señales que nuestros hijos o familia cercana manifiestan sobre este tema tan peligroso y preocupante, la media de edad en la que se manifiesta esta conducta en los niños, es entre los 10 o 12 años de edad, lo malo es la normalización del maltrato desde lo que ven en casa, y la información que obtienen por medio de internet, si dentro de casa el maltrato es visto como una conducta cotidiana hacia las mascotas o a otros miembros de la familia, el infante acepta que la realidad es así y refleja y normaliza la conducta agresiva y siempre causando el daño al más indefenso o débil, los padres somos los formadores de las conductas, ya que si el padre o la madre son groseros, agresivos o simplemente no enseñan a los hijos que todos merecen respeto, no solo por ser de una especie, sexo o edad diferente, puede abusar de su fuerza o circunstancia, se tiene que hacer énfasis en una educación con respeto y a tener una sana convivencia con el diferente, así podemos construir una estructura moral en los niños con pilares fundamentados en aceptación, altruismo y empatía.

Las personas con antecedentes de maltrato animal son cinco veces más propensos a cometer violencia intrafamiliar y estar involucrados en abuso infantil y violaciones, ya que desde la infancia crecieron con un concepto erróneo del bien y el mal, si de niño era gracioso patear al perro, escupir a un animal, incendiarlo, mutilarlo, en pocas palabras dañar algo que no se puede defender, este sujeto no establece límites, y si la circunstancia es propicia causará un daño sin sentir remordimiento alguno, y la cadena se sigue, ya que pasará esa falta de empatía o conducta antisocial a su descendencia. “El tiempo vendrá en el que los hombres miren a los asesinos de los animales como hoy miran a los asesinos de los hombres”. Leonardo Da Vinci.

O ¿Usted qué opina? Regeneración 19.

8 de cada 10 humanos que maltratan o dañan animales en la infancia, generan una actitud criminal en su estado adulto, y en el peor de los casos los asesinos seriales siempre inician dando señales claras con este tipo de actitudes.

Sentirse más poderoso o mejor dicho menos impotente, es lo que estimula a muchas personas a cometer actos de crueldad ya sea hacia los animales o a otros congéneres, ya lo mencionaba Ovidio dos mil años atrás, “la crueldad hacia los animales enseña la crueldad hacia los humanos”

En las redes sociales podemos darnos cuenta el incremento en el maltrato de toda índole, la intolerancia y el grado de brutalidad con la que la humanidad se está conduciendo, pero por desgracia no estamos haciendo nada, solo pasamos a la siguiente noticia, nunca estamos atentos a las posibles señales que nuestros hijos o familia cercana manifiestan sobre este tema tan peligroso y preocupante, la media de edad en la que se manifiesta esta conducta en los niños, es entre los 10 o 12 años de edad, lo malo es la normalización del maltrato desde lo que ven en casa, y la información que obtienen por medio de internet, si dentro de casa el maltrato es visto como una conducta cotidiana hacia las mascotas o a otros miembros de la familia, el infante acepta que la realidad es así y refleja y normaliza la conducta agresiva y siempre causando el daño al más indefenso o débil, los padres somos los formadores de las conductas, ya que si el padre o la madre son groseros, agresivos o simplemente no enseñan a los hijos que todos merecen respeto, no solo por ser de una especie, sexo o edad diferente, puede abusar de su fuerza o circunstancia, se tiene que hacer énfasis en una educación con respeto y a tener una sana convivencia con el diferente, así podemos construir una estructura moral en los niños con pilares fundamentados en aceptación, altruismo y empatía.

Las personas con antecedentes de maltrato animal son cinco veces más propensos a cometer violencia intrafamiliar y estar involucrados en abuso infantil y violaciones, ya que desde la infancia crecieron con un concepto erróneo del bien y el mal, si de niño era gracioso patear al perro, escupir a un animal, incendiarlo, mutilarlo, en pocas palabras dañar algo que no se puede defender, este sujeto no establece límites, y si la circunstancia es propicia causará un daño sin sentir remordimiento alguno, y la cadena se sigue, ya que pasará esa falta de empatía o conducta antisocial a su descendencia. “El tiempo vendrá en el que los hombres miren a los asesinos de los animales como hoy miran a los asesinos de los hombres”. Leonardo Da Vinci.

O ¿Usted qué opina? Regeneración 19.