En muchas ocasiones en viajes familiares, hemos visitado zonas que son reservas naturales y no sabemos cuál es su función o por qué son importantes, las personas que visitan estos sitios lo hacen para conocer flora o fauna, que difícilmente pueden observar en estado natural.
Pero ¿qué hay detrás de estos hermosos lugares?
Las UMAS. (unidad de manejo para la conservación de la vida silvestre) son espacios que se habilitan para fungir como reservas de vida silvestre, ayudando así a la conservación de muchas de las especies que ya estarían extintas de no ser por estos sitios, México cuenta con 1,722 de estos sitios representando el 19% del territorio nacional, dando respuesta a las necesidades de conservar la biodiversidad, e impulsar la producción y el desarrollo sustentable generando por ende fuentes de empleo, y estimulando la economía de las zonas y preservando la biosfera.
Cada una de estas UMAS. Cuenta con un plan de manejo, según las especies que estén protegiendo o reproduciendo, y dependiendo la categoría en la que se desarrollen pueden ser, extensivas (o de manejo en vida libre) e intensivas las cuales tienen una extensión menor en tamaño pero su producción es más ágil, hay ranchos cinegéticos para producción equilibrada de especies las cuales se destina un porcentaje para el consumo humano, y otras en las que están plenamente diseñadas para el ecoturismo, rehabilitación y reinserción de especímenes a vida silvestre.
Estos últimos para mi percepción son los de mayor importancia ya que un gran numero de especies son rescatadas de traficantes de vida silvestre y por personas que gustan de tener animales exóticos como mascotas, la problemática de el trafico de especies es muy grande en nuestro país y en el mundo, y uno de los pocos recursos que tenemos para ayudar a estos amigos silvestres, es por medio de estas zonas de resguardo, las cuales dan un respiro importante a la biosfera, intentando educar, y equilibrar un poco la balanza, que por desgracia esta muy cargada al lado incorrecto.
La gran mayoría de estas UMAS. Son manejadas por asociaciones o iniciativa privada, que aportan sus terrenos o recursos para un desarrollo turístico por estar en zonas privilegiadas por la naturaleza, y que deciden mantener su estado natural como reservorio de animales y flora nativa, pero la gran mayoría de estos lugares sobreviven por el turismo ecológico o por donaciones que empresas o particulares les brindan para que puedan seguir funcionando.
Espero que, pese a inquietudes de personas desinformadas o malintencionadas, que quieren borrar del mapa estos importantes bastiones de la vida silvestre, el sentido de responsabilidad ambiental sea mayor, y todos los que estamos a favor de la biodiversidad levantemos la voz para que su importante labor siga adelante.
Agradezco a todos aquellos que sacrifican, tiempo, recursos y en muchas ocasiones su propia vida, para salvaguardar la biodiversidad de nuestro país y del planeta, recuerden que, los recursos se tienen que administrar y cuidar, si queremos seguir disfrutando de estos bellos parajes exuberantes, con impresionantes ríos y selvas indómitas, la educación es fundamental para tener lugares en donde se pueda enseñar a los niños que sin la naturaleza, no somos nada, y crezcan con una nueva cultura, de conservación del medio ambiente.
O ¿usted que opina?
Regeneración 19.
