/ jueves 23 de diciembre de 2021

Fractal | Solsticio de invierno, el nacimiento de una nueva esperanza

Emulando al ave fénix nuestro astro mayor renace un ciclo más, el solsticio de invierno vivifica la naturaleza, con su luz y su calor, por lo cual todas las culturas antiguas festejaban el renacimiento al notar que toda la naturaleza despertaba lentamente, posterior a este evento.

El término solsticio, significa “sol inmóvil” ya que el sol alcanza su cénit en el punto más bajo, y desde ese momento el día comienza a alargarse, y las noches van en detrimento hasta llegar al solsticio de verano, en todas las culturas, este es el acontecimiento cósmico por excelencia, y no es coincidencia que el natalicio de las principales deidades, sin afán de incurrir en falta de respeto o incomodar la fe de algunos lectores, lo que mencionaré a continuación es historia y naturaleza cósmica con la cual se han regido agricultura, ganadería y las bases religiosas de las culturas de todos los tiempos, ciclos naturales desde que el mundo es mundo.

Este evento fue aprovechado para tomar como punto de referencia de nueva vida y esperanza de los pueblos, pero no es de extrañar que cada cultura glorificara y representara a su dios en estas fechas. Horus, Mitra, Baco, Cristo y la gran mayoría de guías espirituales, inician su vida en este evento cósmico.

Todas estas deidades se representan en su nacimiento en una cueva o pesebre en obscuridad o penumbras representando así la penumbra vencida por la luz del nuevo comienzo, coincidiendo entre el 21 de diciembre al 25 del mismo según el calendario de la época, y siguiendo el guion cósmico encontramos que siempre son acompañados de 12 seguidores, los cuales dentro de la alegoría representan a los 12 meses del año o los signos zodiacales.

Pueden verificar que cada una de las deidades como; Buda, Dionicio, Horus, Mitra, Cristo, Krishna, etc. nos cuentan una historia la cual ha sido bordada por cada una de las culturas, para adaptarse a los tiempos y situaciones, pero actualmente estamos tan distanciados de los ciclos naturales que es casi imperceptible que los humanos, formamos parte de tan importante escenario cósmico, y todo lo que influye en cada uno de nosotros; pero hoy en día también sabemos que con los cambios de luz, se sintetizan 2 moléculas fundamentales para nuestro buen vivir, la melatonina llamada hormona de la obscuridad, que cuando los ciclos de obscuridad son mayores el cuerpo tiende a estar más somnoliento, y genera una sensación de tristeza y depresión, la serotonina por el contrario es segregada por el estímulo de la luz solar, causando bienestar, optimismo y alegría, con estas bases biológicas es muy claro por qué de la adoración al sol en todas las culturas, representando con cada nuevo comienzo hitos de esperanza para la humanidad, y el solsticio de invierno era el más celebrado ya que al hacer los días más largos fomentaba la salud, fertilidad y alegría después de lo pesaroso y gris del otoño, de ahí que en todos los tiempos el sol ha sido venerado y representado como la deidad máxima, el gran dador de vida y salud en nuestro incomprendido planeta.

Así que, ya sea que profeses cualquier religión o culto, tengamos en cuenta que antes que existiera vida en este hermoso lugar, la fiesta del universo ya se hacía presente, solo que aún no existía una civilización que narrara la gran odisea cíclica de nuestro astro rey.

O ¿usted qué opina?

Regeneración 19.

Emulando al ave fénix nuestro astro mayor renace un ciclo más, el solsticio de invierno vivifica la naturaleza, con su luz y su calor, por lo cual todas las culturas antiguas festejaban el renacimiento al notar que toda la naturaleza despertaba lentamente, posterior a este evento.

El término solsticio, significa “sol inmóvil” ya que el sol alcanza su cénit en el punto más bajo, y desde ese momento el día comienza a alargarse, y las noches van en detrimento hasta llegar al solsticio de verano, en todas las culturas, este es el acontecimiento cósmico por excelencia, y no es coincidencia que el natalicio de las principales deidades, sin afán de incurrir en falta de respeto o incomodar la fe de algunos lectores, lo que mencionaré a continuación es historia y naturaleza cósmica con la cual se han regido agricultura, ganadería y las bases religiosas de las culturas de todos los tiempos, ciclos naturales desde que el mundo es mundo.

Este evento fue aprovechado para tomar como punto de referencia de nueva vida y esperanza de los pueblos, pero no es de extrañar que cada cultura glorificara y representara a su dios en estas fechas. Horus, Mitra, Baco, Cristo y la gran mayoría de guías espirituales, inician su vida en este evento cósmico.

Todas estas deidades se representan en su nacimiento en una cueva o pesebre en obscuridad o penumbras representando así la penumbra vencida por la luz del nuevo comienzo, coincidiendo entre el 21 de diciembre al 25 del mismo según el calendario de la época, y siguiendo el guion cósmico encontramos que siempre son acompañados de 12 seguidores, los cuales dentro de la alegoría representan a los 12 meses del año o los signos zodiacales.

Pueden verificar que cada una de las deidades como; Buda, Dionicio, Horus, Mitra, Cristo, Krishna, etc. nos cuentan una historia la cual ha sido bordada por cada una de las culturas, para adaptarse a los tiempos y situaciones, pero actualmente estamos tan distanciados de los ciclos naturales que es casi imperceptible que los humanos, formamos parte de tan importante escenario cósmico, y todo lo que influye en cada uno de nosotros; pero hoy en día también sabemos que con los cambios de luz, se sintetizan 2 moléculas fundamentales para nuestro buen vivir, la melatonina llamada hormona de la obscuridad, que cuando los ciclos de obscuridad son mayores el cuerpo tiende a estar más somnoliento, y genera una sensación de tristeza y depresión, la serotonina por el contrario es segregada por el estímulo de la luz solar, causando bienestar, optimismo y alegría, con estas bases biológicas es muy claro por qué de la adoración al sol en todas las culturas, representando con cada nuevo comienzo hitos de esperanza para la humanidad, y el solsticio de invierno era el más celebrado ya que al hacer los días más largos fomentaba la salud, fertilidad y alegría después de lo pesaroso y gris del otoño, de ahí que en todos los tiempos el sol ha sido venerado y representado como la deidad máxima, el gran dador de vida y salud en nuestro incomprendido planeta.

Así que, ya sea que profeses cualquier religión o culto, tengamos en cuenta que antes que existiera vida en este hermoso lugar, la fiesta del universo ya se hacía presente, solo que aún no existía una civilización que narrara la gran odisea cíclica de nuestro astro rey.

O ¿usted qué opina?

Regeneración 19.