/ jueves 21 de octubre de 2021

Fractal | Soy el sembrador de bosques, la pequeña ardilla

Quién no se ha quedado impresionado y con una sensación de ternura, cuando en los árboles notamos que en las ramas corren dando saltos y peripecias esos pequeños amigos, se preguntarán ¿de quién estamos hablando?

Hoy nos meteremos en la piel de esos pequeños roedores de la familia Sciuridae.

Hola, para los que no me conocen, quiero que sepan que soy un roedor y que gracias a mi gran capacidad de adaptación he conquistado casi todo el planeta, bueno me falta Australia, y otra de las cosas que no saben de mí es que soy omnívora, sí como lo están leyendo, no sólo como cacahuates y nueces, me encantan los insectos, larvas, pequeños reptiles, huevos y uno que otro pequeño mamífero que me encuentre, pero las caricaturas y las películas no lo comentan, ya que uno de mis grandes atractivos es que soy un pequeño muy simpático y que sólo ando buscando las nueces, pero en realidad mi función en la cadena trófica es muy importante, por mi amplia distribución y método de esconder mi alimento, soy uno de los sembradores de nuevos arboles más eficiente en las zonas en las que vivo, así que todo el tiempo estoy ayudando a que nuestros bosques tengan nuevos árboles que nacen en mis escondites.

Dentro de mi familia, como en todas, hay una gran variedad de formas y colores, cada una adaptada para mimetizarnos con el entorno, nos pueden encontrar en las zonas con nieve y nuestro pelaje suele ser blanco, y en los bosques más profundos el color rojo y gris son los predominantes, pero también hay algunos primos que son rayaditos y otros en tonos ocre o negro y lo espeso de nuestro pelaje también cambia según la estación del año o el lugar geográfico donde estemos habitando, otra característica distintiva es nuestra cola, la cual es de vital importancia no sólo para ser más esponjosos, ella nos sirve para mantener el equilibrio en todo nuestro camino por las más finas ramas de los árboles, ya que nuestro cuerpo al ser pequeño y compacto mantiene el centro de gravedad pegado a las ramas, pero la cola es nuestro timón y aparte la ocupamos como cobija para arroparnos en época de frío, algo que también tienen que saber de nosotros es que según la especie tomamos tiempos de hibernación o estivación, nuestro reloj biológico se ve modificado según los cambios en nuestro entorno, dependiendo de lo riguroso del clima nuestros estados de hibernación o reposo cambian, esto también depende de nuestro tamaño y la disponibilidad de alimento, por eso la costumbre de almacenar comida, ya que en las épocas de abundancia escondemos lo que en la época de escasez nos puede salvar la vida, y también las conductas familiares son muy variadas, hay primos a los que les encanta vivir solos, y otros en los que sólo hay un macho y varias hembras que viven en comunidad, pero en espacios amplios y con suficiente alimento podemos formar colonias grandes en las que nos cuidamos entre todos, ya que los depredadores están siempre al acecho y pues ni modo, es parte de la vida, lo que sí nos preocupa es cuando los humanos destruyen nuestros bosques y nos llaman plaga, pero no se dan cuenta que al quitar las zonas donde hemos vivido por siempre, nuestros depredadores naturales también se alejan o mueren por contaminación o la cacería, así que tenemos que adaptarnos a los nuevos entornos como son las ciudades, y los humanos se molestan porque tomamos algo de sus árboles frutales, pero imaginen lo difícil que puede ser existir sin un hogar como el que teníamos antes de que se transformara en cemento y cables en donde la muerte es inminente, causando otra molestia al hacer explotar un transformador, pero recuerden que somos una especie que no sabe rendirse y que pese a los maltratos, cacería, depredadore, y a la deforestación continuamos tratando de hacer nuestra parte del trato con el planeta y seguiremos sembrando pequeñas semillas en cualquier grieta en el duro cemento, con la esperanza de que algún día los bosques regresen a la arquitectura funcional y dadora de vida.

Si algún día me miran en su jardín y estoy por comer un mango de su árbol, ténganlo por seguro que no es por molestar, es que antes yo vivía en donde hoy es tu domicilio.

O ¿usted qué opina?

  • Regeneración 19.

Quién no se ha quedado impresionado y con una sensación de ternura, cuando en los árboles notamos que en las ramas corren dando saltos y peripecias esos pequeños amigos, se preguntarán ¿de quién estamos hablando?

Hoy nos meteremos en la piel de esos pequeños roedores de la familia Sciuridae.

Hola, para los que no me conocen, quiero que sepan que soy un roedor y que gracias a mi gran capacidad de adaptación he conquistado casi todo el planeta, bueno me falta Australia, y otra de las cosas que no saben de mí es que soy omnívora, sí como lo están leyendo, no sólo como cacahuates y nueces, me encantan los insectos, larvas, pequeños reptiles, huevos y uno que otro pequeño mamífero que me encuentre, pero las caricaturas y las películas no lo comentan, ya que uno de mis grandes atractivos es que soy un pequeño muy simpático y que sólo ando buscando las nueces, pero en realidad mi función en la cadena trófica es muy importante, por mi amplia distribución y método de esconder mi alimento, soy uno de los sembradores de nuevos arboles más eficiente en las zonas en las que vivo, así que todo el tiempo estoy ayudando a que nuestros bosques tengan nuevos árboles que nacen en mis escondites.

Dentro de mi familia, como en todas, hay una gran variedad de formas y colores, cada una adaptada para mimetizarnos con el entorno, nos pueden encontrar en las zonas con nieve y nuestro pelaje suele ser blanco, y en los bosques más profundos el color rojo y gris son los predominantes, pero también hay algunos primos que son rayaditos y otros en tonos ocre o negro y lo espeso de nuestro pelaje también cambia según la estación del año o el lugar geográfico donde estemos habitando, otra característica distintiva es nuestra cola, la cual es de vital importancia no sólo para ser más esponjosos, ella nos sirve para mantener el equilibrio en todo nuestro camino por las más finas ramas de los árboles, ya que nuestro cuerpo al ser pequeño y compacto mantiene el centro de gravedad pegado a las ramas, pero la cola es nuestro timón y aparte la ocupamos como cobija para arroparnos en época de frío, algo que también tienen que saber de nosotros es que según la especie tomamos tiempos de hibernación o estivación, nuestro reloj biológico se ve modificado según los cambios en nuestro entorno, dependiendo de lo riguroso del clima nuestros estados de hibernación o reposo cambian, esto también depende de nuestro tamaño y la disponibilidad de alimento, por eso la costumbre de almacenar comida, ya que en las épocas de abundancia escondemos lo que en la época de escasez nos puede salvar la vida, y también las conductas familiares son muy variadas, hay primos a los que les encanta vivir solos, y otros en los que sólo hay un macho y varias hembras que viven en comunidad, pero en espacios amplios y con suficiente alimento podemos formar colonias grandes en las que nos cuidamos entre todos, ya que los depredadores están siempre al acecho y pues ni modo, es parte de la vida, lo que sí nos preocupa es cuando los humanos destruyen nuestros bosques y nos llaman plaga, pero no se dan cuenta que al quitar las zonas donde hemos vivido por siempre, nuestros depredadores naturales también se alejan o mueren por contaminación o la cacería, así que tenemos que adaptarnos a los nuevos entornos como son las ciudades, y los humanos se molestan porque tomamos algo de sus árboles frutales, pero imaginen lo difícil que puede ser existir sin un hogar como el que teníamos antes de que se transformara en cemento y cables en donde la muerte es inminente, causando otra molestia al hacer explotar un transformador, pero recuerden que somos una especie que no sabe rendirse y que pese a los maltratos, cacería, depredadore, y a la deforestación continuamos tratando de hacer nuestra parte del trato con el planeta y seguiremos sembrando pequeñas semillas en cualquier grieta en el duro cemento, con la esperanza de que algún día los bosques regresen a la arquitectura funcional y dadora de vida.

Si algún día me miran en su jardín y estoy por comer un mango de su árbol, ténganlo por seguro que no es por molestar, es que antes yo vivía en donde hoy es tu domicilio.

O ¿usted qué opina?

  • Regeneración 19.