/ jueves 8 de julio de 2021

Fractal | Y tú, ¿tienes solastalgia?

Este neologismo fue acuñado por el investigador australiano Glenn Albrecht, al publicar su libro "Las emociones de la tierra".

La descripción que Glenn da a este nuevo grupo de palabras es aludiendo a la nostalgia y angustia que los humanos sienten, con la pérdida de su entorno natural, contaminación, incendios, extinciones, sequías y todo lo que cualquier humano promedio puede notar en su círculo cercano, y el cúmulo de información que capta a través de la red.

Este tipo de sentimientos genera en un gran número de personas y comunidades, claros signos de un trastorno psicológico que cada día es más evidente en zonas rurales, donde la industria y la contaminación han cambiado ese paraje de ensueño, lleno de alegría, color y cantos de aves, en lugares cada vez más desolados y contaminados, y tristemente los pobladores de dichos lugares por lo general no pueden hacer nada para remediarlo, ya que se ven rebasados por intereses económicos o políticos, la mayoría de las personas que sufren este cuadro lo reflejan con signos que van desde tristeza inexplicable, angustia por mirar un paisaje desolado o destruido, frustración al ver el maltrato a otras especies animales, ver lagos y ríos contaminados sin poder hacer nada frente a proyectos o industrias sin conciencia, pero creo que esto los sentimos todos, la situación se torna preocupante cuando algunas personas con grados de sensibilidad más alta experimentan dolores musculares, migrañas, palpitaciones aceleradas, náuseas o un incontrolable sentimiento que los orilla hasta el llanto sin razón aparente, y esto se traduce como un tipo de depresión por déficit de naturaleza.

Los expertos en la materia se manifiestan preocupados, ya que la falta de espacios naturales, para los niños principalmente y el contacto con espacios abiertos, está causando serios cambios en la conducta de los infantes, reflejándose en falta de atención, hiperactividad, frustración al fracaso, incapacidad de trabajar en equipo, perdida de capacidades motrices y deficiencias en el sistema inmunológico, tan importante en esta época por la presencia de enfermedades como el Covid-19.

Exhorto a todos los padres de familia para que, en la medida de lo posible brinden tiempos de naturaleza, sol y aire fresco a sus hijos, y no solo los dejen enclaustrados en cuatro paredes, con sus dispositivos electrónicos, los mejores recuerdos y vivencias en familia se forman en espacios naturales y al mismo tiempo impregnamos a los niños el cariño a su entorno aprendiendo así, que la vida no es un juego de video, donde se puede reiniciar la partida.

O ¿usted qué opina?

Regeneración 19.

Este neologismo fue acuñado por el investigador australiano Glenn Albrecht, al publicar su libro "Las emociones de la tierra".

La descripción que Glenn da a este nuevo grupo de palabras es aludiendo a la nostalgia y angustia que los humanos sienten, con la pérdida de su entorno natural, contaminación, incendios, extinciones, sequías y todo lo que cualquier humano promedio puede notar en su círculo cercano, y el cúmulo de información que capta a través de la red.

Este tipo de sentimientos genera en un gran número de personas y comunidades, claros signos de un trastorno psicológico que cada día es más evidente en zonas rurales, donde la industria y la contaminación han cambiado ese paraje de ensueño, lleno de alegría, color y cantos de aves, en lugares cada vez más desolados y contaminados, y tristemente los pobladores de dichos lugares por lo general no pueden hacer nada para remediarlo, ya que se ven rebasados por intereses económicos o políticos, la mayoría de las personas que sufren este cuadro lo reflejan con signos que van desde tristeza inexplicable, angustia por mirar un paisaje desolado o destruido, frustración al ver el maltrato a otras especies animales, ver lagos y ríos contaminados sin poder hacer nada frente a proyectos o industrias sin conciencia, pero creo que esto los sentimos todos, la situación se torna preocupante cuando algunas personas con grados de sensibilidad más alta experimentan dolores musculares, migrañas, palpitaciones aceleradas, náuseas o un incontrolable sentimiento que los orilla hasta el llanto sin razón aparente, y esto se traduce como un tipo de depresión por déficit de naturaleza.

Los expertos en la materia se manifiestan preocupados, ya que la falta de espacios naturales, para los niños principalmente y el contacto con espacios abiertos, está causando serios cambios en la conducta de los infantes, reflejándose en falta de atención, hiperactividad, frustración al fracaso, incapacidad de trabajar en equipo, perdida de capacidades motrices y deficiencias en el sistema inmunológico, tan importante en esta época por la presencia de enfermedades como el Covid-19.

Exhorto a todos los padres de familia para que, en la medida de lo posible brinden tiempos de naturaleza, sol y aire fresco a sus hijos, y no solo los dejen enclaustrados en cuatro paredes, con sus dispositivos electrónicos, los mejores recuerdos y vivencias en familia se forman en espacios naturales y al mismo tiempo impregnamos a los niños el cariño a su entorno aprendiendo así, que la vida no es un juego de video, donde se puede reiniciar la partida.

O ¿usted qué opina?

Regeneración 19.