/ jueves 29 de abril de 2021

Fuera de Agenda | Morena en Tierra Caliente

La cabeza visible se llama Rogelio Portillo Jaramillo y es candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a la alcaldía del municipio michoacano de Huetamo, una localidad que hace frontera con Zirándaro en el estado de Guerrero, en la región de Tierra Caliente.

Portillo Jaramillo forma parte de un clan familiar boletinado por la Administración para el Control de Drogas (DEA), acusado de formar parte de la estructura en esta región del país del grupo criminal autodenominado Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Este individuo al que la DEA tiene en su lista de los más buscados acusados de conspiración y delincuencia organizada, es sobrino del presidente municipal de Zirándaro, Gregorio Portillo Mendoza, señalado en el proceso electoral del 2018 de haber financiado su campaña presuntamente con recursos del CJNG.

Ambos junto con Marcelino Portillo Mendoza, Edilberto Portillo y Francisco Jaramillo Valdovinos son los individuos a los que la agencia antidrogas estadounidense ubica como “cabezas visibles” del CJNG en la zona de Tierra Caliente de Guerrero en su colindancia con Michoacán, puerta de entrada al corredor que lleva a Churumuco, La Huacana, Tumbiscatio, Aguililla y Apatzingán, epicentro de una sangrienta disputa territorial entre organizaciones criminales.

“Goyo” Portillo Mendoza, como llaman al alcalde de Zirándaro, es identificado como un hombre cercano a la alcaldesa de Acapulco, Adela Román, quien en días recientes ha visto cómo la violencia se ha incrementado contra los comerciantes del puerto quienes han tenido pérdidas cuantiosas por incendios intencionales atribuidos a extorsionadores ligados a grupos delincuenciales que pelean el municipio.

La propaganda criminal en la zona de Tierra Caliente ha sido prolífica al diseminar contrainformación para generar confusión, pero también para ventilar datos sobre posibles pistas del movimiento de recursos financieros en las campañas electorales como las que se desarrollan por estos días. El movimiento de recursos financieros fue noticia esta semana al quedar anuladas por la Sala Superior del Tribunal Electoral las candidaturas de Morena a las gubernaturas de Michoacán y Guerrero, por no presentar informes de gastos en precampaña.

El reflector se posa ahora sobre uno de los candidatos de este partido que aparece en la lista de los más buscados por la DEA, y al que las autoridades locales y federales no han informado si lo investigan.

La visita la semana pasada del Nuncio Apostólico Franco Coppola a Aguililla, forma parte de la importancia que el Papa Francisco ha dado a los informes que las diócesis de Apatzingán y Ciudad Altamirano, han enviado puntualmente sobre la grave situación que viven los ciudadanos en la región de Tierra Caliente.

Quizá por eso molestó tanto el dicho del ex Embajador estadounidense en México Christopher Landau, cuando comentó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha “dejado hacer” a los cárteles de la droga mostrando una actitud pasiva.

Una actitud que su partido reproduce con algunos de sus abanderados en Tierra Caliente, donde ha sido la DEA la que de nuevo ha puesto el dedo para exhibir que el crimen muta junto con la clase política en el poder.

@velediaz424

La cabeza visible se llama Rogelio Portillo Jaramillo y es candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a la alcaldía del municipio michoacano de Huetamo, una localidad que hace frontera con Zirándaro en el estado de Guerrero, en la región de Tierra Caliente.

Portillo Jaramillo forma parte de un clan familiar boletinado por la Administración para el Control de Drogas (DEA), acusado de formar parte de la estructura en esta región del país del grupo criminal autodenominado Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Este individuo al que la DEA tiene en su lista de los más buscados acusados de conspiración y delincuencia organizada, es sobrino del presidente municipal de Zirándaro, Gregorio Portillo Mendoza, señalado en el proceso electoral del 2018 de haber financiado su campaña presuntamente con recursos del CJNG.

Ambos junto con Marcelino Portillo Mendoza, Edilberto Portillo y Francisco Jaramillo Valdovinos son los individuos a los que la agencia antidrogas estadounidense ubica como “cabezas visibles” del CJNG en la zona de Tierra Caliente de Guerrero en su colindancia con Michoacán, puerta de entrada al corredor que lleva a Churumuco, La Huacana, Tumbiscatio, Aguililla y Apatzingán, epicentro de una sangrienta disputa territorial entre organizaciones criminales.

“Goyo” Portillo Mendoza, como llaman al alcalde de Zirándaro, es identificado como un hombre cercano a la alcaldesa de Acapulco, Adela Román, quien en días recientes ha visto cómo la violencia se ha incrementado contra los comerciantes del puerto quienes han tenido pérdidas cuantiosas por incendios intencionales atribuidos a extorsionadores ligados a grupos delincuenciales que pelean el municipio.

La propaganda criminal en la zona de Tierra Caliente ha sido prolífica al diseminar contrainformación para generar confusión, pero también para ventilar datos sobre posibles pistas del movimiento de recursos financieros en las campañas electorales como las que se desarrollan por estos días. El movimiento de recursos financieros fue noticia esta semana al quedar anuladas por la Sala Superior del Tribunal Electoral las candidaturas de Morena a las gubernaturas de Michoacán y Guerrero, por no presentar informes de gastos en precampaña.

El reflector se posa ahora sobre uno de los candidatos de este partido que aparece en la lista de los más buscados por la DEA, y al que las autoridades locales y federales no han informado si lo investigan.

La visita la semana pasada del Nuncio Apostólico Franco Coppola a Aguililla, forma parte de la importancia que el Papa Francisco ha dado a los informes que las diócesis de Apatzingán y Ciudad Altamirano, han enviado puntualmente sobre la grave situación que viven los ciudadanos en la región de Tierra Caliente.

Quizá por eso molestó tanto el dicho del ex Embajador estadounidense en México Christopher Landau, cuando comentó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha “dejado hacer” a los cárteles de la droga mostrando una actitud pasiva.

Una actitud que su partido reproduce con algunos de sus abanderados en Tierra Caliente, donde ha sido la DEA la que de nuevo ha puesto el dedo para exhibir que el crimen muta junto con la clase política en el poder.

@velediaz424