/ sábado 11 de julio de 2020

Fyilosofía En Expresión | Pueblo guerrero

La primera parte para muchos parecía una especie de juego, casi como salir de vacaciones o un puente de esos largos, pero poco a poco empezamos a ver algunos cambios hasta llegar al día de hoy donde la desesperación empieza a hacerse evidente.

En algunos lugares de la República podemos ver largas filas de personas que sin respetar la “sana distancia” esperan efusivos y desesperados la apertura de centros comerciales y lugares de recreación, fiestas, reuniones secretas y otro tipo de acciones incluidas las menos criticables como las productivas en la búsqueda de ingresos, se ven por todas partes.

Pero también las noticias, cada vez más cerca se observan casos del devastador virus.

Los escépticos luchan desde pequeñas o grandes trincheras, con ataques que van desde teorías conspiranoicas y datos numéricos sacados de fuentes fantasmas hasta historias urbanas, con el afán de propagar el no confinamiento y la rebelión al abuso de los encerradores.

Pero ¿los muertos?, claro que de algo habremos de morir, pero esto no indica la necesidad de buscar el matadero.

Nos estamos enterando de que no tenemos contenido, palabra que desde su raíz pudiera significar el todo material e inmaterial con que contamos, que nuestras vidas sólo significan un recurso financiero y en su caso quien no tiene la necesidad por gozar de un salario o una jubilación, su movilidad.

Estamos en crisis y en una crisis que va más allá del empleo y que aunque es ahí donde empieza a apretar el zapato llega hasta un desgaste brutal de la fortaleza y el afán de sobrevivir, requerimos de un proceso de reorganización y no solamente como ciudades y países, sino como familias e individuos.

Empezar por cada vida, cómo está mi salud, en qué condiciones se encuentra el envase, el vehículo en el que viajo, ya que desgraciadamente la falta de la cultura de la previsión auxiliada por la inhumana desatención de nuestros gobiernos a la pésima alimentación y estilo de vida de nuestro pueblo ha logrado colocarnos en desventaja.

Qué cambios puedo realizar para modificar el resultado que presenta mi deterioro, qué prácticas puedo incluir en favor de mi vida, yoga, meditación, espiritualidad, caminata, saltar una cuerda o algún otro ejercicio pudieran ser factor determinante para atenuar algunos síntomas o para reducir la posibilidad de acabar enterándose de uno de estos males ante la presencia del asesino microscópico cuando ya no haya nada que hacer.

¿Qué más puedo implementar para aumentar mis posibilidades económicas? ¿existirá algún recurso en línea que pudiera favorecerme? o tal vez intentar nuevas estrategias actualizadas a esta situación que me permitan comercializar mis productos y servicios, entregas a domicilio, ofertas y precios especiales, nuevos nichos de clientes que tal vez antes no me eran interesantes, sinergias, alianzas estratégicas, convenios de colaboración, intercambios y otras medidas pudieran ser recursos que tal vez no nos enriquecerán pero podrían hacer más llevadera la situación.

La práctica de actividades que generen la integración de la familia y cambien la cara de un confinamiento semejante a un encierro dramático y de corte dictatorial por una especie de viaje compartido en el que se puedan vivir momentos de alegría, paz y buena voluntad. Lectura, dibujo, canto, baile o simplemente conversaciones en las que los miembros puedan expresar sus emociones de forma liberadora ante la contingencia.

Separarnos un poco de la crítica destructiva, la batalla de las fuerzas políticas y económicas a través de los medios de difusión, las grandes joyas de la estadística mundial, la ejecución de las técnicas de manipulación de los imperios que de forma casi imperceptible nos colocan en uno de los bandos y de alguna forma nos generan por un lado la sensación del cansancio semejante a la productividad y por otro nos separan de nuestros cercanos, esos con quienes podemos generar la magia a partir del poder de la unión y sacarnos unos a otros adelante.

Sin pretender convertir esta entrega en un discurso moral, efusivo, motivacional y sensibloide que presente la alternativa del amor que ama por sobre todas las cosas, propongo la alternativa inteligente y convenenciera de la ayuda mutua, del grupo en defensa del grupo y del todos para uno y uno para todos.

El enfoque en lo que está cerca, primero en mí, después en la familia, en el que está a mi lado, en mi colonia, en mi ciudad y así hasta hablar de mi país.

Dejar un poco de atender el problema desde una visión global o macro, para atenderlo desde el micro universo de mi existencia y lo que sí está a mi alcance, lograr evolucionar desde la aceptación del cambio a una postura más positiva, creativa y generosa que incluso en medio del miedo y la incertidumbre, me permita concentrarme en lo valioso para sacar jugo y beneficio a cada instante que me sea posible vivir, alguno tras las paredes de esta historia, otro debajo de una máscara pero siempre con la claridad de mantenernos con vida.

Seguramente habrá algo que podamos hacer, alguien con menos que nosotros a quien podamos ayudar, sostener o al menos inspirar, una partida que a través de una sonrisa, una mano extendida, unas monedas o unas palabras podamos ganarle al virus y someterlo al nivel microbiano que le corresponde, cualidad que como humanidad sin duda alguna tenemos, ya que hemos demostrado poder sobrevivir a todo, a pesar de los pesares.

Vamos México, no te rindas.

hey@gryita.com

fb: Gryita Fuerte

REGENERACIÓN 19

La primera parte para muchos parecía una especie de juego, casi como salir de vacaciones o un puente de esos largos, pero poco a poco empezamos a ver algunos cambios hasta llegar al día de hoy donde la desesperación empieza a hacerse evidente.

En algunos lugares de la República podemos ver largas filas de personas que sin respetar la “sana distancia” esperan efusivos y desesperados la apertura de centros comerciales y lugares de recreación, fiestas, reuniones secretas y otro tipo de acciones incluidas las menos criticables como las productivas en la búsqueda de ingresos, se ven por todas partes.

Pero también las noticias, cada vez más cerca se observan casos del devastador virus.

Los escépticos luchan desde pequeñas o grandes trincheras, con ataques que van desde teorías conspiranoicas y datos numéricos sacados de fuentes fantasmas hasta historias urbanas, con el afán de propagar el no confinamiento y la rebelión al abuso de los encerradores.

Pero ¿los muertos?, claro que de algo habremos de morir, pero esto no indica la necesidad de buscar el matadero.

Nos estamos enterando de que no tenemos contenido, palabra que desde su raíz pudiera significar el todo material e inmaterial con que contamos, que nuestras vidas sólo significan un recurso financiero y en su caso quien no tiene la necesidad por gozar de un salario o una jubilación, su movilidad.

Estamos en crisis y en una crisis que va más allá del empleo y que aunque es ahí donde empieza a apretar el zapato llega hasta un desgaste brutal de la fortaleza y el afán de sobrevivir, requerimos de un proceso de reorganización y no solamente como ciudades y países, sino como familias e individuos.

Empezar por cada vida, cómo está mi salud, en qué condiciones se encuentra el envase, el vehículo en el que viajo, ya que desgraciadamente la falta de la cultura de la previsión auxiliada por la inhumana desatención de nuestros gobiernos a la pésima alimentación y estilo de vida de nuestro pueblo ha logrado colocarnos en desventaja.

Qué cambios puedo realizar para modificar el resultado que presenta mi deterioro, qué prácticas puedo incluir en favor de mi vida, yoga, meditación, espiritualidad, caminata, saltar una cuerda o algún otro ejercicio pudieran ser factor determinante para atenuar algunos síntomas o para reducir la posibilidad de acabar enterándose de uno de estos males ante la presencia del asesino microscópico cuando ya no haya nada que hacer.

¿Qué más puedo implementar para aumentar mis posibilidades económicas? ¿existirá algún recurso en línea que pudiera favorecerme? o tal vez intentar nuevas estrategias actualizadas a esta situación que me permitan comercializar mis productos y servicios, entregas a domicilio, ofertas y precios especiales, nuevos nichos de clientes que tal vez antes no me eran interesantes, sinergias, alianzas estratégicas, convenios de colaboración, intercambios y otras medidas pudieran ser recursos que tal vez no nos enriquecerán pero podrían hacer más llevadera la situación.

La práctica de actividades que generen la integración de la familia y cambien la cara de un confinamiento semejante a un encierro dramático y de corte dictatorial por una especie de viaje compartido en el que se puedan vivir momentos de alegría, paz y buena voluntad. Lectura, dibujo, canto, baile o simplemente conversaciones en las que los miembros puedan expresar sus emociones de forma liberadora ante la contingencia.

Separarnos un poco de la crítica destructiva, la batalla de las fuerzas políticas y económicas a través de los medios de difusión, las grandes joyas de la estadística mundial, la ejecución de las técnicas de manipulación de los imperios que de forma casi imperceptible nos colocan en uno de los bandos y de alguna forma nos generan por un lado la sensación del cansancio semejante a la productividad y por otro nos separan de nuestros cercanos, esos con quienes podemos generar la magia a partir del poder de la unión y sacarnos unos a otros adelante.

Sin pretender convertir esta entrega en un discurso moral, efusivo, motivacional y sensibloide que presente la alternativa del amor que ama por sobre todas las cosas, propongo la alternativa inteligente y convenenciera de la ayuda mutua, del grupo en defensa del grupo y del todos para uno y uno para todos.

El enfoque en lo que está cerca, primero en mí, después en la familia, en el que está a mi lado, en mi colonia, en mi ciudad y así hasta hablar de mi país.

Dejar un poco de atender el problema desde una visión global o macro, para atenderlo desde el micro universo de mi existencia y lo que sí está a mi alcance, lograr evolucionar desde la aceptación del cambio a una postura más positiva, creativa y generosa que incluso en medio del miedo y la incertidumbre, me permita concentrarme en lo valioso para sacar jugo y beneficio a cada instante que me sea posible vivir, alguno tras las paredes de esta historia, otro debajo de una máscara pero siempre con la claridad de mantenernos con vida.

Seguramente habrá algo que podamos hacer, alguien con menos que nosotros a quien podamos ayudar, sostener o al menos inspirar, una partida que a través de una sonrisa, una mano extendida, unas monedas o unas palabras podamos ganarle al virus y someterlo al nivel microbiano que le corresponde, cualidad que como humanidad sin duda alguna tenemos, ya que hemos demostrado poder sobrevivir a todo, a pesar de los pesares.

Vamos México, no te rindas.

hey@gryita.com

fb: Gryita Fuerte

REGENERACIÓN 19