/ miércoles 10 de febrero de 2021

Gobernanza y sostenibilidad | El liderazgo y la gobernanza

Spider-man es una de las figuras más icónicas de la cultura pop y con ello su historia. Aquella –también– icónica frase de “Un gran poder implica una gran responsabilidad” puede ser encontrada en internet al menos unos 6.4 millones de veces. Esta frase es importante porque representa la figura histórica del héroe que es capaz de renunciar a sus propios afectos para luchar hasta la muerte por un motivo trascendente.

Esta idea fue una constante desde la antigüedad, pero al despuntar el tercer milenio la figura quedó opacada, por figuras –dirían algunos– más humanas y no tan dispuestas a renunciar a sus propios intereses como el célebre Peter Parker.

La antigua concepción de heroicidad que brilló hasta la segunda mitad del siglo XX es muy antigua; ya los griegos consideraban la virtud –areté– como la cualidad esencial del héroe, que a su vez, pudiera ser también una cualidad esencial del liderazgo desde su perspectiva más tradicional. Los primeros estudios de liderazgo se centraron en los rasgos de los líderes bajo el supuesto del superhombre con capacidades extraordinarias. Resulta paradójico que los estudios hayan cambiado a modelos diversos y distintos al liderazgo tradicional y se hayan centrado en la actualidad en perspectivas postcarismáticos, postransformacionales, en modelos más abiertos, más horizontales y más democráticos.

Lo anterior es importante porque el liderazgo, la heroicidad y el cambio de una sociedad ya no son responsabilidad de un sujeto. Una sociedad sostenible no se constituye con caudillos ni con figuras omnipresentes, sino con proyectos colectivos y conjuntos que multipliquen las capacidades de los ciudadanos que a su vez no solo deben asumir un rol de liderazgo desde su realidad, sino ser conscientes de la responsabilidad que implica el ser parte de una sociedad en construcción.

Hoy, los ciudadanos más que nunca tienen un gran poder y con ello, una gran responsabilidad: la responsabilidad histórica de construir una mejor sociedad.

Spider-man es una de las figuras más icónicas de la cultura pop y con ello su historia. Aquella –también– icónica frase de “Un gran poder implica una gran responsabilidad” puede ser encontrada en internet al menos unos 6.4 millones de veces. Esta frase es importante porque representa la figura histórica del héroe que es capaz de renunciar a sus propios afectos para luchar hasta la muerte por un motivo trascendente.

Esta idea fue una constante desde la antigüedad, pero al despuntar el tercer milenio la figura quedó opacada, por figuras –dirían algunos– más humanas y no tan dispuestas a renunciar a sus propios intereses como el célebre Peter Parker.

La antigua concepción de heroicidad que brilló hasta la segunda mitad del siglo XX es muy antigua; ya los griegos consideraban la virtud –areté– como la cualidad esencial del héroe, que a su vez, pudiera ser también una cualidad esencial del liderazgo desde su perspectiva más tradicional. Los primeros estudios de liderazgo se centraron en los rasgos de los líderes bajo el supuesto del superhombre con capacidades extraordinarias. Resulta paradójico que los estudios hayan cambiado a modelos diversos y distintos al liderazgo tradicional y se hayan centrado en la actualidad en perspectivas postcarismáticos, postransformacionales, en modelos más abiertos, más horizontales y más democráticos.

Lo anterior es importante porque el liderazgo, la heroicidad y el cambio de una sociedad ya no son responsabilidad de un sujeto. Una sociedad sostenible no se constituye con caudillos ni con figuras omnipresentes, sino con proyectos colectivos y conjuntos que multipliquen las capacidades de los ciudadanos que a su vez no solo deben asumir un rol de liderazgo desde su realidad, sino ser conscientes de la responsabilidad que implica el ser parte de una sociedad en construcción.

Hoy, los ciudadanos más que nunca tienen un gran poder y con ello, una gran responsabilidad: la responsabilidad histórica de construir una mejor sociedad.

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