/ viernes 23 de abril de 2021

Gobernanza y sostenibilidad | Recuperar lo valioso del camino a la reconstrucción

Se ha dicho en repetidas ocasiones que la pandemia ha expuesto a la humanidad a retos sin precedentes y es cierto, pero también es cierto que ha puesto de relieve experiencias –digamos– humanizantes en todos los sectores de la población.

A más de un año del surgimiento de la pandemia, con más de 212 mil muertes en el país, la reciente aplicación de vacunas al sector educativo, augura una recuperación difícil, pero que pudiera acelerarse en la medida en la que se apliquen políticas públicas idóneas que permitan el mejoramiento de la economía. En este proceso, es importante reconocer que este mismo proceso puede nutrir de experiencias positivas la recuperación y que lo importante no está al final del camino, sino en el sendero mismo que nos está permitiendo el acercamiento de las comunidades, la colaboración entre las instituciones y la articulación de estrategias que favorezcan la reconstrucción.

La Gobernanza es justamente este proceso de colaboración que permite a los actores la operación de sus capacidades institucionales bajo una coordinación horizontal. No se puede entender la evolución institucional sin la integración de los diversos entes sociales y gubernamentales. La aplicación de la vacuna es un ejemplo de la importancia de la vinculación y de que los aparatos estatales puedan favorecer la implementación de proyectos y políticas públicas. La integración de las secretarías de Salud y Educación de Tamaulipas al programa de vacunación del sector educativo ha permitido la activación de un aparato logístico que ha dado mayor fluidez al proceso de vacunación y ha dado mejores resultados para los usuarios del servicio público.

Según algunos estudios si se vacunan 100 mil personas, unas 950 pueden ser infectadas mientras que más de 2,800 personas dejarían de infectarse a diferencia de que si no se vacunaran, 3,800 personas habrían de contagiarse. Dicho análisis expone que si mil personas se vacunan morirían tres personas. Y aunque en la mesa de la ciencia, muchas cosas pueden debatirse en función del espacio y el tiempo, el punto más importante de este reporte que incluso ha sido publicado por un diario español es que la vacuna puede revertir la terrible tendencia de contagios y de muertes.

El estudio muestra escenarios posibles, pero regresando al argumento inicial, la riqueza de la recuperación no está solamente en la recuperación misma, sino en el proceso, en el camino hacia esta reconstrucción que todos –o casi todos– anhelamos. Pero este proceso no es factible sin el andamiaje institucional que subsiste en la maquinaria de un federalismo que si bien es incompleto puede, desde mejorar la infraestructura local hasta salvar vidas. La acción pública que se genera en los estados no puede excluirse de los grandes temas del país, por el contrario, es desde lo local –como lo ha demostrado la praxis– desde donde pueden reconstituirse los factores que permitirán un mejor mañana, porque es desde lo local donde se da este encuentro de voluntades y capacidades por el bienestar de una nación.

La Gobernanza es justamente este proceso de colaboración que permite a los actores la operación de sus capacidades institucionales bajo una coordinación horizontal.

Se ha dicho en repetidas ocasiones que la pandemia ha expuesto a la humanidad a retos sin precedentes y es cierto, pero también es cierto que ha puesto de relieve experiencias –digamos– humanizantes en todos los sectores de la población.

A más de un año del surgimiento de la pandemia, con más de 212 mil muertes en el país, la reciente aplicación de vacunas al sector educativo, augura una recuperación difícil, pero que pudiera acelerarse en la medida en la que se apliquen políticas públicas idóneas que permitan el mejoramiento de la economía. En este proceso, es importante reconocer que este mismo proceso puede nutrir de experiencias positivas la recuperación y que lo importante no está al final del camino, sino en el sendero mismo que nos está permitiendo el acercamiento de las comunidades, la colaboración entre las instituciones y la articulación de estrategias que favorezcan la reconstrucción.

La Gobernanza es justamente este proceso de colaboración que permite a los actores la operación de sus capacidades institucionales bajo una coordinación horizontal. No se puede entender la evolución institucional sin la integración de los diversos entes sociales y gubernamentales. La aplicación de la vacuna es un ejemplo de la importancia de la vinculación y de que los aparatos estatales puedan favorecer la implementación de proyectos y políticas públicas. La integración de las secretarías de Salud y Educación de Tamaulipas al programa de vacunación del sector educativo ha permitido la activación de un aparato logístico que ha dado mayor fluidez al proceso de vacunación y ha dado mejores resultados para los usuarios del servicio público.

Según algunos estudios si se vacunan 100 mil personas, unas 950 pueden ser infectadas mientras que más de 2,800 personas dejarían de infectarse a diferencia de que si no se vacunaran, 3,800 personas habrían de contagiarse. Dicho análisis expone que si mil personas se vacunan morirían tres personas. Y aunque en la mesa de la ciencia, muchas cosas pueden debatirse en función del espacio y el tiempo, el punto más importante de este reporte que incluso ha sido publicado por un diario español es que la vacuna puede revertir la terrible tendencia de contagios y de muertes.

El estudio muestra escenarios posibles, pero regresando al argumento inicial, la riqueza de la recuperación no está solamente en la recuperación misma, sino en el proceso, en el camino hacia esta reconstrucción que todos –o casi todos– anhelamos. Pero este proceso no es factible sin el andamiaje institucional que subsiste en la maquinaria de un federalismo que si bien es incompleto puede, desde mejorar la infraestructura local hasta salvar vidas. La acción pública que se genera en los estados no puede excluirse de los grandes temas del país, por el contrario, es desde lo local –como lo ha demostrado la praxis– desde donde pueden reconstituirse los factores que permitirán un mejor mañana, porque es desde lo local donde se da este encuentro de voluntades y capacidades por el bienestar de una nación.

La Gobernanza es justamente este proceso de colaboración que permite a los actores la operación de sus capacidades institucionales bajo una coordinación horizontal.

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