Aunque parezca inverosímil, esta semana los más acérrimos críticos de Andrés Manuel López Obrador, -me refiero a los comentaristas y panelistas de las mesas de análisis político- dejaron salir de su casto pecho increíbles loas al Gobierno Federal o sea, a AMLO, por todos los acontecimientos que a últimas fechas se han dejado caer en cascada, relacionados con asuntos de seguridad, de economía, de comercio exterior y de solidez cambiaria de nuestro golpeado peso.
Aquellos que durante un año completo han sido ácidos detractores de la administración morenista del hombre de Macuspana, Tabasco, con un notorio esfuerzo de voluntad positiva, dejaron entrever en sus comentarios un seguro repunte en la estabilidad económica y política del país para el año que está a punto de iniciarse.
La firma del tan criticado TEMEC, el alza al salario mínimo, la detención de Genaro García Luna, la fortaleza de nuestra moneda ante el dólar, el sí de los pueblos mayas al proyecto del tren turístico y más, fueron motivo de –no sé si fingido- regocijo en los noticieros televisivos.
Creo que ya se están convenciendo.
MADERO RECUPERA SU IDENTIDAD
Como dicen en la capital del petróleo, la perla del golfo de México, “El corazón de Madero vuelve a latir”, refiriéndose a la brillante labor que está relizando su alcalde Adrián Oseguera Kernion, en base a obras de infraestructura urbana y de rescate de su identidad histórica.
Por ejemplo, se habla muy bien de la obra monumental en el centro neurálgico de la ciudad, en la antigua Plaza de Isauro Alfaro, donde hoy se levanta casi terminado el hermoso Kiosko que será como el corazón restaurado de la ciudad.
Muy pronto ahí volverá a ser el centro de reunión de las familias maderenses, como en antaño, gracias a que el alcalde Adrián Oseguera no quitó el dedo del renglón para devolverle a su ciudad la identidad no perdida, pero sí algo extraviada por pésimas administraciones anteriores de fantoches políticos que se creyeron las torres del cielo, pero que, como dice la canción, cayeron en la humillación.
AGRADABLE ENCUENTRO
El pasado domingo tuve un agradable encuentro, coincidí en un conocido restaurante de la avenida Hidalgo con el alcalde Jesús Chucho Nader y su familia y ahí, después de muchos, muchos años, volví a saludar a un excelente amigo: Don Neder Juan Nader Habib, padre del alcalde.
Conocí a Neder Juan Nader allá por los años 76, 77, cuando él era un activo promotor de causas sociales y yo sub-director de Prensa en el Gobierno de Tamaulipas que presidió Don Enrique Cárdenas González.
Me consta de la importante labor social que en aquel entonces llevó a cuestas mi amigo Neder Juan Nader, causa por la cual recibió un amplio reconocimiento del Gobierno del Estado, a través de la señora Bertha del Avellano de Cárdenas, esposa de aquel excelente Gobernador que fue Don Enrique.
Yo estaba en el restaurante con mi hijo Carlos Alberto, mi nuera y mis dos nietas y en el protocolo de las presentaciones con Chucho, simplemente les dije: “El mejor alcalde de Tamaulipas”.
Grato encuentro.
P.D.- Todo en este mundo es perfecto, nada de lo que hagamos podrá modificar lo que ya está escrito en el libro de los Dioses. Vamos a morir, sí, pero creo que será para realmente vivir, para reencontrarse con nuestros seres queridos que ya se fueron, familiares y amigos, en lo que habrá de ser el inicio de una vida eterna plena de felicidad. Bueno, así lo creo yo.
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