/ sábado 9 de abril de 2022

Gryita.com, Fylosofía en expresión | ¡Eso no es cierto!

A continuación presento a usted un humilde manual para alegar en tiempo de pandemia. Está diseñado particularmente pensando en peleoneros y paladines de la información veraz.

Empecemos entonces con los datos.

¿De qué tenemos pruebas?

El coronavirus es real.

Los muertos pueden contarse.

La crisis económica arrecia, una parte de la población no está vacunada, no tenemos una capacidad real para educar a México, los semáforos epidemiológicos son voluntariosos, el retorno es inminente, algunas medidas de salud deberán permanecer pero, somos ingobernables.

¿Qué no está muy claro?

Bill Gates es el enemigo, el agua con sal, los aceites esenciales, el bicarbonato, las teorías conspiratorias.

El murciélago culpable, el contagio por el aire, la ropa, los zapatos, los celulares, las mascotas, los niños y en general los asintomáticos, la durabilidad de la inmunidad a través de vacunas, contagio y refuerzos que aún no se aclara si son estrictamente necesarios y de ser así cuántos durante la vida.

No importa el dato, el punto es que la avalancha de información falsa y verdadera cae sobre todos.

Algunos están muy mal informados pero no lo saben.

¿Cómo podemos hablar con quien consideramos está desinformado, teniendo cuidado de no ser ese nosotros mismos?

Aquí algunas opciones.

Primero que nada considero que no debemos olvidar la cordialidad, recordemos aquel dicho popular que reza que “lo cortés no quita lo valiente”.

Ahora respondamos las siguientes preguntas, ¿estamos en el escenario adecuado para una conversación? fiestas familiares, filas en lugares públicos o reuniones sociales no parecen ser buenas opciones.

¿Alcanzará el tiempo para conclusiones? ¿Cuál será el beneficio de debatir?¿Las personas parecen interesadas en someter a juicio sus argumentos?

Tener a mano los razonamientos a defender y aquí lo mejor es contar con datos claros y precisos.

Estadísticas, fuentes oficiales, datos comprobables.

Trate siempre con respeto e interés el comentario del otro.

No rechace sus argumentos, más bien presente adecuadamente los suyos.

Muéstrese interesado en intercambiar datos, muestre sus fuentes, proponga alternativas de información e investigación y ofrezca envíos de datos calificados.

Tenga muy claro su objetivo, ¿qué deseamos lograr?¿tener razón?¿ganar?¿compartir tranquilidad? ¿generar bienestar?

Ahora y esto es sumamente importante para poder llevar una alegata a una zona de respeto y no a batallas absolutamente estériles, procure mantenerse bien informado.

No agreda, que no gane el apasionamiento.

No seamos irónicos, esto no aporta nada, al menos no a la conciliación, al consenso ni al acuerdo.

No se burle de su información, recuerde que para cada quien su realidad no solo es la correcta sino que es la única.

No descalifique, es necesario tener claro que en fenómenos como el que actualmente está viviendo la humanidad, nadie es experto e incluso los que así son considerados están a partir de sus conocimientos enfrentando un fenómeno en lo particular nunca visto.

No se enoje, es necesario que aprendamos en este país, que más que imaginarnos que se encuentra en vías de desarrollo sería valioso al menos colocarlo en vías de maduración, de manera que informarnos, dudar, disentir, argumentar, debatir y llegar a acuerdos sea parte de la agenda a todos los niveles, sin enemistarnos y sin aceptar ser manipulados para favorecer los beneficios de unos cuantos a quienes muy probablemente les ayude más nuestra ignorancia e incapacidad discursiva, que la verdadera gestación de una sabiduría funcional, más que de mote.

Por último y a modo de conclusión recordemos que el no estar de acuerdo después de cotejar argumentos con amabilidad puede ser como ejercicio nuestro primer punto de acuerdo.

Todos estamos preocupados y la verdad para evolucionar lo mejor sería ayudarnos.

Somos un equipo nacional que trabaja para salvar la vida.

RE-GENERACIÓN 19

Escríbeme:

  • gryitafuerte@gmail.com
  • Facebook Gryita Fuerte


A continuación presento a usted un humilde manual para alegar en tiempo de pandemia. Está diseñado particularmente pensando en peleoneros y paladines de la información veraz.

Empecemos entonces con los datos.

¿De qué tenemos pruebas?

El coronavirus es real.

Los muertos pueden contarse.

La crisis económica arrecia, una parte de la población no está vacunada, no tenemos una capacidad real para educar a México, los semáforos epidemiológicos son voluntariosos, el retorno es inminente, algunas medidas de salud deberán permanecer pero, somos ingobernables.

¿Qué no está muy claro?

Bill Gates es el enemigo, el agua con sal, los aceites esenciales, el bicarbonato, las teorías conspiratorias.

El murciélago culpable, el contagio por el aire, la ropa, los zapatos, los celulares, las mascotas, los niños y en general los asintomáticos, la durabilidad de la inmunidad a través de vacunas, contagio y refuerzos que aún no se aclara si son estrictamente necesarios y de ser así cuántos durante la vida.

No importa el dato, el punto es que la avalancha de información falsa y verdadera cae sobre todos.

Algunos están muy mal informados pero no lo saben.

¿Cómo podemos hablar con quien consideramos está desinformado, teniendo cuidado de no ser ese nosotros mismos?

Aquí algunas opciones.

Primero que nada considero que no debemos olvidar la cordialidad, recordemos aquel dicho popular que reza que “lo cortés no quita lo valiente”.

Ahora respondamos las siguientes preguntas, ¿estamos en el escenario adecuado para una conversación? fiestas familiares, filas en lugares públicos o reuniones sociales no parecen ser buenas opciones.

¿Alcanzará el tiempo para conclusiones? ¿Cuál será el beneficio de debatir?¿Las personas parecen interesadas en someter a juicio sus argumentos?

Tener a mano los razonamientos a defender y aquí lo mejor es contar con datos claros y precisos.

Estadísticas, fuentes oficiales, datos comprobables.

Trate siempre con respeto e interés el comentario del otro.

No rechace sus argumentos, más bien presente adecuadamente los suyos.

Muéstrese interesado en intercambiar datos, muestre sus fuentes, proponga alternativas de información e investigación y ofrezca envíos de datos calificados.

Tenga muy claro su objetivo, ¿qué deseamos lograr?¿tener razón?¿ganar?¿compartir tranquilidad? ¿generar bienestar?

Ahora y esto es sumamente importante para poder llevar una alegata a una zona de respeto y no a batallas absolutamente estériles, procure mantenerse bien informado.

No agreda, que no gane el apasionamiento.

No seamos irónicos, esto no aporta nada, al menos no a la conciliación, al consenso ni al acuerdo.

No se burle de su información, recuerde que para cada quien su realidad no solo es la correcta sino que es la única.

No descalifique, es necesario tener claro que en fenómenos como el que actualmente está viviendo la humanidad, nadie es experto e incluso los que así son considerados están a partir de sus conocimientos enfrentando un fenómeno en lo particular nunca visto.

No se enoje, es necesario que aprendamos en este país, que más que imaginarnos que se encuentra en vías de desarrollo sería valioso al menos colocarlo en vías de maduración, de manera que informarnos, dudar, disentir, argumentar, debatir y llegar a acuerdos sea parte de la agenda a todos los niveles, sin enemistarnos y sin aceptar ser manipulados para favorecer los beneficios de unos cuantos a quienes muy probablemente les ayude más nuestra ignorancia e incapacidad discursiva, que la verdadera gestación de una sabiduría funcional, más que de mote.

Por último y a modo de conclusión recordemos que el no estar de acuerdo después de cotejar argumentos con amabilidad puede ser como ejercicio nuestro primer punto de acuerdo.

Todos estamos preocupados y la verdad para evolucionar lo mejor sería ayudarnos.

Somos un equipo nacional que trabaja para salvar la vida.

RE-GENERACIÓN 19

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