El Sistema Educativo está en crisis y no es novedad.
Como lo he dicho en columnas anteriores, la autocrítica es fundamental para el logro de cualquier objetivo.
Continué investigando el tema y pude saber que esta semana se reunieron Supervisores y Directores de Escuelas Secundarias Generales y Técnicas, Públicas y Privadas de la zona convocados por el Centro Regional de Desarrollo Educativo y la Jurisdicción Sanitaria, para plantear términos para el regreso a las aulas.
Buenas ideas pero poco prácticas y lejanas a lo real.
Hablan de actividades por tres o cuatro horas diarias, de una a dos veces por semana lo cual constituye una asesoría que suponen fortalecerá el plan de enseñanza en línea que continuará como se entiende.
El Director del plantel nombrará a dos personas como responsables de que se lleven a cabo los protocolos sanitarios, uno de ellos un empleado de la institución y el otro un padre de familia.
Dichos protocolos consisten en el control del filtro sanitario, toma de temperatura, preguntas para detección de problemas de salud, correcta utilización de aditamentos de prevención, en el caso de que ocurra algún contagio serán quienes se harán cargo del alumno, su aislamiento momentáneo y conducción hacia los padres de familia y a su vez su reinserción a clases cuando haya pasado el periodo de enfermedad y recuperación del mismo.
Los espacios entre bancos será de 1.5 a 2 metros, en el entendido de que algunas escuelas no cuentan con los espacios suficientes para albergar el gran número de alumnos que manejan por lo que deberán trabajar en horarios fraccionados, en dos o tres segmentos, con un máximo de 15 alumnos por salón.
Ahora vamos a la realidad.
Dos escuelas de la zona que fueron revisadas por las autoridades educativas enfrentan una gran dificultad, la cual será similar en otras, son escuelas que atienden a poco más de 1200 alumnos y cuentan con un baño que solamente tiene 4 lavabos, creo que eso no era bueno antes y mucho menos hoy.
La solución actual es la improvisación exterior de aproximadamente 10 lavamanos económicos, que en promedio darán servicio a más de 85 alumnos cada uno, lo cual además de solo ser una solución parcial, constituirá todo un reto en lo que a consumibles y otros dispositivos como el papel para secado y dispensadores se requiere.
Aquí las preguntas.
¿Cree usted que dos personas podrán encargarse de los protocolos antes mencionados?
¿Quién pagará las adecuaciones considerando que hasta ahora no ha recibido nadie ningún recurso ni insumo para dicho efecto?
¿Han pensado en las enormes cantidades de equipos y consumibles que se requieren?
Tan solo el protocolo de entrada a las 3 o 4 horas de asesoría, si se aplica correctamente llevará una hora el ingreso, además de que no creo que el beneficio sea considerable ni en lo educativo, ni en lo social, amén del riesgo.
Las escuelas particulares aun contando con recursos e infraestructura, refieren que sus padres de familia prefieren continuar con la educación a distancia por creer poco conveniente realizar el movimiento de ida y vuelta de sus hijos para correr riesgos en un par de horas efectivas de asesoría cuando pueden tener un horario corrido de clases en la seguridad del hogar al cual ya están más o menos habituados, mientras la situación se controla, lo cual me parece normal.
¿Usted puede vislumbrar como yo lo que va a ocurrir?
Empezarán con ánimo pero sin lo indispensable, todo será económico, hechizo y de fácil destrucción, pronto se quedarán sin lo básico, las medidas acabarán burlándose y el precio lo pagarán los Maestros, el personal, los alumnos y los padres.
Creo que es necesario admitir el desastre, sacarlo a la luz y atenderlo de una forma más seria, más creativa y con una fuerte inyección de recursos. Tal vez por el momento lo mejor sería fortalecer, pero de verdad, la educación a distancia.
Pobre México, su sistema educativo no sabe y no aprende.
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