¿Qué te parece intentar vivir solo un día a la vez?
Sí, ya sé que esta frase suena trillada y más cuando definitivamente la estás pasando mal.
¿Pero te has puesto a pensar que es la única medida real de vida que tenemos?
La naturaleza nos enseña cuánto dura ese ciclo activo para disfrutar básicamente de existir, el día y la noche no ofrecen juicio alguno, simplemente son manifestaciones que te hablan de ese tema tan sencillo, ¡estás con vida!
Inicia, termina y vuelve a empezar, ¿por qué no concentrarse por un momento sólo en este bloque existencial? buscar que este día sea placentero, suspender la solución urgente de tu futuro y la oscuridad brutal de tu pasado, sólo existir pacíficamente con tu entorno y desde ahí avanzar.
Buscar el acompañamiento correcto si es que lo necesitas, cumplir tus objetivos, hacer una mejora y sostener el rumbo, sólo este día, paso a paso, con serenidad, un escalón a la vez.
¿Por qué sufrimos?
Primero que nada porque queremos controlarlo todo, deseamos siempre tener razón y que aquello que para nosotros constituye “la realidad” lo sea para todos los demás, así entramos en conflicto con los que nos rodean y en muchas ocasiones con nosotros mismos.
De esta misma forma deseamos controlar la vida, la cual nos demuestra a cada paso que es inmedible, incalculable, incontrolable e impredecible, si no lo crees reflexiona por un momento lo que ocurrió con el virus, ¿dónde te encontrabas cuando te enteraste que un monstruo microscópico venía desde China y estaba tratando de destruir a la humanidad?¿cuáles eran tus planes en ese tiempo?, nadie, absolutamente nadie lo vimos venir.
Deseamos sólo lo agradable de la vida, el placer inmediato, para lo que fuimos entrenados, sin considerar que lo que no es exactamente como queremos es parte de la misma vida, es decir no se puede separar lo positivo de lo negativo, porque la vida es sólo como es y eso es una calificación que nosotros hacemos con nuestros conceptos.
¿Por ejemplo, por qué para algunos es malo que gane un equipo y para otros es bueno, al final es el mismo juego y ambas cosas son factibles y probables?
Esto nos impide ver con claridad y por lo tanto aprender y crecer.
Nos concentramos en la negatividad.
Aprendimos a romper la realidad, a quebrar el concepto unitario de la vida para separarla en un concepto binario en donde las dos partes son contrarias, el bien y el mal son el principio del problema, vivimos una condición dual inventada por nosotros, día-noche, luz-oscuridad, salud-enfermedad, vida-muerte.
Por eso creemos que cuando las cosas están en un extremo están mal y en el otro están bien, lo cual al final es cuestión de percepción y perspectiva.
Generamos cambios de ánimo, buscamos el placer inmediato, nos consume la ambición, los malos hábitos, vivimos en una carrera interminable hacia la nada, al final sólo tenemos un temor, morir, por lo tanto hemos cancelado de mil formas a la muerte, la hemos convertido en el principio de otra vida, en un descanso pacífico, plantando así en la vida la semilla de la tragedia.
¿Qué sería bueno entender?
¡Que te vas a morir! pero que la muerte es parte de la vida y significa paz perfecta, aquí puedes entender que la paz no te la darán ni las personas, ni las cosas, ni ninguna situación, sino la carencia de ambición, que la vida tiene un término, así que no deberías perder tiempo y disfrutarla lo más posible, que la vida es como es y simplemente hay días nublados, lluviosos, soleados y fríos y en todos puedes encontrar la forma de pasarla bien, que al final no tendremos nada y podemos ensayar el desapego, entender que todo terminará, que nada es permanente y que podemos disfrutar y soltar.
Aprender a volar ligero, a respirar la libertad.
Sufrimos porque estamos mal entrenados.
Como dijo el maestro Carl Sagan "somos mariposas que vuelan un día, pensando que lo harán para siempre”
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