/ sábado 16 de abril de 2022

Gryita.com, Fylosofía en expresión | Pensamiento colectivo

Definitivamente éste es un tiempo sui generis.

Estamos viviendo una experiencia que jamás hubiéramos imaginado.

Creo que nadie esperábamos que ocurriera, nos tomó por sorpresa, ni tampoco una vez que logramos aceptarlo, que duraría tanto.

El mundo se encuentra duramente afectado y nuestro país no es la excepción.

Se estudian nuevas variantes de la mortífera creatura, los semáforos cambian como confeti de piñata, la afectación a comercios y en general a la vida pública sigue clara y absolutamente presente.

Las pérdidas, incluyendo aquí las más terribles que se refieren a vidas humanas y secuelas de la enfermedad, en algunos casos son absolutamente irreparables.

La vacunación, con el llamado refuerzo, se volvió a convertir en un difícil reto debido a la cantidad de población y a la necesidad de una planeación eficaz, pero además ante una clara negligencia por parte de algunos segmentos del grupo humano que simplemente se niegan a vacunarse o a la segunda y tercera entrega del biológico, a pesar de que se siguen abriendo opciones de incluso 24 horas por parte de las Fuerzas Armadas para ofrecerlo.

¿Pero qué hay de la gente, qué es lo que se percibe en el ambiente, qué estamos haciendo usted y yo para enfrentar esta situación?

¿Seremos capaces de entender que este momento exige ciertamente además del ejercicio de la libertad en lo que a comercio y cuidados de salud se refiere, el ejercicio de una prudencia verdadera, inteligente y sobre todo bien informada?

¿Hasta qué punto hemos hecho consciencia y entendido que esta situación generó un cambio y que debemos adaptarnos, lo cual no ocurrirá ignorando los datos?

En la entrega de hoy vamos a tratar de resolver éstas y otras incógnitas.

Empecemos por el principio, parece ser que algunas de las medidas resultaron muy funcionales y que hoy sabemos más que antes sobre la manera en que debemos tratar al monstruo microscópico.

Dichas medidas son hasta donde sabemos el uso de cubrebocas, aún indicado como obligatorio en lugares cerrados, el uso del mismo de forma opcional en sitios abiertos, el lavado de manos con agua y jabón de forma frecuente e intensa, el distanciamiento social que incluye la moderación en la asistencia al espacio público, el evitar lo más posible el contacto físico, evitar tocarse la cara y por supuesto el aplicarse la vacuna hasta hoy de forma voluntaria con sus respectivos refuerzos según el grupo etario al cual se pertenezca.

También que parece ser que continúan las mutaciones pero que hasta el día de hoy las vacunas siguen siendo capaces para contenerlo y sobre todo para evitar la complicación mortal.

Se escucha que en otros países sigue habiendo problemas, esto incluye avances y retrocesos pero de la misma forma ya hemos aprendido a cruzar los puentes cuando llegamos a ellos, obviamente considerando que lo nuestro, lo que se dice lo nuestro, no es precisamente la previsión.

¿Ahora, por qué no pensar desde una posición adaptativa?

Le explico, analizar que definitivamente es necesario reactivar la economía a través del comercio, la convivencia y en general es inminente por el bien de todos el volver al espacio público, pero qué tal desde una perspectiva organizada, haciendo uso de la inteligencia, de la reflexión, del sentido común y por supuesto de la experiencia ya vivida en semaforazos anteriores, que después del lanzamiento de todos contra todos a la vida pública y en sociedad, tuvimos que enfrentar incrementos en contagios y nuevos confinamientos.

¿Qué tal si esta vez lo hacemos diferente?

Salgamos, vayamos a los paseos, convivamos, compremos los productos de los demás pero haciendo acopio de sabiduría y cuidando de cumplir las indicaciones sanitarias mencionadas en párrafos anteriores, de manera que tal vez volvamos todos de las vacaciones sagradas, tal vez no santificados, pero sanos sí.

Piense por favor, le aseguro que no duele.

Escríbeme.

  • gryitafuerte@gmail.com
  • Facebook: Gryita Fuerte
  • RE-GENERACIÓN 19

Definitivamente éste es un tiempo sui generis.

Estamos viviendo una experiencia que jamás hubiéramos imaginado.

Creo que nadie esperábamos que ocurriera, nos tomó por sorpresa, ni tampoco una vez que logramos aceptarlo, que duraría tanto.

El mundo se encuentra duramente afectado y nuestro país no es la excepción.

Se estudian nuevas variantes de la mortífera creatura, los semáforos cambian como confeti de piñata, la afectación a comercios y en general a la vida pública sigue clara y absolutamente presente.

Las pérdidas, incluyendo aquí las más terribles que se refieren a vidas humanas y secuelas de la enfermedad, en algunos casos son absolutamente irreparables.

La vacunación, con el llamado refuerzo, se volvió a convertir en un difícil reto debido a la cantidad de población y a la necesidad de una planeación eficaz, pero además ante una clara negligencia por parte de algunos segmentos del grupo humano que simplemente se niegan a vacunarse o a la segunda y tercera entrega del biológico, a pesar de que se siguen abriendo opciones de incluso 24 horas por parte de las Fuerzas Armadas para ofrecerlo.

¿Pero qué hay de la gente, qué es lo que se percibe en el ambiente, qué estamos haciendo usted y yo para enfrentar esta situación?

¿Seremos capaces de entender que este momento exige ciertamente además del ejercicio de la libertad en lo que a comercio y cuidados de salud se refiere, el ejercicio de una prudencia verdadera, inteligente y sobre todo bien informada?

¿Hasta qué punto hemos hecho consciencia y entendido que esta situación generó un cambio y que debemos adaptarnos, lo cual no ocurrirá ignorando los datos?

En la entrega de hoy vamos a tratar de resolver éstas y otras incógnitas.

Empecemos por el principio, parece ser que algunas de las medidas resultaron muy funcionales y que hoy sabemos más que antes sobre la manera en que debemos tratar al monstruo microscópico.

Dichas medidas son hasta donde sabemos el uso de cubrebocas, aún indicado como obligatorio en lugares cerrados, el uso del mismo de forma opcional en sitios abiertos, el lavado de manos con agua y jabón de forma frecuente e intensa, el distanciamiento social que incluye la moderación en la asistencia al espacio público, el evitar lo más posible el contacto físico, evitar tocarse la cara y por supuesto el aplicarse la vacuna hasta hoy de forma voluntaria con sus respectivos refuerzos según el grupo etario al cual se pertenezca.

También que parece ser que continúan las mutaciones pero que hasta el día de hoy las vacunas siguen siendo capaces para contenerlo y sobre todo para evitar la complicación mortal.

Se escucha que en otros países sigue habiendo problemas, esto incluye avances y retrocesos pero de la misma forma ya hemos aprendido a cruzar los puentes cuando llegamos a ellos, obviamente considerando que lo nuestro, lo que se dice lo nuestro, no es precisamente la previsión.

¿Ahora, por qué no pensar desde una posición adaptativa?

Le explico, analizar que definitivamente es necesario reactivar la economía a través del comercio, la convivencia y en general es inminente por el bien de todos el volver al espacio público, pero qué tal desde una perspectiva organizada, haciendo uso de la inteligencia, de la reflexión, del sentido común y por supuesto de la experiencia ya vivida en semaforazos anteriores, que después del lanzamiento de todos contra todos a la vida pública y en sociedad, tuvimos que enfrentar incrementos en contagios y nuevos confinamientos.

¿Qué tal si esta vez lo hacemos diferente?

Salgamos, vayamos a los paseos, convivamos, compremos los productos de los demás pero haciendo acopio de sabiduría y cuidando de cumplir las indicaciones sanitarias mencionadas en párrafos anteriores, de manera que tal vez volvamos todos de las vacaciones sagradas, tal vez no santificados, pero sanos sí.

Piense por favor, le aseguro que no duele.

Escríbeme.

  • gryitafuerte@gmail.com
  • Facebook: Gryita Fuerte
  • RE-GENERACIÓN 19