Sigo creyendo que la educación sería la vacuna más eficaz
Pero no hablo del sistema educativo, al que encuentro además de deficiente, que no ha logrado destetarse del sistema de consumo, para verdaderamente vivir un proceso evolutivo mediante el cual el ser humano reciba un entrenamiento efectivo para la vida, conocimientos prácticos encaminados a equilibrar, defender y desarrollar soluciones reales para el sostenimiento de la especie y su entorno.
Hablo de una educación que enseñe al usuario a pensar.
Si, así de simple, ese enorme privilegio que prácticamente es el único que nos separa del resto de las especies.
¿A qué viene esto?
Hace algunos días la Secretaría de Salud, por medio de su vocero el Doctor López-Gatell hizo un llamado al Estado de Quintana Roo a cuidar una vez más las normas sanitarias y concretamente a volver al confinamiento, debido al incremento de casos de contagios por el virus y la velocidad con que están ocurriendo los mismos. Un dato simple, pero interesante por el tema es que este estado es uno de los primeros que pasaron al mítico y voluntarioso “semáforo verde” y en donde hemos podido ver que las actividades volvieron rápidamente a los eventos públicos, turismo, vida nocturna y a la relajación en general de los cuidados como la sana distancia en el espacio público.
En nuestra zona del Sur de Tamaulipas está ocurriendo algo semejante.
En los días más recientes el incremento de los casos es constante, los picos empiezan a llamar la atención, las autoridades de forma blandengue hacen comentarios pequeños y casi imperceptibles pronunciamientos y por supuesto continúa aferrada a la idea de convencer mediante la concientización de la necesidad de tomar precauciones, sin ejercer una verdadera conducción inteligente, efectiva y sobre todo lógica de la contención del monstruo microscópico.
Es inevitable imaginar que oscuros intereses electorales mueven a la regulación sanitaria.
Hoy podemos ver grandes movilizaciones de personas en el espacio público, sin cumplir con las medidas de control.
¿En verdad necesitamos ser científicos para pensar que esta laxitud, irresponsabilidad y necedad pudiera hacer que pronto los casos se incrementen igual que ha sucedido en otros países e incluso en otros estados ya del nuestro?
Creo que se ha vuelto urgentemente necesaria la toma de conciencia.
La represión y el autoritarismo definitivamente no son un camino para lograr un buen clima en cuanto a libertad y paz social se refiere, pero aquí no está incluida la necesidad de guianza que requiere un pueblo por parte de sus autoridades responsables.
Creo que se está poniendo en riesgo el derecho a la salud y a la vida que son inherentes a todas las personas desde el momento en que impunemente se decide ignorar las condiciones y la forma en que ha demostrado moverse la enfermedad que aqueja al mundo.
Hoy parece ser que simplemente estamos sometidos al clima político, el virus debe esperar “amablemente” a que se cumplan los tiempos y las cosas vuelvan a la anormalidad a la que al menos por todo este tiempo no nos acostumbramos a vivir.
El mundo está cada vez en peores condiciones y va a ser necesario un cambio rotundo en la forma en que se atienden los problemas. El ignorar las circunstancias, el tapar el sol con un dedo, el fingir que no pasa nada y las “cortinas de humo”, poco a poco debido a la gravedad y potencia de los sucesos irán dejando de cumplir con su pobre función para dar paso a golpes importantes de realidad.
En el caso de las campañas políticas creo que no son absolutamente necesarios los actos masivos, sino más bien volver masiva la toma de conciencia y realmente demostrar que se desea el bienestar del pueblo y eso puede incluir el no seducirlo para a través de su notable tragedia intelectual, ponerlo en riesgo.
Yo creo que a estas alturas todos sabemos ya por quién vamos a votar.
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