/ sábado 16 de enero de 2021

Gryta.com, Fylosofía en expresión | La vacuna milagrosa

Hasta hace poco el tema principal era el virus. Y no es que lo haya dejado de ser, solo que ahora ya no es el contagio, la virulencia, los aerosoles, el “quédate en casa” ni la sapiencia de un pueblo obediente y colaborador, que de ninguna manera ha observado de forma seria las normas de sanidad e higiene para detener la pandemia, hoy es “la vacuna”.

Voces que argumentan que tardaremos años en vacunarnos todos, las redes sociales mostrando escenas y videos de cómo la colocación de la misma es una farsa, jeringas sin aguja, hábiles manos que cual prestidigitadores profesionales la aplican sin oprimir el émbolo, tramposos que están buscando la forma de “meterse en la fila” y los genios de la medicina popular diciendo que ellos no se pondrán la vacuna, porque temen les cause alguna mutación o deformidad, como si la incapacidad intelectual no lo fuera.

Por otro lado, los que se sienten felices de estar siendo en este momento inoculados con el “antídoto del miedo” que significa esta joya clínica y algunos incluso olvidando sus más profundos ideales políticos y filiación opositora, exhiben su alegría por recibir en primera etapa, ellos o sus familiares, este beneficio de parte del gobierno federal, por cierto totalmente merecido por ser parte de la primera línea médica en la guerra contra el bicho.

Pero veamos, una vez más en medio de esta crisis ¿estamos realizando un análisis objetivo de este momento?

Para empezar sí va a llevar un tiempo vacunar a toda la población, por la exigencia del manejo de los productos, la capacitación del personal, la logística territorial y demás factores técnicos, sumado todo a la cantidad de pobladores, por lo que es necesario seguir cuidando el distanciamiento social y evitando el contagio.

Ahora, parece ser que hay detalles que aún faltan por saber de la dichosa medicina biológica, por ejemplo no se sabe a ciencia cierta por cuánto tiempo genera la inmunidad, independientemente de algunos efectos secundarios que ha causado en algunas personas, afortunadamente hasta el momento mínimas y en baja proporción, asuntos que solo su utilización y el tiempo responderán.

La amenaza permanente del surgimiento de nuevas cepas y enemigos virales.

Creo que la humanidad no está realizando la lectura correcta.

Este fenómeno nos enseñó que tenemos que poner atención a nuestra capacidad de respuesta ante todo tipo de crisis.

Buscar la manera de capacitarnos como grupo humano, para atacar de forma organizada a cualquier amenaza destructiva del medio ambiente.

Establecer medidas permanentes de cuidado sanitario.

Que debemos desarrollar estrategias que favorezcan la educación comunitaria, la promoción de la salud de la población en todo sentido, medidas preventivas y de preservación de la especie.

La creatividad para establecer canales de comercialización e incluso de supervivencia grupal, ante un nuevo caso que inmovilice económica e industrialmente el país, incluidos sistemas de emergencia que toquen todas las áreas de la vida, de forma que como grupo nos sea más fácil salir adelante.

También que es necesario fortalecer la educación en términos generales, de forma que podamos elevar las capacidades que tienen que ver con el discernimiento de la información y la toma de decisiones, además de fomentar los valores humanos como la empatía, la compasión, la consideración, la generosidad y el amor al prójimo.

Por último, algo que pudiera ser considerado simplista, pero en lo que ha quedado clara nuestra deficiencia, debemos aprender a seguir instrucciones.

Estamos delante de lo que puede ser el inicio de la respuesta del medio a todas nuestras brillantes intervenciones como especie y pienso que es el momento adecuado para pertrecharnos, ya que me parece que no es imposible el pensar que puedan existir nuevas amenazas globales.

No hay vacuna que libre al ser humano de “ser humano”.

hey@gryita.com

fb: Gryita Fuerte

RE-GENERACIÓN 19

Hasta hace poco el tema principal era el virus. Y no es que lo haya dejado de ser, solo que ahora ya no es el contagio, la virulencia, los aerosoles, el “quédate en casa” ni la sapiencia de un pueblo obediente y colaborador, que de ninguna manera ha observado de forma seria las normas de sanidad e higiene para detener la pandemia, hoy es “la vacuna”.

Voces que argumentan que tardaremos años en vacunarnos todos, las redes sociales mostrando escenas y videos de cómo la colocación de la misma es una farsa, jeringas sin aguja, hábiles manos que cual prestidigitadores profesionales la aplican sin oprimir el émbolo, tramposos que están buscando la forma de “meterse en la fila” y los genios de la medicina popular diciendo que ellos no se pondrán la vacuna, porque temen les cause alguna mutación o deformidad, como si la incapacidad intelectual no lo fuera.

Por otro lado, los que se sienten felices de estar siendo en este momento inoculados con el “antídoto del miedo” que significa esta joya clínica y algunos incluso olvidando sus más profundos ideales políticos y filiación opositora, exhiben su alegría por recibir en primera etapa, ellos o sus familiares, este beneficio de parte del gobierno federal, por cierto totalmente merecido por ser parte de la primera línea médica en la guerra contra el bicho.

Pero veamos, una vez más en medio de esta crisis ¿estamos realizando un análisis objetivo de este momento?

Para empezar sí va a llevar un tiempo vacunar a toda la población, por la exigencia del manejo de los productos, la capacitación del personal, la logística territorial y demás factores técnicos, sumado todo a la cantidad de pobladores, por lo que es necesario seguir cuidando el distanciamiento social y evitando el contagio.

Ahora, parece ser que hay detalles que aún faltan por saber de la dichosa medicina biológica, por ejemplo no se sabe a ciencia cierta por cuánto tiempo genera la inmunidad, independientemente de algunos efectos secundarios que ha causado en algunas personas, afortunadamente hasta el momento mínimas y en baja proporción, asuntos que solo su utilización y el tiempo responderán.

La amenaza permanente del surgimiento de nuevas cepas y enemigos virales.

Creo que la humanidad no está realizando la lectura correcta.

Este fenómeno nos enseñó que tenemos que poner atención a nuestra capacidad de respuesta ante todo tipo de crisis.

Buscar la manera de capacitarnos como grupo humano, para atacar de forma organizada a cualquier amenaza destructiva del medio ambiente.

Establecer medidas permanentes de cuidado sanitario.

Que debemos desarrollar estrategias que favorezcan la educación comunitaria, la promoción de la salud de la población en todo sentido, medidas preventivas y de preservación de la especie.

La creatividad para establecer canales de comercialización e incluso de supervivencia grupal, ante un nuevo caso que inmovilice económica e industrialmente el país, incluidos sistemas de emergencia que toquen todas las áreas de la vida, de forma que como grupo nos sea más fácil salir adelante.

También que es necesario fortalecer la educación en términos generales, de forma que podamos elevar las capacidades que tienen que ver con el discernimiento de la información y la toma de decisiones, además de fomentar los valores humanos como la empatía, la compasión, la consideración, la generosidad y el amor al prójimo.

Por último, algo que pudiera ser considerado simplista, pero en lo que ha quedado clara nuestra deficiencia, debemos aprender a seguir instrucciones.

Estamos delante de lo que puede ser el inicio de la respuesta del medio a todas nuestras brillantes intervenciones como especie y pienso que es el momento adecuado para pertrecharnos, ya que me parece que no es imposible el pensar que puedan existir nuevas amenazas globales.

No hay vacuna que libre al ser humano de “ser humano”.

hey@gryita.com

fb: Gryita Fuerte

RE-GENERACIÓN 19