/ sábado 3 de julio de 2021

Gryta.com, Fylosofía en expresión | Volver al principio

Hace un año estábamos hablando de un escenario parecido.

Los semáforos cambian de tono según la vibra de las conveniencias.

Sobran hechos de cómo el contagio se incrementa de forma relacional a eventos comerciales, sociales o políticos que corresponden al interés de los más potentes grupos de poder.

La manipulación de la masa a través de la construcción de escenarios a modo, incrementa de forma instantánea e incluso descoyuntada la esperanza, la algarabía, la fe y otros artificios emocionales provocándola a olvidar la presencia del más grande azote a la salud de la humanidad en las más recientes décadas y volcarse al espacio público basando su seguridad y la de los suyos en un espejismo, pero carente del aprendizaje que debiera haberle concedido la experiencia.

Ya deberíamos poder discernir y reaccionar con astucia cuando aparece en el foro de los destinos de la patria el equipo de magos que aún en una total enemistad, pero debido a los objetivos individuales, se asocian a la perversa obra para convencernos de que debemos hacer tal o cual cosa.

Es notorio el costo electoral en el tema de salud ¿pero y todas las demás facturas?

Cual “Noche de San Juan” todos los actores, amigos y enemigos unidos en feroz bacanal en pro de la repartición del control de la nación auspiciaron , con dinero de todos, la más grande manifestación de irresponsabilidad a últimas fechas, generando las ansiadas libertades de una población que enferma más que de un virus, de tristeza, miedo, incertidumbre y pobreza, no puede contenerse y como abeja cae víctima de su naturaleza ante la seducción de la flor venenosa que le cobra caro su adicción al ansiado néctar, la solución inmediata.

Esperar el ejercicio de la razón y la bondad de mano de las fuerzas políticas, industriales, comerciales y del orden de los grandes beneficiados del dinero en todas sus esferas es una necedad y además por asuntos que tienen que ver directamente con su naturaleza fría, dura y fáctica con una utopía.

El pueblo cuenta con el privilegio del pensamiento, pero no con la habilidad de la reflexión.

La ignorancia ha sido la materia prima del control que ha permitido resultados como la corrupción, la pobreza, la desigualdad, el lento desarrollo, la ruptura del tejido social, los problemas de salud, los feminicidios, el bullying entre otras tantas calamidades y desgraciadamente no se resuelve rápidamente.

¿Es tan difícil darnos cuenta?

Volvemos a fase uno y aunque de forma suave para no causar estragos seguramente en el ánimo poblacional, es posible que volverán las restricciones, lo cual afectará en cascada desde los grandes emporios económicos hasta la parte más baja y mayor de la pirámide que es el pueblo, el que llena los estadios, el que camina las calles con tambor y matraca, el que arriesga la vida a cambio de unos minutos de canciones regionales, el que no cuenta con un seguro de gastos médicos mayores, ahí es donde se encharca la tragedia, la baja en los recursos para el sostenimiento de las familias, la carencia educativa y la dificultad para salvar la vida.

¿Cree usted que va a ayudarle quién le invitó a correr el riesgo y reactivar la problemática?

Por supuesto que no, aquí se hace necesario el surgimiento de alguna nueva herramienta, una verdadera campaña de concientización al interior de los hogares, el apoyo de instituciones académicas, la iniciativa privada, figuras públicas, verdaderos líderes generando ideas de supervivencia de manera que la ecuación fantasiosa se vuelva realidad y la sumatoria de la vacuna, más bajar los contagios, la inmunidad del rebaño y la suerte, nos ayuden a salir bien librados lo más pronto posible a la mayor parte posible de la mejor manera posible.

Parece ser que el único elemento que le falta a la solución es el distanciamiento social.

Pero por favor, reflexione, analice e infórmese, créame, no duele.

gryitafuerte@gmail.com

fb: Gryita Fuerte

REGENERACIÓN-19

Hace un año estábamos hablando de un escenario parecido.

Los semáforos cambian de tono según la vibra de las conveniencias.

Sobran hechos de cómo el contagio se incrementa de forma relacional a eventos comerciales, sociales o políticos que corresponden al interés de los más potentes grupos de poder.

La manipulación de la masa a través de la construcción de escenarios a modo, incrementa de forma instantánea e incluso descoyuntada la esperanza, la algarabía, la fe y otros artificios emocionales provocándola a olvidar la presencia del más grande azote a la salud de la humanidad en las más recientes décadas y volcarse al espacio público basando su seguridad y la de los suyos en un espejismo, pero carente del aprendizaje que debiera haberle concedido la experiencia.

Ya deberíamos poder discernir y reaccionar con astucia cuando aparece en el foro de los destinos de la patria el equipo de magos que aún en una total enemistad, pero debido a los objetivos individuales, se asocian a la perversa obra para convencernos de que debemos hacer tal o cual cosa.

Es notorio el costo electoral en el tema de salud ¿pero y todas las demás facturas?

Cual “Noche de San Juan” todos los actores, amigos y enemigos unidos en feroz bacanal en pro de la repartición del control de la nación auspiciaron , con dinero de todos, la más grande manifestación de irresponsabilidad a últimas fechas, generando las ansiadas libertades de una población que enferma más que de un virus, de tristeza, miedo, incertidumbre y pobreza, no puede contenerse y como abeja cae víctima de su naturaleza ante la seducción de la flor venenosa que le cobra caro su adicción al ansiado néctar, la solución inmediata.

Esperar el ejercicio de la razón y la bondad de mano de las fuerzas políticas, industriales, comerciales y del orden de los grandes beneficiados del dinero en todas sus esferas es una necedad y además por asuntos que tienen que ver directamente con su naturaleza fría, dura y fáctica con una utopía.

El pueblo cuenta con el privilegio del pensamiento, pero no con la habilidad de la reflexión.

La ignorancia ha sido la materia prima del control que ha permitido resultados como la corrupción, la pobreza, la desigualdad, el lento desarrollo, la ruptura del tejido social, los problemas de salud, los feminicidios, el bullying entre otras tantas calamidades y desgraciadamente no se resuelve rápidamente.

¿Es tan difícil darnos cuenta?

Volvemos a fase uno y aunque de forma suave para no causar estragos seguramente en el ánimo poblacional, es posible que volverán las restricciones, lo cual afectará en cascada desde los grandes emporios económicos hasta la parte más baja y mayor de la pirámide que es el pueblo, el que llena los estadios, el que camina las calles con tambor y matraca, el que arriesga la vida a cambio de unos minutos de canciones regionales, el que no cuenta con un seguro de gastos médicos mayores, ahí es donde se encharca la tragedia, la baja en los recursos para el sostenimiento de las familias, la carencia educativa y la dificultad para salvar la vida.

¿Cree usted que va a ayudarle quién le invitó a correr el riesgo y reactivar la problemática?

Por supuesto que no, aquí se hace necesario el surgimiento de alguna nueva herramienta, una verdadera campaña de concientización al interior de los hogares, el apoyo de instituciones académicas, la iniciativa privada, figuras públicas, verdaderos líderes generando ideas de supervivencia de manera que la ecuación fantasiosa se vuelva realidad y la sumatoria de la vacuna, más bajar los contagios, la inmunidad del rebaño y la suerte, nos ayuden a salir bien librados lo más pronto posible a la mayor parte posible de la mejor manera posible.

Parece ser que el único elemento que le falta a la solución es el distanciamiento social.

Pero por favor, reflexione, analice e infórmese, créame, no duele.

gryitafuerte@gmail.com

fb: Gryita Fuerte

REGENERACIÓN-19