/ domingo 5 de noviembre de 2023

Hablando de salud y medicina | El papel fundamental del microbiota en la salud humana

Iniciaremos explicando qué es el microbiota (también conocida como flora intestinal) y se define como la variedad de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que viven principalmente en el intestino. Aunque la conocemos desde hace mucho tiempo; en la última década la investigación científica ha arrojado luz sobre este aspecto fascinante esencial de la salud humana y juegan un papel crucial en el funcionamiento de nuestro sistema digestivo y la regulación de nuestro sistema inmunológico.

¿Pero por que ha tomado tanta importancia en la última década? Pues, resulta que la microbiota no es simplemente un espectador pasivo de nuestro cuerpo, sino particularmente activo en un amplia gama de procesos biológicos: control de metabolismo, regulación del sistema inmunológico, regulación del apetito, digestivos y riesgo cardiovascular, entre otros.

El microbiota como vemos no sólo ayuda a descomponer los alimentos, sino que también desempeñan un papel fundamental en la protección contra patógenos dañinos, la producción de vitaminas y la regulación de nuestro estado de ánimo.

Uno de los sistemas que más está relacionado con el microbiota es el sistema inmunológico. Los microorganismos que viven en nuestro intestino juegan un papel clave en la maduración y regulación del sistema inmunológico desde edad muy temprana; algunas des los factores estudiados es el tipo de nacimiento ya sea por parto o cesárea, si el niño recibe lactancia materna, el inicio de la alimentación complementaria y el uso de antibióticos de forma temprana pueden modificar el microbiota intestinal en los infantes. Además ayuda a protegernos contra patógenos dañinos invasores al competir por lo recursos y el espacio en nuestro intestino.

La microbiota también influye sobre los procesos metabólicos y digestivos. Estas bacterias descomponen los alimentos que consumimos, liberando nutrientes esenciales y contribuyendo a la absorción de vitaminas y minerales. Una microbiota “sana” o “enferma” se ha relacionado con una serie de enfermedades desde enfermedades inflamatorias intestinales, hasta trastornos metabólicos como la diabetes y la obesidad.

De ahí que los hábitos alimenticios y el estilo de vida jueguen un papel fundamental en el mantenimiento de nuestra flora intestinal. El consumo excesivo de alimentos procesados, bajos en fibra, altos en grasas saturadas y carbohidratos; así como el uso indiscriminado de antibiótico, pueden alterar el equilibro de microorganismos beneficiosos en nuestro intestino.

Además investigaciones recientes han demostrado que la microbiota puede influir en la respuesta del sistema nervioso al estrés y puede modular la inflamación crónica relacionada con estado de ánimo y enfermedades neuropsiquiátricas. Por otro lado, algunos autores han destacado que las emociones negativas y el estrés pueden influir sobre la microbiota saludable. De ahí que se estén explorando terapias potenciales para modular la flora intestinal, como probióticos específicos para la salud mental.

Un dato asombroso es que el microbiota representa hasta el 2% del peso corporal total en un ser humano promedio. Este porcentaje puede variar de acuerdo con la edad, la dieta y otros factores. Por ejemplo, un individuo de 75 Kg de peso, los microorganismos que viven en su intestino representarían 1.5 Kg de ese peso; ¿sorprendente no?

En conclusión, la flora intestinal no es simplemente un conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo; es un factor crucial en nuestra salud y bienestar. Las investigaciones en este campo continúan expandiéndose, y a medida que lo hace es posible que veamos avances revolucionarios en el campo de la medicina que aprovechen el poder de estos microorganismos que viven en nuestro intestino para tratar enfermedades, mejorar la salud mental y la salud humana en general.

Cuidar y mantener equilibrada nuestro microbiota con estilos de vida saludables es un componente de la atención médica preventiva y personalizada del futuro.

Iniciaremos explicando qué es el microbiota (también conocida como flora intestinal) y se define como la variedad de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que viven principalmente en el intestino. Aunque la conocemos desde hace mucho tiempo; en la última década la investigación científica ha arrojado luz sobre este aspecto fascinante esencial de la salud humana y juegan un papel crucial en el funcionamiento de nuestro sistema digestivo y la regulación de nuestro sistema inmunológico.

¿Pero por que ha tomado tanta importancia en la última década? Pues, resulta que la microbiota no es simplemente un espectador pasivo de nuestro cuerpo, sino particularmente activo en un amplia gama de procesos biológicos: control de metabolismo, regulación del sistema inmunológico, regulación del apetito, digestivos y riesgo cardiovascular, entre otros.

El microbiota como vemos no sólo ayuda a descomponer los alimentos, sino que también desempeñan un papel fundamental en la protección contra patógenos dañinos, la producción de vitaminas y la regulación de nuestro estado de ánimo.

Uno de los sistemas que más está relacionado con el microbiota es el sistema inmunológico. Los microorganismos que viven en nuestro intestino juegan un papel clave en la maduración y regulación del sistema inmunológico desde edad muy temprana; algunas des los factores estudiados es el tipo de nacimiento ya sea por parto o cesárea, si el niño recibe lactancia materna, el inicio de la alimentación complementaria y el uso de antibióticos de forma temprana pueden modificar el microbiota intestinal en los infantes. Además ayuda a protegernos contra patógenos dañinos invasores al competir por lo recursos y el espacio en nuestro intestino.

La microbiota también influye sobre los procesos metabólicos y digestivos. Estas bacterias descomponen los alimentos que consumimos, liberando nutrientes esenciales y contribuyendo a la absorción de vitaminas y minerales. Una microbiota “sana” o “enferma” se ha relacionado con una serie de enfermedades desde enfermedades inflamatorias intestinales, hasta trastornos metabólicos como la diabetes y la obesidad.

De ahí que los hábitos alimenticios y el estilo de vida jueguen un papel fundamental en el mantenimiento de nuestra flora intestinal. El consumo excesivo de alimentos procesados, bajos en fibra, altos en grasas saturadas y carbohidratos; así como el uso indiscriminado de antibiótico, pueden alterar el equilibro de microorganismos beneficiosos en nuestro intestino.

Además investigaciones recientes han demostrado que la microbiota puede influir en la respuesta del sistema nervioso al estrés y puede modular la inflamación crónica relacionada con estado de ánimo y enfermedades neuropsiquiátricas. Por otro lado, algunos autores han destacado que las emociones negativas y el estrés pueden influir sobre la microbiota saludable. De ahí que se estén explorando terapias potenciales para modular la flora intestinal, como probióticos específicos para la salud mental.

Un dato asombroso es que el microbiota representa hasta el 2% del peso corporal total en un ser humano promedio. Este porcentaje puede variar de acuerdo con la edad, la dieta y otros factores. Por ejemplo, un individuo de 75 Kg de peso, los microorganismos que viven en su intestino representarían 1.5 Kg de ese peso; ¿sorprendente no?

En conclusión, la flora intestinal no es simplemente un conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo; es un factor crucial en nuestra salud y bienestar. Las investigaciones en este campo continúan expandiéndose, y a medida que lo hace es posible que veamos avances revolucionarios en el campo de la medicina que aprovechen el poder de estos microorganismos que viven en nuestro intestino para tratar enfermedades, mejorar la salud mental y la salud humana en general.

Cuidar y mantener equilibrada nuestro microbiota con estilos de vida saludables es un componente de la atención médica preventiva y personalizada del futuro.