/ sábado 22 de febrero de 2020

Hablemos de Tecnología | Caperucita Roja

Existe un peor ciego que aquel que no quiere ver, el que ve la maldad, y permanece indiferente, en un mundo donde el estado de derecho parece más una utopía que un status quo, debemos aprender a protegernos, a cuidarnos unos a otros, a no permanecer en silencio y a tomar de la tecnología las herramientas que se conviertan en armas, para caminar seguros en este bosque plagado de monstruos.

México lleva décadas padeciendo oleadas de inseguridad, y la masificación de los medios, el acceso inmediato a las noticias y la posibilidad de compartir ideas y posturas, pone en el escenario internacional cada día de manera lamentable en muchas acciones, delitos y crímenes que parecen superar a la más oscura película de terror, y denuncian una nación que se cae a pedazos. En el país tan solo el año pasado hubo más de 2,800 feminicidios, en el caso de niñas hubo un promedio de 12 víctimas por mes.

Las víctimas recurrentes, ya no son solo mujeres y niñas, cada día más personas de distinta etnología, condiciones sociales, nivel de estudios o cualquier otro parámetro de los que inventamos para absurdamente diferenciarnos, es lastimada. Y en un humilde esfuerzo desde mi trinchera digital, hoy quiero dedicar este valioso espacio a presentarle, amigo lector, algunas herramientas y metodologías que apoyan en la seguridad física de todos nosotros y de las personas que amamos.

Del mundo de las páginas de ventas en internet podemos obtener de manera fácil, cómoda y legal artículos para la defensa personal, de carácter no letal y a precios accesibles, los vaporizadores de gas irritante, los silbatos de seguridad y las alarmas personales son ejemplos de ello, también en sitios como Amazon® es posible adquirir lámparas de alta luminosidad que aturden por medio de luz blanca a un posible agresor, aquí lo importante no reside en el hecho de adquirirlos, sino en saber instruir a nuestros hijos en su uso responsable, que no se trata de juguetes, sino de herramientas que solo deben usarse en una situación de riesgo.

También quiero recomendarle el uso de trackers GPS, con la capacidad de localizar a una persona privada de su libertad o pérdida, los cuales han ido evolucionando tanto que ahora pueden esconderse en un llavero, un colgante, un reloj, la suela de un zapato e incluso para los más pudientes existen empresas que pueden colocarlos de manera subdérmica por medio de un implante simple.

Otra de las recomendaciones es tener siempre configurado dentro de nuestro Smartphone los números de seguridad y emergencia, actualmente ya no es necesario contar con una aplicación especial, ya que los sistemas dominantes en el mercado como Android & iOS lo permiten, el proceso es muy similar en ambos y consiste en situarnos en la pantalla de desbloqueo del celular, si todavía no tenemos una, la configuraremos añadiendo un PIN, huella o patrón de desbloqueo desde los “Ajustes de seguridad” del sistema. En la parte baja de la pantalla de bloqueo, buscamos la palabra “EMERGENCIA” y pulsamos sobre ella. Pulsamos 2 veces sobre el botón de “Información de emergencia”, y en la siguiente pantalla sobre el icono del lápiz. Introducimos nuestro PIN, huella o patrón de desbloqueo para continuar. De esta forma, accederemos a un panel donde introduciremos nuestra información personal para emergencias. Añadimos todos los datos pertinentes, como el nombre, dirección, alergias, medicación e incluso si somos donantes de órganos. Por último, en el apartado “Contactos de emergencia” añadiremos el teléfono de aquella persona a la que queremos que llamen en caso de necesidad.

Existen además aplicaciones gratuitas en ambos sistemas destinadas a atender, con diversas metodologías las situaciones de riesgo para cualquier persona, ¿Cuál le recomiendo? Todas. Pero en la mayoría de los casos que han sacudido al país, la inmensa mayoría de las víctimas ni siquiera tenía acceso a un celular convencional, mucho menos a un teléfono inteligente, de ahí mi mayor recomendación va en dos sentidos, a los gobiernos de cualquier nivel y al poder judicial, para que establezcan metodologías de Sistemas de Datos Abiertos, en donde a través de enlaces se pueda tener acceso restringido a toda cámara de seguridad que apunte a la vía pública, sea de gobierno, empresas o particulares. Y en caso de las familias, el poder aplicar metodologías como la de “Camino Seguro” en donde las madres de familia y las escuelas establezcan una arteria que lleve a la institución y que sean los mismos vecinos los que cuiden el tránsito de los menores a la hora de acceso y salida de las escuelas, no importan si son tus niños, en cada infante está implícita la responsabilidad y la esperanza en el futuro de México.

La tragedia más grande reside en la indiferencia, ¿Por qué ofrecer millones para dar con los responsables de un crimen y apenas centavos para trabajar en prevenirlo? Parafraseando al gran Antoine de Saint-Exupéry “Veo Humanos, pero no veo humanidad”. –El Principito (1943).

“Para Fátima”, tuviste que marcharte, para que muchas se quedaran.

Nos vemos en la Red:

Existe un peor ciego que aquel que no quiere ver, el que ve la maldad, y permanece indiferente, en un mundo donde el estado de derecho parece más una utopía que un status quo, debemos aprender a protegernos, a cuidarnos unos a otros, a no permanecer en silencio y a tomar de la tecnología las herramientas que se conviertan en armas, para caminar seguros en este bosque plagado de monstruos.

México lleva décadas padeciendo oleadas de inseguridad, y la masificación de los medios, el acceso inmediato a las noticias y la posibilidad de compartir ideas y posturas, pone en el escenario internacional cada día de manera lamentable en muchas acciones, delitos y crímenes que parecen superar a la más oscura película de terror, y denuncian una nación que se cae a pedazos. En el país tan solo el año pasado hubo más de 2,800 feminicidios, en el caso de niñas hubo un promedio de 12 víctimas por mes.

Las víctimas recurrentes, ya no son solo mujeres y niñas, cada día más personas de distinta etnología, condiciones sociales, nivel de estudios o cualquier otro parámetro de los que inventamos para absurdamente diferenciarnos, es lastimada. Y en un humilde esfuerzo desde mi trinchera digital, hoy quiero dedicar este valioso espacio a presentarle, amigo lector, algunas herramientas y metodologías que apoyan en la seguridad física de todos nosotros y de las personas que amamos.

Del mundo de las páginas de ventas en internet podemos obtener de manera fácil, cómoda y legal artículos para la defensa personal, de carácter no letal y a precios accesibles, los vaporizadores de gas irritante, los silbatos de seguridad y las alarmas personales son ejemplos de ello, también en sitios como Amazon® es posible adquirir lámparas de alta luminosidad que aturden por medio de luz blanca a un posible agresor, aquí lo importante no reside en el hecho de adquirirlos, sino en saber instruir a nuestros hijos en su uso responsable, que no se trata de juguetes, sino de herramientas que solo deben usarse en una situación de riesgo.

También quiero recomendarle el uso de trackers GPS, con la capacidad de localizar a una persona privada de su libertad o pérdida, los cuales han ido evolucionando tanto que ahora pueden esconderse en un llavero, un colgante, un reloj, la suela de un zapato e incluso para los más pudientes existen empresas que pueden colocarlos de manera subdérmica por medio de un implante simple.

Otra de las recomendaciones es tener siempre configurado dentro de nuestro Smartphone los números de seguridad y emergencia, actualmente ya no es necesario contar con una aplicación especial, ya que los sistemas dominantes en el mercado como Android & iOS lo permiten, el proceso es muy similar en ambos y consiste en situarnos en la pantalla de desbloqueo del celular, si todavía no tenemos una, la configuraremos añadiendo un PIN, huella o patrón de desbloqueo desde los “Ajustes de seguridad” del sistema. En la parte baja de la pantalla de bloqueo, buscamos la palabra “EMERGENCIA” y pulsamos sobre ella. Pulsamos 2 veces sobre el botón de “Información de emergencia”, y en la siguiente pantalla sobre el icono del lápiz. Introducimos nuestro PIN, huella o patrón de desbloqueo para continuar. De esta forma, accederemos a un panel donde introduciremos nuestra información personal para emergencias. Añadimos todos los datos pertinentes, como el nombre, dirección, alergias, medicación e incluso si somos donantes de órganos. Por último, en el apartado “Contactos de emergencia” añadiremos el teléfono de aquella persona a la que queremos que llamen en caso de necesidad.

Existen además aplicaciones gratuitas en ambos sistemas destinadas a atender, con diversas metodologías las situaciones de riesgo para cualquier persona, ¿Cuál le recomiendo? Todas. Pero en la mayoría de los casos que han sacudido al país, la inmensa mayoría de las víctimas ni siquiera tenía acceso a un celular convencional, mucho menos a un teléfono inteligente, de ahí mi mayor recomendación va en dos sentidos, a los gobiernos de cualquier nivel y al poder judicial, para que establezcan metodologías de Sistemas de Datos Abiertos, en donde a través de enlaces se pueda tener acceso restringido a toda cámara de seguridad que apunte a la vía pública, sea de gobierno, empresas o particulares. Y en caso de las familias, el poder aplicar metodologías como la de “Camino Seguro” en donde las madres de familia y las escuelas establezcan una arteria que lleve a la institución y que sean los mismos vecinos los que cuiden el tránsito de los menores a la hora de acceso y salida de las escuelas, no importan si son tus niños, en cada infante está implícita la responsabilidad y la esperanza en el futuro de México.

La tragedia más grande reside en la indiferencia, ¿Por qué ofrecer millones para dar con los responsables de un crimen y apenas centavos para trabajar en prevenirlo? Parafraseando al gran Antoine de Saint-Exupéry “Veo Humanos, pero no veo humanidad”. –El Principito (1943).

“Para Fátima”, tuviste que marcharte, para que muchas se quedaran.

Nos vemos en la Red: