“La inteligencia sin ambición es un pájaro sin alas”: Salvador Dalí
Se dice que todos tenemos un plan, hasta que la vida nos planta una bofetada en la cara, y en ocasiones, esos cambios son tan fuertes y tan abruptos que parecen salidos de la nada, de la niebla que sabemos que está cerca, pero que nunca vemos venir, hasta que ya es demasiado tarde.
Y...un día dijo: “Sin mí no hay arte”. Salvador Dalí fue sencillamente excepcional, su amor por los gatos era innegable, aunque no era precisamente un gato común su mascota favorita “Babou”, sino un ocelote que le habían regalado en Colombia en los 60, y que llevaba atado a una enorme cadena de oro a todas partes, y comienzo, amigo lector, esta columna con tan arbitraria referencia debido a que mucho se relaciona con dos de los más importantes proyectos que existen actualmente en desarrollo del campo de la Inteligencia Artificial.
Hasta hace muy poco, aquellos que nos dedicamos al campo del estudio de los Sistemas Computacionales, al tocar el tema en debate de las implicaciones que la Inteligencia Artificial pudiera tener en nuestros días, terminábamos muchas veces concluyendo que, si bien, había ya grandes avances en el medio, estábamos muy lejos como humanidad de poder programar “Entes Creativos”.
Es decir, algoritmos capaces de escribir un poema, pintar una obra de arte, hacer un dibujo o incluso sostener una larga conversación sobre temas variados, pero hoy, como de costumbre, el futuro no nos alcanzó, nos pasó por encima.
DALL-E 2 es el nombre que la empresa OpenAI ha dado a uno de sus más grandes proyectos en el área, se trata de, en sus propias palabras, “un nuevo sistema de Inteligencia Artificial capaz de crear imágenes realistas y arte a partir de descripciones en lenguaje natural”. Y vaya que lo consigue, con resultados que sobrepasan lo que cualquiera de nosotros hubiera podido imaginar sobre las capacidades de una máquina para crear una imagen artística. Desarrollamos el ambiente de aprendizaje, las nutrimos de millones de datos de imágenes y sus descripciones y las máquinas hicieron el resto, están aprendiendo de maneras aceleradas sobre esto y también muchas cosas más.
Y es que solo basta una sencilla búsqueda por Google por supuesto con el término “Imágenes generadas por DALL-E” para que OpenAI y sus investigadores muestren miles de imágenes que difícilmente creeríamos que no tuvieron mayor intervención humana en su creación, es por ello seguramente que decidieron ponerle ese característico nombre del cual seguro hubiera estado orgulloso el pintor.
Actualmente estas herramientas siguen en fases de desarrollo y solo está disponible para investigadores asociados a la empresa en el área y en una especia de demo en su web en donde podemos ver algunos ejemplos prefabricados, https://openai.com/dall-e-2/
Existen otras muchas herramientas que llevan por su parte investigaciones independientes del tema de modelos generativos, solo basta darte una vuelta por internet para encontrar varias de ellas, y como lo he escrito antes, no solo para imágenes, y es aquí que entra … el GATO.
GATO es un tipo muy especial de IA, se trata de uno de los más exitosos proyectos de la empresa DeepMind y que consigue hacer -solo que de manera más efectiva- lo que anteriores proyectos ya hacían … aprender. Y esto es mucho más de Machine Learning.
El proyecto GATO es una inteligencia del tipo multimodal, originalmente su aprendizaje fue enfocado en aprender y superar videojuegos de la consola Atari®, aprendiendo en muy breve tiempo a pasarlos todos con un rendimiento muy superior al de cualquier jugador humano experto, pero lo mejor es que no se queda ahí, el proyecto le ha dotado de otras “habilidades” como el poder generar texto y llevar una conversación realista como los modelos GPT-3 ya existentes, y una extraordinaria capacidad de poder agrupar “Modelos de Pensamiento” basados en lenguaje natural, por ejemplo, ya es capaz de responder preguntas que presentarían complejidad para “personas reales”.
Otra de sus características interesantes es la de poder generar descripciones en texto o en voz muy exactas de una imagen o video dados como datos de entrada, reconocer a personas por su rostro, voz e incluso algún día por otros parámetros como su tamaño, huella de calor o patrones al caminar o moverse.
Es impresionante, amigo lector, hasta dónde hemos llegado, pero aún más lo será a dónde podremos llegar en tan solo 10 años más o menos, veremos cambios acelerados en los modelos de Inteligencia Artificial y, por consecuencia, aplicaciones de los mismos que parecerán superar a cualquier película de ciencia ficción. Bendito futuro, maldita ambición, solo el tiempo lo dirá.
Paz y Bien.
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