No existe la casualidad, existe la causalidad, porque vivimos en espacios condicionados a las capacidades, y nuestro entorno loco por planear con pasión y modelar el futuro, se ajusta simplemente a sobrevivir el presente, en una dinámica constante de prueba y error, comenzamos a valorar lo que disfrutamos solamente cuando nos es ajeno, cuando lo hemos perdido, y esto incluye en nuestro estilo de vida a nuestros formatos de interacción, de comunicación y de satisfacción absoluta.
¿Qué pasaría si dejara de funcionar el Internet? Si de manera concreta todas las redes de telecomunicaciones basadas en la web colapsaran, dejaran de funcionar de manera permanente y tuviéramos que volver a los modelos y esquemas más tradicionales, una vuelta de timón y estamos a principios de los ochentas del siglo pasado, cuando apenas de manera experimental, Internet comenzaba a permear los estilos de vida en unos pocos países.
¿Es difícil imaginarlo verdad?, pues ese escenario amigo lector, patentiza un miedo constante en el colapso del servicio a nivel mundial hoy más que nunca, sobre todo por el índice de saturación que algunos proveedores deben lidiar en el día a día; y que con los formatos de la “Nueva normalidad” y el llamado constante al “Quédate en Casa” ha hecho que la demanda de los servicios de comunicación digital crezca de manera exponencial en México y el mundo.
A decir verdad, es complejo determinar en este momento qué tanto creció la demanda de cada servicio particular basado en la red en el planeta, lo cierto es que las personas hoy pasamos un promedio de 30 % más de tiempo conectados y en demanda de los servicios, cosas que son distintas, me explico, no es lo mismo estar las 24 h conectados a un servicio digital como WhatsApp® de las cuales solo se interactúa alrededor de 2 h al día, que estar solo 12 h conectado, pero estar 10 de ellas en uso casi permanente del servicio. Más allá de la demanda de conexiones, el tráfico que se genera en las mismas agota las capacidades de soporte de muchos operadores que luchan, junto a sus equipos de ingeniería y telecomunicaciones por “levantar” los servicios en el menor tiempo posible. Pero aun sea breve, es difícil evitar las burlas, señalamientos y quejas que la sociedad red hace, a veces de manera muy dura, cuando los han dejado 15 minutos desconectados de sus redes sociales. ¿Verdad Telcel®?
Y esta podría ser la tendencia de los próximos meses si las operadoras no se ponen las pilas con la modernización y escalamiento de muchos servicios.
La Asociación Mexicana de Internet realiza cada dos años un estudio de los hábitos y alcances de los usuarios de Internet en México y en el último presentado (2018), descubrimos la base de las tendencias que nos aquejan hoy:
“El 92% de los usuarios prefieren conectarse a internet a través de su dispositivo móvil, lo que convierte a estos aparatos en el medio de acceso a internet más utilizado en México. Le siguen las computadoras portátiles (laptops), con 76 %, las computadoras de escritorio (48 %), las consolas de videojuego, con 47 %, y las tablets, con 42 por ciento.”
Sobre el perfil del usuario de internet en México, el estudio revela que tanto hombres como mujeres usan internet prácticamente por igual, además que las personas de nivel socioeconómico bajo, que engloba a 18 % de los usuarios, ha crecido en su uso de internet 5 % en los últimos dos años, aunque quienes más usan internet son las personas de los niveles socioeconómicos medio alto y medio bajo que agrupan a 68 % de la población. Y si bien hoy prácticamente 7 de cada 10 mexicanos es usuario de la red, existe también la tendencia a la focalización del uso y consumo del mismo, me explico, cada día son más los usuarios que usan internet en un celular para consultar Facebook®, escuchar música por Spotify® o YouTube® y charlar vía WhatsApp® que los que utilizan internet para buscar información de cualquier otro índole, haciendo espacios para determinar que internet está dejando de ser un medio de comunicación y transmisión de información y conocimiento, para convertirse en el nuevo paradigma del entretenimiento, una nueva televisión, pero potenciada con muchos más recursos.
Hoy día, internet mueve más dinero que las transacciones comerciales en físico, al menos a nivel social, no industrial, y esto poco tiene que ver con el escenario que nos aqueja con el Covid-19, ya que esta era una tendencia sostenida desde años atrás.
Pronto podríamos ver fenómenos poco ortodoxos en el manejo de la red, que sin duda también causarían mucho daño, por ejemplo, la aparición de un internet VIP, la aparición y el aumento de impuestos a los contenidos digitales, alegando el tema del Copyright, y de a poco, el mismo fenómeno que siempre nos caracteriza a los humanos: “Creer que por poseer un recurso que pocos más tienen, somos mejores seres humanos”. Luchemos, desde donde podamos por un Internet Libre y al alcance de todos.
Quédate en Casa.
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Uno nunca puede estar seguro de lo que debe hacer y jamás tendrá la certeza de que ha hecho lo correctoZygmunt Bauman
