/ sábado 29 de febrero de 2020

Hablemos de Tecnología | El Gran Hermano al rescate

Al mundo lo mueven los visionarios, lo crean los constantes y lo matan los necios. Las dos tesis fundamentales que confrontan nuestros tiempos ya no son capitalismo contra comunismo, sino libertad contra control, dentro del abstracto tejido social volvemos a los fundamentales, pero dentro del contexto de un mundo que ha dejado, por mucho, de ser fundamental y se ha convertido en un mundo tecnológico.

El tema central del debate mundial hoy es el coronavirus Covid-19, ha dejado de ser importante el origen, las causas, la letalidad (ya fríamente entendida) y al centro de la discusión se coloca ahora, ¿Cómo controlarlo?, y entendamos por controlarlo no solo encontrar una medicina o vacuna efectiva, sino también cómo establecer los medios y protocolos para limitar al máximo su propagación.

Israel anunció en la semana que pronto tendrá lista una vacuna, me sorprende grandemente que potencias médicas como Cuba, Reino Unido, EEUU, India o la misma China con toda su tecnología no la hayan desarrollado aún.

Me cuesta trabajo creer que África, India y Latinoamérica están casi "libres" de coronavirus, temo que la verdadera razón es que en estas tres grandes regiones ni siquiera hay métodos eficaces para su detección, ni siquiera hay mecanismos y metodologías para dictaminarlo y, peor aún, no hay una cultura del chequeo oportuno. Me aterra pensar que muchos países dicen no tener la enfermedad porque ni siquiera tienen pruebas para detectarla.

Por su parte China parece ser que está controlando la propagación de la enfermedad en su territorio, ¿Acaso encontraron ya una cura?, ¿Es que se están volviendo inmunes?, nada de eso, la razón: un estricto control sanitario y social, acciones masivas que en las democracias occidentales podrían ser calificadas de dictatoriales, recordemos que el gigante de Asia tiene controlado más del 70% de su inmenso territorio por cámaras de seguridad, que lleva un registro y seguimiento de sus ciudadanos, y que sus medios de comunicación también están controlados por el gobierno. ¿Debemos entonces sacrificar “libertad” por bienestar? Este puede ser por mucho el debate principal de la agenda mundial en los próximos años, contamos con los medios tecnológicos como el IoT, el BigData, el GPS y el reconocimiento facial, la polémica se encuentra en cómo deben de ser aplicados y hasta qué punto por el bien de la salud de un país, sin saltar esa delgada línea que hemos denominado los derechos humanos.

Ayer viernes se dio a conocer de manera oficial el primer caso en México, y aún prevalece la incertidumbre de cuántos más pudiera ya haber sin ser contabilizados, es aquí donde más allá de las acciones de gobierno, nosotros mismos podemos colaborar con buenas prácticas para evitar el contagio masivo. Recomendaciones básicas como la higiene y la cultura del chequeo médico nos pueden aportar. También el mantenernos informados por los medios oficiales y formales, no hacer caso de las “fake news” que abundan en las redes sociales y que solo tratan de causar pánico y desinformar, ayer mismo leía en twitter a un sujeto que afirmaba que la cocaína mata al coronavirus, y luego de pensarlo creo que es verdad, la cocaína mata al coronavirus y al portador del mismo.

Por el contrario, debemos de apoyarnos en las bondades de las herramientas tecnológicas para el bien común, existen personas que invierten muchos miles de pesos en una pantalla Led, pero no cuentan en casa con un termómetro láser o un paquete de cubrebocas, debemos dar la correcta dimensión a las cosas y, ante todo, debemos de priorizar la salud, porque puede haberlo todo, pero sin salud no hay nada.

La OMS ha puesto a disposición del público una herramienta digital de seguimiento en tiempo real de los contagios a nivel mundial, la cual puede ser consultada desde https://cutt.ly/nr7g3e0, además informa lo siguiente sobre el virus: “Los síntomas más comunes son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Algunas personas se infectan, pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad, han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica”. –OMS.

Sin duda afuera las crisis pueden ser muy grandes, pero creo profundamente que la clave no está en ser reactivo sino en ser precavido. “Las crisis te obligan a hacer más con menos. Algunos de los mejores proyectos surgen de las mayores dificultades”. –Norman Foster.

Nos vemos en la Red:

Al mundo lo mueven los visionarios, lo crean los constantes y lo matan los necios. Las dos tesis fundamentales que confrontan nuestros tiempos ya no son capitalismo contra comunismo, sino libertad contra control, dentro del abstracto tejido social volvemos a los fundamentales, pero dentro del contexto de un mundo que ha dejado, por mucho, de ser fundamental y se ha convertido en un mundo tecnológico.

El tema central del debate mundial hoy es el coronavirus Covid-19, ha dejado de ser importante el origen, las causas, la letalidad (ya fríamente entendida) y al centro de la discusión se coloca ahora, ¿Cómo controlarlo?, y entendamos por controlarlo no solo encontrar una medicina o vacuna efectiva, sino también cómo establecer los medios y protocolos para limitar al máximo su propagación.

Israel anunció en la semana que pronto tendrá lista una vacuna, me sorprende grandemente que potencias médicas como Cuba, Reino Unido, EEUU, India o la misma China con toda su tecnología no la hayan desarrollado aún.

Me cuesta trabajo creer que África, India y Latinoamérica están casi "libres" de coronavirus, temo que la verdadera razón es que en estas tres grandes regiones ni siquiera hay métodos eficaces para su detección, ni siquiera hay mecanismos y metodologías para dictaminarlo y, peor aún, no hay una cultura del chequeo oportuno. Me aterra pensar que muchos países dicen no tener la enfermedad porque ni siquiera tienen pruebas para detectarla.

Por su parte China parece ser que está controlando la propagación de la enfermedad en su territorio, ¿Acaso encontraron ya una cura?, ¿Es que se están volviendo inmunes?, nada de eso, la razón: un estricto control sanitario y social, acciones masivas que en las democracias occidentales podrían ser calificadas de dictatoriales, recordemos que el gigante de Asia tiene controlado más del 70% de su inmenso territorio por cámaras de seguridad, que lleva un registro y seguimiento de sus ciudadanos, y que sus medios de comunicación también están controlados por el gobierno. ¿Debemos entonces sacrificar “libertad” por bienestar? Este puede ser por mucho el debate principal de la agenda mundial en los próximos años, contamos con los medios tecnológicos como el IoT, el BigData, el GPS y el reconocimiento facial, la polémica se encuentra en cómo deben de ser aplicados y hasta qué punto por el bien de la salud de un país, sin saltar esa delgada línea que hemos denominado los derechos humanos.

Ayer viernes se dio a conocer de manera oficial el primer caso en México, y aún prevalece la incertidumbre de cuántos más pudiera ya haber sin ser contabilizados, es aquí donde más allá de las acciones de gobierno, nosotros mismos podemos colaborar con buenas prácticas para evitar el contagio masivo. Recomendaciones básicas como la higiene y la cultura del chequeo médico nos pueden aportar. También el mantenernos informados por los medios oficiales y formales, no hacer caso de las “fake news” que abundan en las redes sociales y que solo tratan de causar pánico y desinformar, ayer mismo leía en twitter a un sujeto que afirmaba que la cocaína mata al coronavirus, y luego de pensarlo creo que es verdad, la cocaína mata al coronavirus y al portador del mismo.

Por el contrario, debemos de apoyarnos en las bondades de las herramientas tecnológicas para el bien común, existen personas que invierten muchos miles de pesos en una pantalla Led, pero no cuentan en casa con un termómetro láser o un paquete de cubrebocas, debemos dar la correcta dimensión a las cosas y, ante todo, debemos de priorizar la salud, porque puede haberlo todo, pero sin salud no hay nada.

La OMS ha puesto a disposición del público una herramienta digital de seguimiento en tiempo real de los contagios a nivel mundial, la cual puede ser consultada desde https://cutt.ly/nr7g3e0, además informa lo siguiente sobre el virus: “Los síntomas más comunes son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Algunas personas se infectan, pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad, han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica”. –OMS.

Sin duda afuera las crisis pueden ser muy grandes, pero creo profundamente que la clave no está en ser reactivo sino en ser precavido. “Las crisis te obligan a hacer más con menos. Algunos de los mejores proyectos surgen de las mayores dificultades”. –Norman Foster.

Nos vemos en la Red: