Las voces de alarma impuestas por organismos y gobiernos no cesan, y aunque nuestro país está aún lejos de los números de naciones como China, Irán o Italia, en el mundo el Covid-19 continúa su marcha incesante, pero no es el único de los males, parece que estamos entrando en la era de las enfermedades, y no solo de virus y epidemias, sino de un tiempo donde nuevas patologías alteran a las personas, en lo físico, pero también en lo emocional.
No solo de internet vive el hombre, necesitamos alimentar el cuerpo y el espíritu constantemente, y las relaciones humanas, esas del cara a cara, de la charla, de la risa, la buena conversación con un café y unas ganas interminables de reparar al mundo con buenas intenciones, son las más necesarias, las hemos ido de a poco sustituyendo por interminables horas escribiendo en el WhatsApp®.
Algunos críticos modernos sostienen que internet y la tecnología nos han terminado enjaulando, aislando, que la mayor paradoja de nuestros días es que la red de hiperconexión nos ha desconectado, no solo de la tácitamente emocional, sino de la realidad misma, de lo profundamente humano. Antes nos decían que era una tristeza que “el sistema” nos dejara de ver como a personas y nos convirtiera solo en una clave o en un número (RFC, CURP, NSS), ahora hemos ido un paso más allá, y es “el algoritmo” quien ya no nos ve siquiera como una clave o un número, sino como una “cookie” relacionada a un usuario que tiene tal o cual patrón de compra.
Y dentro de este universo de relaciones digitales, es donde seguramente podremos encontrar los espacios para seguir construyendo el andamiaje de una sociedad que vive cada día más aislada, pocos nos ponemos a pensar, amigo lector, en que más allá de las empresas que venden suministros de salud, existen otras industrias que pudieran encontrar un beneficio en un escenario de pandemia mundial, por ejemplo, las que se encargan de administrar y vender productos y servicios online, de manera totalmente digital, desde el boceto publicitario hasta la conversión de la compra, todo a través de la red, desde tu smartphone o computadora hasta tu hogar en algunos casos en apenas unas horas.
Empresas que venden entretenimiento por suscripción, ya sea de series y películas por Streaming, Videojuegos, Música y Conciertos, Entrenamiento Deportivo vía remota, o la gran industria del entretenimiento para Adultos, si lo pensamos, en un escenario donde mucha gente debe quedarse en casa por el bien de su salud, no necesariamente se detiene el mundo, sociedad y comercio no necesitan buscar más espacios, ya los tienen, llevan dos décadas o más en el caso de algunos de ellos, innovando, presentes y vendiendo a través de las redes.
Más aún la sociedad misma de manera informal también tiene sus espacios, y es a través de Facebook® principalmente que se realizan las ventas, casi siempre apoyadas en un FanPage y Grupos de Venta locales.
Es en un hipotético escenario de aislamiento, también la productividad del mundo sigue su marcha, y aunque en México y Latinoamérica aún tiene poca penetración, el concepto de Teletrabajo cada día gana más fuerza en otros países del mundo, si bien pudiera parecer ridículo para algunas personas, las hay muchas que ya se ganan la vida prácticamente sin salir de casa. Marketing, Diseño Digital, Ventas Online, Capacitación Remota, Outsourcing en contabilidad, soporte de sistemas y muchos otros temas más son solo algunos ejemplos.
Y para llegar a ello hay que estar antes preparado, la Educación es otro buen ejemplo de cómo una industria ha sabido acoplar todo su sistema a las nuevas tecnologías, nuestra máxima casa de estudios la UAT tiene desde hace tiempo una gran oferta educativa en línea, no solo de cursos o posgrados, muchas de sus modelos de licenciatura están ya al alcance de un clic. Al igual muchas otras universidades y bachilleratos pueden ser tomados totalmente en línea.
Y bien amigo lector, no se trata de caer en pánico ante el brote de nuevas enfermedades, otras tantas como el sarampión, la diabetes, el VIH, el dengue, o la influenza común siguen matando al día miles de personas, y ni que decir de los males de los nuevos tiempos, como el estrés, la ansiedad, la depresión u otros peores como la violencia, el odio o la ignorancia. Debemos de hacer lo que hemos hecho siempre y nos ha puesto hasta el momento en la cúspide de la pirámide alimenticia (de la intelectual tengo mis dudas) debemos adaptarnos y vencer. Polaricemos al mundo convirtiendo las armas que usan para controlarnos como cápsulas de supervivencia, porque de eso se trata la vida misma, de luchar cada instante por disfrutarla y seguir en ella.
Nos vemos en la Red.
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Hablemos de Tecnología
La Sociedad del Aislamiento
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“Solía pensar que lo peor en la vida era terminar solo. No lo es, lo peor en la vida es terminar con alguien que te hace sentir como si estuvieras solo”
Robin Williams (+)
