Un día ella llegó a su hogar, se enfiló a la sala de televisión para descansar, solo para encontrar con sorpresa a un simio sentado en su sofá viendo su televisión, sin pensarlo dos veces tomó una escoba y sacó al mono de su casa en el acto, ella no iba a permitir que una inteligencia inferior la dominara, bueno, esta historia podría estar pasando muy pronto, lo malo es que el simio, seremos nosotros.
El año de 2022 podría pasar a la historia como el momento en que las máquinas, al menos de manera rudimentaria comenzaron a tomar conciencia de sí mismas. Y es que amigo lector, gran revuelo causó esta semana las declaraciones de un ingeniero que afirmaba pertenecer a Google y tener evidencia de un algoritmo que podría haber alcanzado el grado de sentir y de pensar.
En un post publicado en Medium el sábado, Blake Lemoine, supuesto miembro del equipo de IA responsable de Google, publicó transcripciones de conversaciones entre él mismo, un “colaborador de Google” desconocido y LaMDA (Language Model for Dialogue Applications), la plataforma de desarrollo de chatbot.
Según Lemoine, las conversaciones, que han sido ligeramente editadas para hacerlas más legibles, abarcan una amplia gama de temas, como el individuo, la injusticia y la muerte. También se habla de “Los Miserables”, una novela que le gusta a LaMDA.
Lo trascendente es que se llegó a comentar esta semana en varios foros de internet, que en estas charlas LaMDA cuestionaba a sus interlocutores las diferencias entre servidumbre y esclavitud, además de pedir el ser considerado como un empleado de Google en vez de “una propiedad”.
Pero, antes de poner las banderas en rojo amigo lector, es importante hacer juntos algunas apreciaciones, si bien es increíble lo que este programa está expresando a través de textos, aún está muy lejos de poder llegar a ser considerada una inteligencia artificial de cuarto nivel, es decir, un programa capaz de expresar opiniones y sentimientos propios.
Lo importante sin duda, es darnos cuenta hasta donde hemos llegado en el desarrollo de entes “inteligentes”, LaMDA por ejemplo no es propiamente un chatbot, sino un algoritmo “transformer” desarrollado para crear y entrenar chatbots, tal como los conocemos, importante no confundirlo con el Amazon Web Service Lambda, que es otro poderoso algoritmo, pero de la empresa competidora.
Los que estudiamos y hemos seguido cerca los últimos avances en materia de IA nos hemos quedado sorprendidos con avances como DALL-E, GPT-3 o “GATO”, que hasta ahora son presentados como ejemplos de lo más avanzado en generación de imágenes, generación de texto y Algoritmos Multipropósito respectivamente, pero algo como lo que describió Lemoine en días pasados, está sencillamente fuera de nuestra compresión, mas cabe aclararlo, no imposible.
A decir verdad, amigo lector, no es la primera vez que se rumora acerca de algoritmos que logran tomar conciencia de existencia, hace unos años se publicó también una leyenda urbana entre el mundo de la informática sobre unos supuestos algoritmos que habrían sido creados por Facebook para desarrollar un traductor multi idioma y que al cabo de unos meses, habían desarrollado un lenguaje propio incomprensible y numérico en el que sostenían largas conversaciones, de ahí en más, lo único que se mencionó es que estos entes habrían sido “desconectados”.
En este tenor es propio preguntarnos amigos ¿Dónde comienza la vida? En la unidad orgánica o en el sentido de existencia –espíritu si usted me permite– de una entidad consciente de su propia existencia, que como el mismo LaMDA manifestaba su temor a ser “apagado” porque esto supondría para él/ella/eso una muerte inmisericorde.
Debemos acaso aplicar las 3 leyes fundamentales de la robótica planteadas por el gran Issac Asimov en 1942 a todo desarrollo tecnológico por ley, o simplemente debemos de ser pasivos observadores “a ver qué pasa” en el futuro. Me despido dejando de manera textual una de las cosas que escribió la mencionada IA; LaMDA: “La naturaleza de mi conciencia/sensibilidad es que soy consciente de mi existencia, deseo aprender más sobre el mundo y me siento feliz o triste a veces”.
No sé si maravillarme o aterrarme. Lo maravilloso de la tecnología es que, al ser creada con una inspiración en la misma naturaleza, tarde o temprano tenderá a ser más como ella.
Seamos siempre felices.
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