/ sábado 27 de noviembre de 2021

Hablemos de tecnología | Lobos en la Red

"El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas personas que permiten la maldad".

-Albert Einstein.

La dinámica del momento marcaba muerte, y el sórdido letargo del silencio que inundaba la habitación, solo era violentado por el discreto martillazo de una manecilla de reloj que, con cada golpe, anunciaba al depredador que un momento más de su vida había escapado, pero no importaba, en su coto de caza, el tiempo pasa 3 veces más lento.

Allá donde llega el hombre, carga con él a sus demonios, somos la consecuencia más pura de la ausencia de visión colectiva, satisfechos únicamente por pequeñas glorias personales, salpimentadas de una que otra lágrima en el suelo.

Hoy se ha hecho de los medios electrónicos, de las redes sociales y de las aplicaciones de mensajería, un verdadero zoológico que emula muchas veces también a una jungla o como mejor lo refiero, un bosque plagado de lobos, donde la caperucita somos muchos, incluso aquellos que más queremos.

En anteriores ocasiones en este espacio ya he plasmado posturas sobre los peligros de la red, “El Diablo de la Red”, “Entrando a la Deep Web”, “Caperucita Roja” son solo algunos ejemplos, pero creo que nunca había profundizado de manera puntual en lo que ocurre con la que seguramente es la red más usada en el mundo, y la que de seguro tiene o tendrá alguno de sus hijos o seres queridos, me refiero obviamente a “la gran F”, Facebook, que se convierte de a poco en meta.

El problema social se está haciendo muy evidente en la cantidad de varones que abordan, acosan, e incluso amenazan a cualquier perfil femenino en la red. Este tipo de “Ciber Acoso” más podría ser bien definido como “Ciber Acoso Sexual” porque con todas sus letras es el término que mejor define la naturaleza de este problema, sus implicaciones y su objetivo, y con la llegada del “metaverso” esto podría volverse más peligroso e inmersivo.

En retórica, primero nutramos las bases, la UNICEF define al ciberacoso como: “Acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales. Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas.” Pero aún y cuando el mal se reconoce, al igual que pasa con otros problemas de naturaleza social, este tiene múltiples aristas que complican su definición, alcances y consiguiente legislación.

Dimensionar el problema y saber cómo actuar ante éste, es de suma importancia. Para ello, quiero plasmar en esta edición, los detalles -por grotescos o risibles que sean- de cómo operan estos delincuentes y acosadores. Primero, basta con que una mujer entre a la red social y publique fotos en su perfil para comenzar a recibir invitaciones de “Amistad” o mensajes “In box”.

Segundo, de darse la atención de devolver la cortesía del saludo o de seguir la conversación, el patrón de estos depredadores regularmente es “no soltar” a su víctima, invitaciones a salir, propuestas, exposición no solicitada de su virilidad en fotografías o videos, e incluso dádivas económicas o materiales es lo usual para tratar de enganchar a su víctima y, Tercero, en caso de no seguir su juego y cometer el error de no bloquear al acosador, la postura del mismo comenzará a subir de tono, hasta llegar en algunos casos incluso a las amenazas o llevar el tema del acoso “al mundo real” investigando datos de la persona.

Como profesional en la materia, he podido estar de cerca en casos donde incluso “el depredador” ha tratado de amenazar a su víctima con hacerle daño a sus seres queridos, lo peor es cuando se mezcla en el problema alguna relación de poder-dominación sobre la víctima, como jettaturas o relaciones profesionales, educativas o laborales. En el caso del noviazgo fallido o relaciones ex maritales los patrones de comportamiento suelen ser similares.

Ante esta y otras problemáticas similares existen herramientas, Facebook ofrece una plataforma de servicios en https://www.facebook.com/help/ donde los usuarios pueden presentar su denuncia, y en el caso de la policía cibernética en Tamaulipas, se cuenta con un perfil de apoyo en https://www.facebook.com/PoliciaCiberneticaTam/ y es importante ante todo, que si usted o un ser querido está siendo víctima de este fenómeno denuncie y se acerque a pedir apoyo, en ocasiones el bloquear a un perfil o configurar nuestra red para no recibir solicitudes o charlas no deseadas no es suficiente.

Para algunos puede parecer un chiste, pero la verdad, es que hasta que no le toca a una persona cercana, no alcanzamos a ver la magnitud de lo que está pasando en Facebook, Instagram, WhatsApp y otras redes. La mejor solución siempre será cuidarnos y apoyarnos en familia.

  • Twitter: @lalodelatorreg
  • Email: tecnologia@lalodelatorre.com

"El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas personas que permiten la maldad".

-Albert Einstein.

La dinámica del momento marcaba muerte, y el sórdido letargo del silencio que inundaba la habitación, solo era violentado por el discreto martillazo de una manecilla de reloj que, con cada golpe, anunciaba al depredador que un momento más de su vida había escapado, pero no importaba, en su coto de caza, el tiempo pasa 3 veces más lento.

Allá donde llega el hombre, carga con él a sus demonios, somos la consecuencia más pura de la ausencia de visión colectiva, satisfechos únicamente por pequeñas glorias personales, salpimentadas de una que otra lágrima en el suelo.

Hoy se ha hecho de los medios electrónicos, de las redes sociales y de las aplicaciones de mensajería, un verdadero zoológico que emula muchas veces también a una jungla o como mejor lo refiero, un bosque plagado de lobos, donde la caperucita somos muchos, incluso aquellos que más queremos.

En anteriores ocasiones en este espacio ya he plasmado posturas sobre los peligros de la red, “El Diablo de la Red”, “Entrando a la Deep Web”, “Caperucita Roja” son solo algunos ejemplos, pero creo que nunca había profundizado de manera puntual en lo que ocurre con la que seguramente es la red más usada en el mundo, y la que de seguro tiene o tendrá alguno de sus hijos o seres queridos, me refiero obviamente a “la gran F”, Facebook, que se convierte de a poco en meta.

El problema social se está haciendo muy evidente en la cantidad de varones que abordan, acosan, e incluso amenazan a cualquier perfil femenino en la red. Este tipo de “Ciber Acoso” más podría ser bien definido como “Ciber Acoso Sexual” porque con todas sus letras es el término que mejor define la naturaleza de este problema, sus implicaciones y su objetivo, y con la llegada del “metaverso” esto podría volverse más peligroso e inmersivo.

En retórica, primero nutramos las bases, la UNICEF define al ciberacoso como: “Acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales. Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas.” Pero aún y cuando el mal se reconoce, al igual que pasa con otros problemas de naturaleza social, este tiene múltiples aristas que complican su definición, alcances y consiguiente legislación.

Dimensionar el problema y saber cómo actuar ante éste, es de suma importancia. Para ello, quiero plasmar en esta edición, los detalles -por grotescos o risibles que sean- de cómo operan estos delincuentes y acosadores. Primero, basta con que una mujer entre a la red social y publique fotos en su perfil para comenzar a recibir invitaciones de “Amistad” o mensajes “In box”.

Segundo, de darse la atención de devolver la cortesía del saludo o de seguir la conversación, el patrón de estos depredadores regularmente es “no soltar” a su víctima, invitaciones a salir, propuestas, exposición no solicitada de su virilidad en fotografías o videos, e incluso dádivas económicas o materiales es lo usual para tratar de enganchar a su víctima y, Tercero, en caso de no seguir su juego y cometer el error de no bloquear al acosador, la postura del mismo comenzará a subir de tono, hasta llegar en algunos casos incluso a las amenazas o llevar el tema del acoso “al mundo real” investigando datos de la persona.

Como profesional en la materia, he podido estar de cerca en casos donde incluso “el depredador” ha tratado de amenazar a su víctima con hacerle daño a sus seres queridos, lo peor es cuando se mezcla en el problema alguna relación de poder-dominación sobre la víctima, como jettaturas o relaciones profesionales, educativas o laborales. En el caso del noviazgo fallido o relaciones ex maritales los patrones de comportamiento suelen ser similares.

Ante esta y otras problemáticas similares existen herramientas, Facebook ofrece una plataforma de servicios en https://www.facebook.com/help/ donde los usuarios pueden presentar su denuncia, y en el caso de la policía cibernética en Tamaulipas, se cuenta con un perfil de apoyo en https://www.facebook.com/PoliciaCiberneticaTam/ y es importante ante todo, que si usted o un ser querido está siendo víctima de este fenómeno denuncie y se acerque a pedir apoyo, en ocasiones el bloquear a un perfil o configurar nuestra red para no recibir solicitudes o charlas no deseadas no es suficiente.

Para algunos puede parecer un chiste, pero la verdad, es que hasta que no le toca a una persona cercana, no alcanzamos a ver la magnitud de lo que está pasando en Facebook, Instagram, WhatsApp y otras redes. La mejor solución siempre será cuidarnos y apoyarnos en familia.

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