/ sábado 22 de enero de 2022

Hablemos de tecnología | Meta Morfosis

Los antiguos griegos definieron a la morfosis como el cambio de forma en el desarrollo de los organismos, curiosamente al agregar el prefijo Meta, nos hace puntual referencia de organismos biológicos, y ese parece ser el fin de que el Metaverso de Mark Zuckerberg persigue, pero ¿Todo cambio es positivo?

Amigo lector, apenas el año pasado se anunciaba con bombo y platillo, la “transformación evolutiva” de la empresa de la gran F, en Facebook, con un nuevo modelo de negocio, de empresa y quizá hasta de naturaleza, su CEO, el señor Mark Zuckerberg nos explicaba -de manera no muy clara, por cierto- lo que vendría y ahora está llegando en los futuros meses a Internet de su mano, el cada día más famoso, “metaverso”.

A decir verdad el término no fue creado por la compañía, en 1992 el escritor Neal Stephenson lo acuñó en su libro “Snow Crash”, como un mundo donde todas las personas vivían en un universo paralelo virtual, a través de sus alter ego, y que en su momento fue una de las primeras novelas del género Ciber Punk que tuvo éxito, sin duda una joya que le recomiendo leer y llevar de la mano con Hiroaki Hiro, su protagonista que en el mundo físico es un repartidor de pizza y en el metaverso un poderoso Samurái.

Pero de ser todo lo mencionado una realidad podríamos estar ante la puerta de una nueva manera de ver, disfrutar y sufrir en el Internet, una revolución menos silenciosa pero incluso más impactante que la que nos habrían traído hace casi dos décadas las mismísimas redes sociales.

Sin embargo, cabe destacar que, si bien el concepto de Meta promete ser mucho más revolucionario, no es la primera vez que este tipo de ¿conceptos? se popularizan, solo debo forzar un poco la caja de los recuerdos para mencionarles y volver a traer a la vida a proyectos como “Other Life”, “Habbo Hotel”, o el simpático y sumamente popular “Pet Society” y más recientemente con las nuevas generaciones, tenemos a “Animal Crossing”, “Call of Duty: War Zone” o el súper popular “Fortnite”, pero el metaverso promete ser mucho más que un simple ARG (Juego de Realidad Alternativa) por sus siglas en inglés, ya que al igual que en la novela de Stephenson, conjugará la realidad física, la realidad virtual y la realidad aumentada para crear nuevas experiencias, y es justo ahí en las experiencias añadidas en las que están centrados los intereses de las empresas tecnológicas para crear nuevos y redituables mercados.

Así fue el mensaje cuando se presentó: “Hemos construido cosas que han unido a la gente de nuevas maneras, aprendimos mucho al luchar con asuntos sociales y al vivir en plataformas cerradas, y ahora es el momento de tomar todo lo aprendido y ayudar a construir el próximo capítulo, dedicaré mi energía a esto más que cualquier otra compañía en el mundo y si este es el futuro que quieren ver espero que se nos unan, porque el futuro va a estar más allá de todo lo que podamos imaginar”. Esas fueron las palabras textuales de Zuckerberg.

Para poder tener una “experiencia inmersiva” en estas nuevas realidades, no todo va a depender de internet, su calidad de conexión y la calidad de las plataformas, por primera vez desde la invención de los módems, el hardware volverá a tener un papel decisivo en la calidad y expectativas de los usuarios que se conecten, pues seguramente muchas de estas experiencias requieran de lentes de realidad virtual y/ó aumentada, audífonos y micrófonos de Audio HD, e incluso tenis, guantes, trajes y hasta simuladores de armas u otros marcadores para maximizar la experiencia, tal como lo vimos en historias recientes de ciencia ficción como Ready Player One, del gusto de las nuevas generaciones y también de uno que otro nostálgico como su servidor.

Si en verdad la realidad es solo percepción, una suma constante de los que nuestros sensores biológicos, ojos, oídos, piel, nariz, lengua, equilibrio, informan a nuestra unidad de procesamiento, el cerebro, a través de nuestra plataforma digital, los sentidos, alterarla podría ser más simple de lo que se cree, más adictivo que cualquier sustancia conocida, y por supuesto, más redituable que cualquier tecnología que jamás se haya desarrollado.

Esto, claro está, si meta se vuelve el éxito comercial que promete ser, no vaya a tratarse en realidad, como señalan muchas voces en la red, de una cortina de humo, que solo se usó como el salvavidas para una empresa que estaba a punto de hundirse entre la desaprobación de sus propios accionistas cuando el lunes 4 de octubre de 2021 a las 09:42 a.m. perdió 7 mil millones de dólares durante las 6 horas que se les cayó el sistema.

Pero para los billonarios de Internet, eso debe ser como perder un billete de 20 pesos, en fin, viven en otra realidad ¿no?

Cuídate, usa siempre cubrebocas.

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  • Twitter: @lalodelatorreg
  • Correo: tecnologia@lalodelatorre.com

Es curioso que los colores del mundo real solo parecen verdaderos cuando los vemos en una pantallaMichael McDowell

Los antiguos griegos definieron a la morfosis como el cambio de forma en el desarrollo de los organismos, curiosamente al agregar el prefijo Meta, nos hace puntual referencia de organismos biológicos, y ese parece ser el fin de que el Metaverso de Mark Zuckerberg persigue, pero ¿Todo cambio es positivo?

Amigo lector, apenas el año pasado se anunciaba con bombo y platillo, la “transformación evolutiva” de la empresa de la gran F, en Facebook, con un nuevo modelo de negocio, de empresa y quizá hasta de naturaleza, su CEO, el señor Mark Zuckerberg nos explicaba -de manera no muy clara, por cierto- lo que vendría y ahora está llegando en los futuros meses a Internet de su mano, el cada día más famoso, “metaverso”.

A decir verdad el término no fue creado por la compañía, en 1992 el escritor Neal Stephenson lo acuñó en su libro “Snow Crash”, como un mundo donde todas las personas vivían en un universo paralelo virtual, a través de sus alter ego, y que en su momento fue una de las primeras novelas del género Ciber Punk que tuvo éxito, sin duda una joya que le recomiendo leer y llevar de la mano con Hiroaki Hiro, su protagonista que en el mundo físico es un repartidor de pizza y en el metaverso un poderoso Samurái.

Pero de ser todo lo mencionado una realidad podríamos estar ante la puerta de una nueva manera de ver, disfrutar y sufrir en el Internet, una revolución menos silenciosa pero incluso más impactante que la que nos habrían traído hace casi dos décadas las mismísimas redes sociales.

Sin embargo, cabe destacar que, si bien el concepto de Meta promete ser mucho más revolucionario, no es la primera vez que este tipo de ¿conceptos? se popularizan, solo debo forzar un poco la caja de los recuerdos para mencionarles y volver a traer a la vida a proyectos como “Other Life”, “Habbo Hotel”, o el simpático y sumamente popular “Pet Society” y más recientemente con las nuevas generaciones, tenemos a “Animal Crossing”, “Call of Duty: War Zone” o el súper popular “Fortnite”, pero el metaverso promete ser mucho más que un simple ARG (Juego de Realidad Alternativa) por sus siglas en inglés, ya que al igual que en la novela de Stephenson, conjugará la realidad física, la realidad virtual y la realidad aumentada para crear nuevas experiencias, y es justo ahí en las experiencias añadidas en las que están centrados los intereses de las empresas tecnológicas para crear nuevos y redituables mercados.

Así fue el mensaje cuando se presentó: “Hemos construido cosas que han unido a la gente de nuevas maneras, aprendimos mucho al luchar con asuntos sociales y al vivir en plataformas cerradas, y ahora es el momento de tomar todo lo aprendido y ayudar a construir el próximo capítulo, dedicaré mi energía a esto más que cualquier otra compañía en el mundo y si este es el futuro que quieren ver espero que se nos unan, porque el futuro va a estar más allá de todo lo que podamos imaginar”. Esas fueron las palabras textuales de Zuckerberg.

Para poder tener una “experiencia inmersiva” en estas nuevas realidades, no todo va a depender de internet, su calidad de conexión y la calidad de las plataformas, por primera vez desde la invención de los módems, el hardware volverá a tener un papel decisivo en la calidad y expectativas de los usuarios que se conecten, pues seguramente muchas de estas experiencias requieran de lentes de realidad virtual y/ó aumentada, audífonos y micrófonos de Audio HD, e incluso tenis, guantes, trajes y hasta simuladores de armas u otros marcadores para maximizar la experiencia, tal como lo vimos en historias recientes de ciencia ficción como Ready Player One, del gusto de las nuevas generaciones y también de uno que otro nostálgico como su servidor.

Si en verdad la realidad es solo percepción, una suma constante de los que nuestros sensores biológicos, ojos, oídos, piel, nariz, lengua, equilibrio, informan a nuestra unidad de procesamiento, el cerebro, a través de nuestra plataforma digital, los sentidos, alterarla podría ser más simple de lo que se cree, más adictivo que cualquier sustancia conocida, y por supuesto, más redituable que cualquier tecnología que jamás se haya desarrollado.

Esto, claro está, si meta se vuelve el éxito comercial que promete ser, no vaya a tratarse en realidad, como señalan muchas voces en la red, de una cortina de humo, que solo se usó como el salvavidas para una empresa que estaba a punto de hundirse entre la desaprobación de sus propios accionistas cuando el lunes 4 de octubre de 2021 a las 09:42 a.m. perdió 7 mil millones de dólares durante las 6 horas que se les cayó el sistema.

Pero para los billonarios de Internet, eso debe ser como perder un billete de 20 pesos, en fin, viven en otra realidad ¿no?

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Es curioso que los colores del mundo real solo parecen verdaderos cuando los vemos en una pantallaMichael McDowell