/ sábado 9 de octubre de 2021

Hablemos de tecnología | Seis horas

En esta historia todo se resume a un reino, uno donde las personas se pueden comunicar ya hasta desde sus sueños, donde hay más oro imaginario que real, donde como si de un hechizo se tratase, las personas viven, se comunican, comercian y controlan todo de manera invisible, pero el lunes pasado precisamente el sueño se terminó, y muchos tuvieron que despertar solo para darse cuenta de lo vulnerables que somos.

Una vez alguien me dijo que todos en el mundo tenemos un plan, hasta que la vida nos da un puñetazo en la cara, y precisamente el lunes 4 de octubre de 2021 a las 09:42 a.m. hora del Centro de México, va a quedar en los archivos de la historia moderna como el día que “se cayó” Internet, durante poco más de seis caóticas horas el mundo supo lo que sería tener Internet libre de uno de sus grandes gigantes y aunque a muchos les gustó la idea a otros no tanto.

Para ser precisos Facebook Group es la empresa que actualmente controla alrededor de un tercio de todo lo que conocemos por Internet, que no es poco decir, las aplicaciones y servicios relacionados con Facebook, WhatsApp e Instagram están siempre entre las 10 más usadas en el mundo, incluso si no fuera por el ecosistema de servicios de Google, o por gigantes consolidados como Twitter o Snapchat, o estrellas en ascenso como Tiktok o los streamings y su oferta de video, todo “lo divertido” de la red sería controlado por Face.

Muchas fueron en su momento, amigo lector, las teorías que se manejaron en las redes y foros no caídos y en los medios de comunicación tradicionales sobre el origen del problema que se estaba presentando.

Mientras algunos argumentaron sabotaje interno por parte de un grupo de empleados descontentos de la compañía, otros hablaban de un ataque de denegación del servicio (DDoS) masivo desde todo el planeta coordinado por uno o varios grupos de hackers, e incluso hubo quienes llegaron a pensar que se trataba de un ataque terrorista a las vías de comunicación de todo el planeta, ¿la versión oficial?

Esa la vimos ya entrada la noche del mismo lunes, y la explicación por parte de la empresa era que un error en la configuración de los enrutadores que coordinan el tráfico entre los centros de datos de la compañía habría provocado una reacción en cadena que los dejó aislados.

Para ser honestos de un lado o de otro de las versiones estamos caminando muy cerca del borde en lo que a tecnología se refiere, y a decir verdad el abismo que está debajo si bien no sabemos que tan profundo sea, lo cierto es que para muchas empresas podría ser mortal.

Facebook Group perdió poco más de 7 mil millones de dólares sólo en esas 6 hrs. Pero pocos se preguntan ¿Cuánto perdió el mundo? Imagina usted cuántas empresas cometen el error de basar sus comunicaciones prioritariamente en WhatsApp.

Cuántos negocios que venden por internet no tienen siquiera un website y se remiten a buscar clientes potenciales únicamente en Facebook, cuántos municipios, estados y sistemas gubernamentales basan sus comunicaciones y extensión de políticas públicas únicamente en una Facebook fanpage, cuántos “pseudomedios” de comunicación se quedaron sin portal porque lo único que hacen es abrir un página de Facebook y replicar lo que les mandan los organismos de comunicación social para justificar convenios millonarios con los municipios, es una verdadera locura cuando “se cae el face” para aquellos que no saben trabajar otra cosa y lo han hecho su medio de vida. Estimaciones blandas hablan de pérdidas por el orden de los 120 mil millones de dólares en esas 6 hrs.

No podemos basar la operatividad tecnológica de nuestra sociedad, de nuestras empresas, negocios y gobiernos en la simplicidad de herramientas “gratuitas” que nos ofrece una compañía privada que además se rige por las leyes de otro país.

Cuánto se criticó al expresidente Donald Trump por usar su twitter como un escaparate de las políticas de gobierno del país más poderoso del mundo y nadie volteaba a ver cómo prácticamente todo el planeta hacía lo propio a través de Facebook, WhatsApp o Instagram también, qué hubiera pasado si la caída del gigante hubiera sido tan grande que en vez de levantarse en 6 horas hubieran sido 6 días o 6 semanas.

Lo natural es usar las herramientas alternativas, una de Facebook si la hubiera, usar telegram o signal o line en lugar de WhatsApp, subir fotos a Snapchat en vez de a Instagram, o algo aún peor, tener que usar el propio teléfono para hacer …. Llamadas por Teléfono.

Por cierto casi lo olvido, cuántas fotos de comidas caras, de gente haciendo ejercicio, de “selfies” producidas o de estilos de vida falsos nos habremos perdido en esas 6 horas que no tuvimos Instagram, toda una tragedia para la humanidad. Dedicada a Eri.

Facebook:

En esta historia todo se resume a un reino, uno donde las personas se pueden comunicar ya hasta desde sus sueños, donde hay más oro imaginario que real, donde como si de un hechizo se tratase, las personas viven, se comunican, comercian y controlan todo de manera invisible, pero el lunes pasado precisamente el sueño se terminó, y muchos tuvieron que despertar solo para darse cuenta de lo vulnerables que somos.

Una vez alguien me dijo que todos en el mundo tenemos un plan, hasta que la vida nos da un puñetazo en la cara, y precisamente el lunes 4 de octubre de 2021 a las 09:42 a.m. hora del Centro de México, va a quedar en los archivos de la historia moderna como el día que “se cayó” Internet, durante poco más de seis caóticas horas el mundo supo lo que sería tener Internet libre de uno de sus grandes gigantes y aunque a muchos les gustó la idea a otros no tanto.

Para ser precisos Facebook Group es la empresa que actualmente controla alrededor de un tercio de todo lo que conocemos por Internet, que no es poco decir, las aplicaciones y servicios relacionados con Facebook, WhatsApp e Instagram están siempre entre las 10 más usadas en el mundo, incluso si no fuera por el ecosistema de servicios de Google, o por gigantes consolidados como Twitter o Snapchat, o estrellas en ascenso como Tiktok o los streamings y su oferta de video, todo “lo divertido” de la red sería controlado por Face.

Muchas fueron en su momento, amigo lector, las teorías que se manejaron en las redes y foros no caídos y en los medios de comunicación tradicionales sobre el origen del problema que se estaba presentando.

Mientras algunos argumentaron sabotaje interno por parte de un grupo de empleados descontentos de la compañía, otros hablaban de un ataque de denegación del servicio (DDoS) masivo desde todo el planeta coordinado por uno o varios grupos de hackers, e incluso hubo quienes llegaron a pensar que se trataba de un ataque terrorista a las vías de comunicación de todo el planeta, ¿la versión oficial?

Esa la vimos ya entrada la noche del mismo lunes, y la explicación por parte de la empresa era que un error en la configuración de los enrutadores que coordinan el tráfico entre los centros de datos de la compañía habría provocado una reacción en cadena que los dejó aislados.

Para ser honestos de un lado o de otro de las versiones estamos caminando muy cerca del borde en lo que a tecnología se refiere, y a decir verdad el abismo que está debajo si bien no sabemos que tan profundo sea, lo cierto es que para muchas empresas podría ser mortal.

Facebook Group perdió poco más de 7 mil millones de dólares sólo en esas 6 hrs. Pero pocos se preguntan ¿Cuánto perdió el mundo? Imagina usted cuántas empresas cometen el error de basar sus comunicaciones prioritariamente en WhatsApp.

Cuántos negocios que venden por internet no tienen siquiera un website y se remiten a buscar clientes potenciales únicamente en Facebook, cuántos municipios, estados y sistemas gubernamentales basan sus comunicaciones y extensión de políticas públicas únicamente en una Facebook fanpage, cuántos “pseudomedios” de comunicación se quedaron sin portal porque lo único que hacen es abrir un página de Facebook y replicar lo que les mandan los organismos de comunicación social para justificar convenios millonarios con los municipios, es una verdadera locura cuando “se cae el face” para aquellos que no saben trabajar otra cosa y lo han hecho su medio de vida. Estimaciones blandas hablan de pérdidas por el orden de los 120 mil millones de dólares en esas 6 hrs.

No podemos basar la operatividad tecnológica de nuestra sociedad, de nuestras empresas, negocios y gobiernos en la simplicidad de herramientas “gratuitas” que nos ofrece una compañía privada que además se rige por las leyes de otro país.

Cuánto se criticó al expresidente Donald Trump por usar su twitter como un escaparate de las políticas de gobierno del país más poderoso del mundo y nadie volteaba a ver cómo prácticamente todo el planeta hacía lo propio a través de Facebook, WhatsApp o Instagram también, qué hubiera pasado si la caída del gigante hubiera sido tan grande que en vez de levantarse en 6 horas hubieran sido 6 días o 6 semanas.

Lo natural es usar las herramientas alternativas, una de Facebook si la hubiera, usar telegram o signal o line en lugar de WhatsApp, subir fotos a Snapchat en vez de a Instagram, o algo aún peor, tener que usar el propio teléfono para hacer …. Llamadas por Teléfono.

Por cierto casi lo olvido, cuántas fotos de comidas caras, de gente haciendo ejercicio, de “selfies” producidas o de estilos de vida falsos nos habremos perdido en esas 6 horas que no tuvimos Instagram, toda una tragedia para la humanidad. Dedicada a Eri.

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