/ domingo 9 de mayo de 2021

Hablemos legal | Agua y pánico

Un derecho fundamental; universalmente todos tenemos derecho a ese líquido vital para la subsistencia de nuestra vida en todo sentido. ¿Pero cuál es la verdad que nosotros creamos?

Sin lugar a duda nuestro derecho a tener agua potable en nuestro domicilio tiene una estructura de manejo que abarca desde la fuente de sustracción de dicho líquido, la mecánica de transporte, su potabilización y el realizar llegue a los domicilios de cada persona que ha contratado el servicio. Por ello tenemos que cubrir una cantidad de dinero por el servicio que a contraprestación debería llegar en cantidad adecuada y con la limpieza que establecen las normas oficiales mexicanas referentes al agua.

Pero que sucede cuando tenemos casos nuevos relacionados en ese tema, con ello surge un miedo denominado pánico por escasez de agua, ¿realmente nos hace falta? o ¿es una conducta social que altera a las personas y que como alguna vez lo vivimos con el papel higiénico que al iniciar el Covid-19 todas las personas compraron muchos paquetes de dicho papel para almacenarlo y que al final de cuentas que sucedió?

Ahora, vemos como muchos lugares donde se vende este líquido se encuentran abarrotados con filas largas para abastecerse de agua embotellada. Otra vez aparece ese pánico social de que no tendremos algo de suma importancia para todos nosotros, pero la realidad es que sí existe agua para abastecernos pero somos nosotros quienes podemos crear un desabasto simulado por comprar excesivamente, no se niega la realidad de algunas plantas purificadoras que están protegiendo sus equipos de tratamiento de agua por la situación de salinidad en la misma, es una normal conducta de protección mientras se regulariza tal situación que hemos percibido en el sabor de la misma.

Como responsables sociales debemos pensar por aquellos que menos tienen, sin abusar de esas conductas; el Gobierno en los tres niveles acordes a sus funciones deben otorgarnos el abastecimiento de este líquido tan vital, porque es su responsabilidad como administración pública y nuestro derecho como sociedad, aunque tenemos miedo por las maneras que hemos visto tantas conductas de recortes de presupuestos y una clara insensibilidad hacia sectores vulnerables lo que nos lleva a pensar, pensarán en nosotros por no tener agua.

El contar con agua es una obligación correlacionada, administración pública y ciudadanos, en el hecho de no malgastarla, no desperdiciarla, para evitar llegar a una regulación legal de sanciones por el desperdicio de ella. Ahora bien, si no tenemos agua como la necesitamos, es decir, potabilizada, sin contaminantes que dañen a nuestros cuerpos, están las herramientas legales ante autoridades, primero administrativas y a falta de respuesta, las autoridades federales; el derecho al agua es una prerrogativa que todos tenemos y se nos debe brindar como lo señalan los lineamientos previamente establecidos.

Re generación 19

FB: Fausto E Villarreal

Un derecho fundamental; universalmente todos tenemos derecho a ese líquido vital para la subsistencia de nuestra vida en todo sentido. ¿Pero cuál es la verdad que nosotros creamos?

Sin lugar a duda nuestro derecho a tener agua potable en nuestro domicilio tiene una estructura de manejo que abarca desde la fuente de sustracción de dicho líquido, la mecánica de transporte, su potabilización y el realizar llegue a los domicilios de cada persona que ha contratado el servicio. Por ello tenemos que cubrir una cantidad de dinero por el servicio que a contraprestación debería llegar en cantidad adecuada y con la limpieza que establecen las normas oficiales mexicanas referentes al agua.

Pero que sucede cuando tenemos casos nuevos relacionados en ese tema, con ello surge un miedo denominado pánico por escasez de agua, ¿realmente nos hace falta? o ¿es una conducta social que altera a las personas y que como alguna vez lo vivimos con el papel higiénico que al iniciar el Covid-19 todas las personas compraron muchos paquetes de dicho papel para almacenarlo y que al final de cuentas que sucedió?

Ahora, vemos como muchos lugares donde se vende este líquido se encuentran abarrotados con filas largas para abastecerse de agua embotellada. Otra vez aparece ese pánico social de que no tendremos algo de suma importancia para todos nosotros, pero la realidad es que sí existe agua para abastecernos pero somos nosotros quienes podemos crear un desabasto simulado por comprar excesivamente, no se niega la realidad de algunas plantas purificadoras que están protegiendo sus equipos de tratamiento de agua por la situación de salinidad en la misma, es una normal conducta de protección mientras se regulariza tal situación que hemos percibido en el sabor de la misma.

Como responsables sociales debemos pensar por aquellos que menos tienen, sin abusar de esas conductas; el Gobierno en los tres niveles acordes a sus funciones deben otorgarnos el abastecimiento de este líquido tan vital, porque es su responsabilidad como administración pública y nuestro derecho como sociedad, aunque tenemos miedo por las maneras que hemos visto tantas conductas de recortes de presupuestos y una clara insensibilidad hacia sectores vulnerables lo que nos lleva a pensar, pensarán en nosotros por no tener agua.

El contar con agua es una obligación correlacionada, administración pública y ciudadanos, en el hecho de no malgastarla, no desperdiciarla, para evitar llegar a una regulación legal de sanciones por el desperdicio de ella. Ahora bien, si no tenemos agua como la necesitamos, es decir, potabilizada, sin contaminantes que dañen a nuestros cuerpos, están las herramientas legales ante autoridades, primero administrativas y a falta de respuesta, las autoridades federales; el derecho al agua es una prerrogativa que todos tenemos y se nos debe brindar como lo señalan los lineamientos previamente establecidos.

Re generación 19

FB: Fausto E Villarreal