/ sábado 8 de agosto de 2020

Hablemos Legal | ¿Inocente y culpable?

Un tema por demás complejo debido a los resultados que arroja el mismo ante una sociedad que no está preparada para afrontar el objetivo de dicha acción. Estamos viviendo en una colectividad que, aun con gran acceso a la tecnología por medio del internet, sabedora de tanta información, está a la vez limitada a no saber lo que debe saber.

La revolución tecnológica va más allá de lo que imaginamos, tan sólo al percatarnos que buscamos un tema en internet inmediatamente se nos bombardea de información a nuestro dispositivo “por obra de magia”; sabemos que esos permisos otorgados en nuestros aparatos nos autollevan a que nos invadan de cuestiones de mercadotecnia.

Pero, qué sucede con aquello que realmente debemos conocer, lo que nos implica un derecho y obligación ya que diariamente nuestra sociedad vive temas referentes a ello, los delitos, la libertad de las personas que cometen esos actos o hechos señalados por la ley como conductas antijurídicas; ¿acaso conocemos realmente lo que hay detrás de las decisiones de ciertas autoridades como lo son los Ministerios Públicos (fiscales) y Jueces Penales?

Con la llegada del sistema de justicia penal oral dejamos un sistema lleno de tantas fallas y cuestiones de corrupción, es la verdad, nadie lo puede negar. Dejamos atrás conceptos que en aquellos tiempos tal vez eran adecuados en una sociedad que ya evolucionó y que requiere nuevos ordenamientos jurídicos concordantes con las necesidades y derechos de un mundo globalizado.

Sabíamos que un delincuente, imputado o señalado por la comisión de un hecho probablemente constitutivo de delito, debía adhirieran a su membrete. También se dice que se ofertaron otros trueques redituables, para los esquiroles.

Reginaldo Sandoval, su coordinador de la fracción, dice que todo es mentira. Lo contradice el, a su vez, coordinador de Encuentro Social (Jorge Argüelles), quien además amenaza y declara que, si le siguen “robando” sus escaños, trasladará a 15 de ellos al Revolucionario Institucional.

Los dimes y diretes suben de tono, a extremos de que se acusa a los priístas, Dulce María Sauri y Rubén Moreira (no es la primera), de haber votado con Morena –el descalabro a las farmacéuticas nacionales-, a cambio de que se respete el Acuerdo por el que ellos presidirán el próximo periodo. ¿Inocencia pura de la Sauri?, o, ¿hay alguien que crea que Morena va a respetar su palabra? Aunque Mario Delgado lo jure… por la madre de Pito Pérez.

Una Cámara “Baja”, tan baja, que todo se les va en chismes de vecindad, maledicencia y encontronazos por el Poder. ¡Por algo estamos como estamos!

la llegada del sistema de justicia penal oral, dejamos un sistema lleno de tantas fallas y cuestiones de corrupción

de merecer cárcel en forma inmediata, lo que llenó los centros de reclusión, sobrepasando estos lugares y obviamente no cumpliendo con sus objetivos de readaptación. Por ello y ante cuestiones de índole económica y social es que se implementa una figura denominada presunción de inocencia, un principio o derecho que, internacionalmente hablando, ya existía sin aplicación en nuestro país.

La presunción de inocencia significa, acorde al código nacional de procedimientos penales, artículo 13, que toda persona se presume inocente y será tratada como tal en todas las etapas del procedimiento, mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por un Juez.

Lo anterior no es que una persona no sea culpable, eso se determinará al final en una sentencia, derivado del trabajo de investigación por parte de la Fiscalía y asesores jurídicos, así como el trabajo de la defensa; existe un principio que expresa que quien afirma algo debe de probarlo, por lo cual si una persona fue víctima de un hecho señalado por la ley como delito, se debe probar esa conducta realizada en la persona señalada como imputado, de lo contrario no puede sentenciarse como culpable a alguien que no se demostró su culpabilidad.

También, esa cuestión acarrea el punto de otorgar la libertad a alguien que fue detenido en el momento de los hechos, mientras no sean de los delitos señalados por la Constitución Política Mexicana que ameriten prisión preventiva oficiosa, lo que nos hace pensar que hubo corrupción de por medio, esto, con el sistema de justicia penal oral se trata de ponerle fin; debemos saber que esa libertad no es una absolución, es sólo permitirle a la persona, en delitos que no son de alto impacto y que afecten gravemente a la sociedad, llevar su procedimiento sin estar detenido en un lugar donde puede corromperse más, causando, ahora sí, un mayor daño a nuestro interés colectivo que es la sociedad donde vivimos.

Desgraciadamente, es que nuestro entorno vive desconocedor de lo que sucede realmente, pensamos muy distinto a lo que acontece ante esas autoridades de procuración de justicia y jueces penales. Terminando con otro tema, el debido proceso, que es pilar del referido sistema, que también desconoce nuestra comunidad; si no se cumple con las reglas del procedimiento, se estarían violando derechos, recordemos que todos somos iguales ante la ley, sin distinción, al menos ante la ley; pero si no se lleva a cabo todo el procedimiento como lo señalan las normas jurídicas, el resultado no será el esperado, y hablamos desde el momento de la detención hasta el último acto procesal penal.


Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personalJosé Saramago

  • Fb: Fausto E Villarreal

Regeneración 19

Un tema por demás complejo debido a los resultados que arroja el mismo ante una sociedad que no está preparada para afrontar el objetivo de dicha acción. Estamos viviendo en una colectividad que, aun con gran acceso a la tecnología por medio del internet, sabedora de tanta información, está a la vez limitada a no saber lo que debe saber.

La revolución tecnológica va más allá de lo que imaginamos, tan sólo al percatarnos que buscamos un tema en internet inmediatamente se nos bombardea de información a nuestro dispositivo “por obra de magia”; sabemos que esos permisos otorgados en nuestros aparatos nos autollevan a que nos invadan de cuestiones de mercadotecnia.

Pero, qué sucede con aquello que realmente debemos conocer, lo que nos implica un derecho y obligación ya que diariamente nuestra sociedad vive temas referentes a ello, los delitos, la libertad de las personas que cometen esos actos o hechos señalados por la ley como conductas antijurídicas; ¿acaso conocemos realmente lo que hay detrás de las decisiones de ciertas autoridades como lo son los Ministerios Públicos (fiscales) y Jueces Penales?

Con la llegada del sistema de justicia penal oral dejamos un sistema lleno de tantas fallas y cuestiones de corrupción, es la verdad, nadie lo puede negar. Dejamos atrás conceptos que en aquellos tiempos tal vez eran adecuados en una sociedad que ya evolucionó y que requiere nuevos ordenamientos jurídicos concordantes con las necesidades y derechos de un mundo globalizado.

Sabíamos que un delincuente, imputado o señalado por la comisión de un hecho probablemente constitutivo de delito, debía adhirieran a su membrete. También se dice que se ofertaron otros trueques redituables, para los esquiroles.

Reginaldo Sandoval, su coordinador de la fracción, dice que todo es mentira. Lo contradice el, a su vez, coordinador de Encuentro Social (Jorge Argüelles), quien además amenaza y declara que, si le siguen “robando” sus escaños, trasladará a 15 de ellos al Revolucionario Institucional.

Los dimes y diretes suben de tono, a extremos de que se acusa a los priístas, Dulce María Sauri y Rubén Moreira (no es la primera), de haber votado con Morena –el descalabro a las farmacéuticas nacionales-, a cambio de que se respete el Acuerdo por el que ellos presidirán el próximo periodo. ¿Inocencia pura de la Sauri?, o, ¿hay alguien que crea que Morena va a respetar su palabra? Aunque Mario Delgado lo jure… por la madre de Pito Pérez.

Una Cámara “Baja”, tan baja, que todo se les va en chismes de vecindad, maledicencia y encontronazos por el Poder. ¡Por algo estamos como estamos!

la llegada del sistema de justicia penal oral, dejamos un sistema lleno de tantas fallas y cuestiones de corrupción

de merecer cárcel en forma inmediata, lo que llenó los centros de reclusión, sobrepasando estos lugares y obviamente no cumpliendo con sus objetivos de readaptación. Por ello y ante cuestiones de índole económica y social es que se implementa una figura denominada presunción de inocencia, un principio o derecho que, internacionalmente hablando, ya existía sin aplicación en nuestro país.

La presunción de inocencia significa, acorde al código nacional de procedimientos penales, artículo 13, que toda persona se presume inocente y será tratada como tal en todas las etapas del procedimiento, mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por un Juez.

Lo anterior no es que una persona no sea culpable, eso se determinará al final en una sentencia, derivado del trabajo de investigación por parte de la Fiscalía y asesores jurídicos, así como el trabajo de la defensa; existe un principio que expresa que quien afirma algo debe de probarlo, por lo cual si una persona fue víctima de un hecho señalado por la ley como delito, se debe probar esa conducta realizada en la persona señalada como imputado, de lo contrario no puede sentenciarse como culpable a alguien que no se demostró su culpabilidad.

También, esa cuestión acarrea el punto de otorgar la libertad a alguien que fue detenido en el momento de los hechos, mientras no sean de los delitos señalados por la Constitución Política Mexicana que ameriten prisión preventiva oficiosa, lo que nos hace pensar que hubo corrupción de por medio, esto, con el sistema de justicia penal oral se trata de ponerle fin; debemos saber que esa libertad no es una absolución, es sólo permitirle a la persona, en delitos que no son de alto impacto y que afecten gravemente a la sociedad, llevar su procedimiento sin estar detenido en un lugar donde puede corromperse más, causando, ahora sí, un mayor daño a nuestro interés colectivo que es la sociedad donde vivimos.

Desgraciadamente, es que nuestro entorno vive desconocedor de lo que sucede realmente, pensamos muy distinto a lo que acontece ante esas autoridades de procuración de justicia y jueces penales. Terminando con otro tema, el debido proceso, que es pilar del referido sistema, que también desconoce nuestra comunidad; si no se cumple con las reglas del procedimiento, se estarían violando derechos, recordemos que todos somos iguales ante la ley, sin distinción, al menos ante la ley; pero si no se lleva a cabo todo el procedimiento como lo señalan las normas jurídicas, el resultado no será el esperado, y hablamos desde el momento de la detención hasta el último acto procesal penal.


Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personalJosé Saramago

  • Fb: Fausto E Villarreal

Regeneración 19