/ sábado 19 de septiembre de 2020

Hablemos legal | ¿Nos podemos expresar?

“La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley…” Artículo 6to Constitucional

Un derecho algo controversial desde cierto punto de vista, pero como tal es un derecho con limitaciones al igual que todos los que se consagran en nuestra Carta Magna, límites que se determinan en cuanto al alcance de la forma de usarlo; no vayamos a creer que por el hecho de contar con un derecho de libertad de expresión podemos hacer y deshacer todo lo que queramos.

Sabemos que existe la prensa, conjunto de profesionales que se encargan de mantenernos informados, buscando la fuente de sus noticias para contar con un respaldo de ellas y sobretodo se establezca lo fidedigno en ellas. Con el paso del tiempo vimos una prensa mayormente escrita e impresa trasladándose hacia una escrita y digital; con el uso de la tecnología que llega de la mano del internet aparecieron también muchas figuras que comenzaron a expresarse abiertamente en diversos medios como los blogs, los portales web y las muy famosas redes sociales.

De aquí se desborda totalmente el uso de este derecho de expresión el cual como lo dice nuestra máxima ley no debe causar un ataque a la moral, la vida privada, los derechos de terceros, que no provoque un delito o perturbe el orden público, pero ojo, esto es en cuanto a la falta de veracidad de dicha información, no encuadrando en lo que realmente sí es información.

Ninguna autoridad judicial o administrativa debe inquisitivamente limitar este derecho, sería inconcebible en un país con democracia.

Pero al mismo tiempo nos responsabiliza el contenido que hagamos público, todo acto que hagamos tiene consecuencias, llamémoslas positivas o negativas; más sin embargo en el tema de internet y redes sociales, por la falta de una legislación adecuada y completa tenemos un sinfín de lagunas que permiten a muchas personas realizar actos de “libertad de expresión” causando daños a terceros. La difamación o calumnia sobre hechos falsos que se narran en una noticia o publicación pública ocasionan un daño terrible el cual no se logra sancionar. Tantos perfiles falsos, tantos blogs o portales sin una cara que lo represente, pero sobretodo, tanta irresponsabilidad por no verificar la autenticidad de ese contenido.

Vienen tiempos de muchas manifestaciones, todos contra todos, también de tratar de silenciar a quienes no son convenientes; no podemos permitir ser una sociedad limitada en la libertad de expresión pero al tiempo debemos ser responsables de lo que manifestemos. Hagamos uso de los medios que la ley concede para lograr una mejor sociedad, un mejor Estado, un mejor México.

“La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley…” Artículo 6to Constitucional

Un derecho algo controversial desde cierto punto de vista, pero como tal es un derecho con limitaciones al igual que todos los que se consagran en nuestra Carta Magna, límites que se determinan en cuanto al alcance de la forma de usarlo; no vayamos a creer que por el hecho de contar con un derecho de libertad de expresión podemos hacer y deshacer todo lo que queramos.

Sabemos que existe la prensa, conjunto de profesionales que se encargan de mantenernos informados, buscando la fuente de sus noticias para contar con un respaldo de ellas y sobretodo se establezca lo fidedigno en ellas. Con el paso del tiempo vimos una prensa mayormente escrita e impresa trasladándose hacia una escrita y digital; con el uso de la tecnología que llega de la mano del internet aparecieron también muchas figuras que comenzaron a expresarse abiertamente en diversos medios como los blogs, los portales web y las muy famosas redes sociales.

De aquí se desborda totalmente el uso de este derecho de expresión el cual como lo dice nuestra máxima ley no debe causar un ataque a la moral, la vida privada, los derechos de terceros, que no provoque un delito o perturbe el orden público, pero ojo, esto es en cuanto a la falta de veracidad de dicha información, no encuadrando en lo que realmente sí es información.

Ninguna autoridad judicial o administrativa debe inquisitivamente limitar este derecho, sería inconcebible en un país con democracia.

Pero al mismo tiempo nos responsabiliza el contenido que hagamos público, todo acto que hagamos tiene consecuencias, llamémoslas positivas o negativas; más sin embargo en el tema de internet y redes sociales, por la falta de una legislación adecuada y completa tenemos un sinfín de lagunas que permiten a muchas personas realizar actos de “libertad de expresión” causando daños a terceros. La difamación o calumnia sobre hechos falsos que se narran en una noticia o publicación pública ocasionan un daño terrible el cual no se logra sancionar. Tantos perfiles falsos, tantos blogs o portales sin una cara que lo represente, pero sobretodo, tanta irresponsabilidad por no verificar la autenticidad de ese contenido.

Vienen tiempos de muchas manifestaciones, todos contra todos, también de tratar de silenciar a quienes no son convenientes; no podemos permitir ser una sociedad limitada en la libertad de expresión pero al tiempo debemos ser responsables de lo que manifestemos. Hagamos uso de los medios que la ley concede para lograr una mejor sociedad, un mejor Estado, un mejor México.