/ domingo 7 de febrero de 2021

Hablemos legal | ¿Qué es un político?

Cuantos ejemplos tenemos de muchos actos realizados por personas llamadas políticos y que encuadran perfectamente en la frase del escritor y filósofo francés Edmond Thiaudière: “La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular”

Efectivamente, muchas historias han pasado a lo largo de los años de la llamada política mexicana, donde los actores buscan obtener un posicionamiento en uno de los tres poderes, encuadrado más en el ejecutivo y legislativo, para con ello lograr un beneficio particular que impregne a su círculo más allegado.

Tenemos en nuestro país, entidad federativa y municipio una serie de estructuras organizadas y reguladas llamadas partidos políticos, todos hemos escuchado de ellos, mucho más en tiempos de elecciones; donde se busca ser seleccionados para obtener una candidatura, hacer propaganda y lograr ser elegidos representantes de la mayoría que fueron a cumplir con su obligación ciudadana del sufragio. Al llegar estos al “poder” todo cambia, primero fueron campañas con innumerables propuestas aparentemente viables y otras utópicas, falsas expectativas y falacias de grandes cambios al estar en ese tan anhelado puesto.

Ellos los llamados políticos son los representantes de todos nosotros, ya que al votar, en su mayoría los elegimos para que puedan ser los administradores del Estado, quienes deberían encaminar sus actividades al bien común; la política se encuentra en todo por ello, debemos adentrarnos a tan importante actividad, no declinar por lo que la historia nos ha enseñado en el tema de corrupción, todo ello porque así lo permite la ciudadanía, ella tiene un gran poder derivado de la democracia, cuyo significado se desglosa del griego democratía, que se compone de démos cuyo significado es pueblo y krátos que significa poder, por lo cual la democracia es el poder del pueblo, el poder de todos los que elegimos y que también podemos quitar.

El político es una persona que debe cumplir con su verdadera función de representatividad cuando es elegido para un cargo en la administración pública, el personaje del político debe en su discursiva ser asertivo a lo que podrá y debe cumplir acorde a sus facultades y funciones. En su actividad representativa, la democracia participativa debe estar más activa y directa, apegada a la transparencia, estableciendo la prioridad del crecimiento y desarrollo de sus representados, no los de su partido político, sino los que votaron por ellos en conjunto con los que no, pero que forman parte de una sociedad.

El deber ciudadano es un llamado a la participación, ya que estamos ante una evolución de la forma de hacer política, debido a las tecnologías como es internet y redes sociales; se está avanzando a modelos nuevos que aún no se regulan plenamente, pero en su ejercicio están ya dando señales de lo que nos espera en dicha evolución hacia la nueva política de manipulación. Las masas o multitudes, como se ha demostrado crean una gran influencia, ahora los llamaremos seguidores en redes sociales, todo está globalizado.

Es fácil creer en apariencia que cada uno elegirá libremente, lo cual no es verdad, las elecciones de políticos ahora son un producto que nos están vendiendo sin darnos cuenta por medio de las redes y medios masivos de comunicación, por ello debemos saber qué es un político y no dejarnos dominar por la intrusión a nuestro cuerpo, cerebro y afectos por un llamado biopoder, interesante verdad, antes usado en mercadotecnia, ahora en la política.

Re generación 19

Cuantos ejemplos tenemos de muchos actos realizados por personas llamadas políticos y que encuadran perfectamente en la frase del escritor y filósofo francés Edmond Thiaudière: “La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular”

Efectivamente, muchas historias han pasado a lo largo de los años de la llamada política mexicana, donde los actores buscan obtener un posicionamiento en uno de los tres poderes, encuadrado más en el ejecutivo y legislativo, para con ello lograr un beneficio particular que impregne a su círculo más allegado.

Tenemos en nuestro país, entidad federativa y municipio una serie de estructuras organizadas y reguladas llamadas partidos políticos, todos hemos escuchado de ellos, mucho más en tiempos de elecciones; donde se busca ser seleccionados para obtener una candidatura, hacer propaganda y lograr ser elegidos representantes de la mayoría que fueron a cumplir con su obligación ciudadana del sufragio. Al llegar estos al “poder” todo cambia, primero fueron campañas con innumerables propuestas aparentemente viables y otras utópicas, falsas expectativas y falacias de grandes cambios al estar en ese tan anhelado puesto.

Ellos los llamados políticos son los representantes de todos nosotros, ya que al votar, en su mayoría los elegimos para que puedan ser los administradores del Estado, quienes deberían encaminar sus actividades al bien común; la política se encuentra en todo por ello, debemos adentrarnos a tan importante actividad, no declinar por lo que la historia nos ha enseñado en el tema de corrupción, todo ello porque así lo permite la ciudadanía, ella tiene un gran poder derivado de la democracia, cuyo significado se desglosa del griego democratía, que se compone de démos cuyo significado es pueblo y krátos que significa poder, por lo cual la democracia es el poder del pueblo, el poder de todos los que elegimos y que también podemos quitar.

El político es una persona que debe cumplir con su verdadera función de representatividad cuando es elegido para un cargo en la administración pública, el personaje del político debe en su discursiva ser asertivo a lo que podrá y debe cumplir acorde a sus facultades y funciones. En su actividad representativa, la democracia participativa debe estar más activa y directa, apegada a la transparencia, estableciendo la prioridad del crecimiento y desarrollo de sus representados, no los de su partido político, sino los que votaron por ellos en conjunto con los que no, pero que forman parte de una sociedad.

El deber ciudadano es un llamado a la participación, ya que estamos ante una evolución de la forma de hacer política, debido a las tecnologías como es internet y redes sociales; se está avanzando a modelos nuevos que aún no se regulan plenamente, pero en su ejercicio están ya dando señales de lo que nos espera en dicha evolución hacia la nueva política de manipulación. Las masas o multitudes, como se ha demostrado crean una gran influencia, ahora los llamaremos seguidores en redes sociales, todo está globalizado.

Es fácil creer en apariencia que cada uno elegirá libremente, lo cual no es verdad, las elecciones de políticos ahora son un producto que nos están vendiendo sin darnos cuenta por medio de las redes y medios masivos de comunicación, por ello debemos saber qué es un político y no dejarnos dominar por la intrusión a nuestro cuerpo, cerebro y afectos por un llamado biopoder, interesante verdad, antes usado en mercadotecnia, ahora en la política.

Re generación 19