/ sábado 14 de noviembre de 2020

Hablemos legal | Somos iguales ante la Ley, solo ante la Ley

La igualdad es un tema controversial desde siempre, todos somos iguales o debemos ser iguales o en realidad no somos iguales, una interrogante muy debatida.

Desde que se habla de esclavitud podemos ver que no había igualdad, ese tema se permitía como un derecho cuando las personas económicamente poderosas establecían estos actos como parte de la vida cotidiana. Recordando también que las mujeres eran consideradas como cosas. Cero igualdades.

La evolución se va dando con el paso del tiempo y se alzan voces de grandes pensadores, políticos, activistas sociales, etc. para luchar por el derecho a que todos somos iguales, por naturaleza no, pero por ley sí, normas que regulan todo nuestro actuar en sociedad.

Se logra que se otorgue con grandes pasos y sacrificios, cierta igualdad en las leyes. Ahora bien, qué sucede cuando hablamos de violencia de género, lo primero que nos llega a la mente es aquella ocasionada por actos físicos, psicológicos, económicos, patrimoniales, laborales que por una aparente superioridad el hombre género masculino realiza en contra de la mujer género feme-nino. Violencia que puede conllevar a la presentación de denuncias ante la autoridad competente como pudiera ser el Ministerio Público en el supuesto de delitos derivados de este actuar.

Pero en el caso contrario, ¿qué pasa cuando una mujer es la parte activa de los actos de violencia en contra del varón, cuando por actos de faltas de respeto continuos, denigración hacia estos, y por supuesto afectaciones físicas que pueden ir desde un contacto directo hasta el uso de utensilios u otro tipo de herramientas que causan daño al cuerpo humano, existe la igualdad en ese tema?

Cuando se buscó equiparar los derechos entre hombres y mujeres, se quería establecer que ambos son iguales, actualmente así lo señala nuestra máxima ley, hombres y mujeres son iguales ante la ley. La realidad es que hace falta mucho por hacerse para lograr esa plenitud de igual, sobre todo en el ámbito laboral y familiar. Pero esto debe nacer desde el núcleo más importante de nuestra sociedad, la familia.

De aquí surgen dos temas importantes, un hombre puede denunciar a una mujer cuando esta comete un delito contra él, ya que la ley es igual para todos; cometes un delito se te debe sancionar como tal, pero con el respeto del debido proceso, es decir, acorde a las reglas del derecho aplicable. Nuestra sociedad no debe juzgar al hombre que acude ante una autoridad para denunciar hechos posibles de la comisión de un delito cometidos por una mujer en su contra. ¿En una materia como lo es el Derecho Familiar, el hombre también puede demandar alimentos y embargar el salario de la mujer que deban cumplir con esta obligación, tema muy poco conocido, pero que habla de la igualdad; a colación de lo último se estableció recientemente que no podrán ser candidatos, políticamente hablando, quien sean deudores alimentistas, esto también con igualdad, verdad?

Re generación 19

Fb Fausto E Villarreal García

La igualdad es un tema controversial desde siempre, todos somos iguales o debemos ser iguales o en realidad no somos iguales, una interrogante muy debatida.

Desde que se habla de esclavitud podemos ver que no había igualdad, ese tema se permitía como un derecho cuando las personas económicamente poderosas establecían estos actos como parte de la vida cotidiana. Recordando también que las mujeres eran consideradas como cosas. Cero igualdades.

La evolución se va dando con el paso del tiempo y se alzan voces de grandes pensadores, políticos, activistas sociales, etc. para luchar por el derecho a que todos somos iguales, por naturaleza no, pero por ley sí, normas que regulan todo nuestro actuar en sociedad.

Se logra que se otorgue con grandes pasos y sacrificios, cierta igualdad en las leyes. Ahora bien, qué sucede cuando hablamos de violencia de género, lo primero que nos llega a la mente es aquella ocasionada por actos físicos, psicológicos, económicos, patrimoniales, laborales que por una aparente superioridad el hombre género masculino realiza en contra de la mujer género feme-nino. Violencia que puede conllevar a la presentación de denuncias ante la autoridad competente como pudiera ser el Ministerio Público en el supuesto de delitos derivados de este actuar.

Pero en el caso contrario, ¿qué pasa cuando una mujer es la parte activa de los actos de violencia en contra del varón, cuando por actos de faltas de respeto continuos, denigración hacia estos, y por supuesto afectaciones físicas que pueden ir desde un contacto directo hasta el uso de utensilios u otro tipo de herramientas que causan daño al cuerpo humano, existe la igualdad en ese tema?

Cuando se buscó equiparar los derechos entre hombres y mujeres, se quería establecer que ambos son iguales, actualmente así lo señala nuestra máxima ley, hombres y mujeres son iguales ante la ley. La realidad es que hace falta mucho por hacerse para lograr esa plenitud de igual, sobre todo en el ámbito laboral y familiar. Pero esto debe nacer desde el núcleo más importante de nuestra sociedad, la familia.

De aquí surgen dos temas importantes, un hombre puede denunciar a una mujer cuando esta comete un delito contra él, ya que la ley es igual para todos; cometes un delito se te debe sancionar como tal, pero con el respeto del debido proceso, es decir, acorde a las reglas del derecho aplicable. Nuestra sociedad no debe juzgar al hombre que acude ante una autoridad para denunciar hechos posibles de la comisión de un delito cometidos por una mujer en su contra. ¿En una materia como lo es el Derecho Familiar, el hombre también puede demandar alimentos y embargar el salario de la mujer que deban cumplir con esta obligación, tema muy poco conocido, pero que habla de la igualdad; a colación de lo último se estableció recientemente que no podrán ser candidatos, políticamente hablando, quien sean deudores alimentistas, esto también con igualdad, verdad?

Re generación 19

Fb Fausto E Villarreal García