La cuarta transformación de México ya está en marcha, así lo demuestran las acciones emanadas del ideario político del hombre fuerte del país, Andrés Manuel López Obrador...
Empezando por la cancelación de la construcción del aeropuerto en el lago de Texcoco, seguido por la promulgación de los decretos que derogan las pensiones a los ex presidentes de la República y el tope salarial a los más altos funcionarios de la administración federal, incluido el jefe máximo del gabinete presidencial.
Por supuesto que tales anuncios han levantado ámpula en aquellos que se sienten lesionados en sus intereses, incluidos los magistrados del Poder Judicial, así como en los satélites que operan en los diferentes sectores públicos nacionales, tales como organismos empresariales, medios de comunicación y partidos políticos de diferentes colores que protestan porque han perdido sus jugosas tajadas.
Pero por lo visto nada hará que las circunstancias retrocedan, nada podrá influir para cambiar las decisiones tomadas y que llevan como objetivos torales, dejar en claro en donde se encuentra el control del mando nacional y terminar, o cuando menos paliar, la oprobiosa y perniciosa corrupción que corroe el alma de la Nación.
PASOS SEGUROS
Las alcaldías de la zona conurbada, incluyendo la reelecta de Altamira que con excelentes resultados dirige la señora Alma Laura Amparán Cruz, en su incipiente actividad socio-política están marcando en forma clara el rumbo que esperan seguir en los próximos tres años –o seis, quien sabe- rumbo a un cambio sustancial en el desarrollo y futuro de sus respectivos municipios.
Como prueba de ello, en Ciudad Madero su alcalde Adrián Oseguera Kernion, más allá de los trabajos iniciales que está realizando con satisfactorio esfuerzo en materia de pavimentación, alumbrado, bacheo, limpieza pública, ayuda social, cultura y educación, su visión alcanza hasta un futuro a mediano plazo, encaminada hacia mejores estadías sociales para los habitantes de la petrolera ciudad.
Oseguera Kernion no quiere quedarse en el camino de los deseos, él va hacia metas de realizaciones mediante la elaboración de un programa integral que incluye turismo a nivel internacional, atracción de capitales de inversión, obras con sentido conurbado, impulso al empleo y, como cereza del pastel, poner fin a la corrupción oficial en todos los órdenes municipales.
No es fácil satisfacer tan ambiciosos planes, pero Oseguera Kernion nos hizo partícipes a los siete columnistas que en la tarea pondrá todo su esfuerzo y llegará hasta donde los recursos y las fuerzas le alcancen.
Nos dijo que por el bien de Ciudad Madero, nada lo habrá de detener.
Por cierto que por esos lares se le vio a Miguel Ángel Orta en compañía de la Secretaria de Obras del Estado, apoyando el plan de gobierno de Oseguera Kernion, lo que demuestra el interés del Gobierno del Estado por el mejor futuro de esta parte de Tamaulipas.
P.D.- Cuando las cosas andan mal, hay que renovarse o morir; de eso se trata una transformación.
