Lo que puede unir a diferentes fuerzas que antes estaban distanciadas es, sin duda alguna, el tener una problemática en común plena y totalmente identificada. Esto dará lugar a una política emergente de proteccionismo social, geográfico, político o económico con el fin de disminuir la fuerza del golpe enemigo y, si es posible, erradicarla de manera contundente, hasta hacerla desaparecer.
O bien, en caso contrario, más que una amenaza, pudiera existir un beneficio que, para ser alcanzado, las partes interesadas deben construir alianzas estratégicas para que cada una aporte recursos que ya sean humanos, técnicos, materiales o financieros y, así, con esta asociación, se vean en condiciones de incrementar las bonanzas, sumar capitales o mejorar de manera evidente su situación general.
Esto es lo que ha pasado con las últimas administraciones de la conurbación de la zona sur de Tamaulipas.
Si bien es cierto que normalmente están contemplados los municipios de Tampico, Ciudad Madero y Altamira, también es verdad que la mancha urbana y el impacto socioeconómico que está viviendo, ha alcanzado a los municipios de Aldama y González, razón por la cual, en los últimos eventos empresariales, económicos e industriales, hemos podido observar la asistencia de los presidentes municipales de esas localidades.
La participación conjunta y la identificación plena de cada uno de las cualidades que cada ciudad tiene, además de una estrategia interesante del Gobierno del Estado, que está dispuesto a generar las condiciones necesarias para la atracción de capitales extranjeros con una inversión cada vez más alta de grandes transnacionales, podemos decir que, por primera vez, la zona conurbada puede echar mano de las circunstancias y “jalar agua para su molino”.
Altamira, insisto, será la “punta de lanza” gracias a las condiciones portuarias e industriales que ofrece a través de su moderno corredor, asimismo las circunstancias son ahora más flexibles y las figuras jurídico - administrativas en las que se están amparando los gobiernos, la vuelven un espacio sumamente atractivo para el dinero extranjero.
La llegada de nuevas empresas traerá consigo un sinnúmero de empleos, siempre y cuando se cuente con la mano de obra certificada y acreditada que les permita, a las empresas, conservar los estándares de calidad que les son demandados, de lo contrario, veremos con tristeza que esos sueldos, en lugar de insertarse en la dinámica del circulante local, se irán a países como la India, Corea y otros, de donde se importó a los obreros.
Es por eso que las cámaras como la CMIC está intensificando sus programas de capacitación en oficios como soldadura especializada y pailería que son los más requeridos por estas industrias. También las escuelas asentadas en la localidad como los CECATIS están poniendo todo de su parte para que sus alumnos alcancen dichas oportunidades.
Y esta es una situación que ya se puede percibir en diversos niveles, por citar un ejemplo, el viernes tuve el gusto de conocer a un representante de la empresa SteelGo, con el que coincidí en una reunión y me comentaba que el motivo de su presencia aquí era generar una “cantera de fuerzas básicas” con los mejores alumnos de perfil ingenieril de las universidades de la localidad para que, a largo plazo, estos muchachos fueran los responsables de la empresa en un futuro.
Obviamente, todo esto implicaría un proceso de formación de residencias profesionales, estadías, capacitaciones y mentorías para poder realizar un tamizaje y, al final, quedarse con los que demostraron las mejores aptitudes y actitudes y entonces ser reclutados.
Por otra parte, más que pelearse la pertenencia de la playa de Miramar, Tampico y Ciudad Madero deben empezar a generar una identidad bien definida, independiente, pero eso sí, mutualista que le permita no solo al turista saber que con su visita realizará “un doble play” de entretenimiento, sino también al inversionista que verá, con su llegada, bondades por partida doble.
No podemos negar que la playa es de Ciudad Madero con todos los beneficios que ello conlleva, una afluencia turística por lo menos en once de los doce meses del año, dos periodos de crecimiento de arribo sumamente envidiables que dejan una derrama económica privilegiada y un panorama de inversión de atractivos de esparcimiento en todo el litoral que le corresponde a la urbe petrolera.
En el otro lado, Tampico, está privilegiado en materia de servicios.
Cuenta con un centro histórico y amplios, cómodos y novedosos centros comerciales con marcas de talla internacional. Lugares de recreación asentados en su sistema lagunario como el parque Fray Andrés de Olmos y el Bicentenario de la Laguna del Carpintero. Pero lo que lo hace sumamente interesante para los inversionistas es el modelo de la Expo Tampico, un recinto que se puede equiparar con cualquier otro del mundo.
En materia de cultura, el teatro de nuestra ciudad es moderno, estratégicamente diseñado y, al estar frente al coloso de la colonia Obrera, lo vuelve un punto medular para la generación de acuerdos, inversiones y exposiciones de toda índole. A unos cuantos metros de ese lugar y, si la memoria no me falla será en quince días aproximadamente, cuando se inaugure el Museo del Niño. Y, debo decirlo, espero que sea el primero de muchos museos que estén en nuestra zona.
Estos elementos están a la entrada del majestuoso puente Tampico, lo que permitirá a los visitantes provenientes del norte veracruzano, saber de primera mano, los lugares que podrán visitar.
Solamente espero que muy pronto las autoridades volteen a la zona centro que ha quedado descobijada de atractivos como cines, por ejemplo y que, a la par de ello, se empiece un macroproyecto en las instalaciones del antiguo hospital civil de nuestra ciudad.
Para concluir, no dudamos que las autoridades locales, tengan la visión para apostarle al trabajo de unidad y hacer sinergia para enfrentar las problemáticas que se vienen y alcanzar los beneficios que se pueden aterrizar en bien de la zona sur de nuestra entidad federativa.
¡Hasta la próxima!
Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com
Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!
