/ domingo 12 de agosto de 2018

Identidad cultural y Medio ambiente

La caficultura ha sido una de las áreas de mayor importancia del sector agropecuario nacional como principal generadora de divisas al sumar, ciclo tras ciclo, más de 500 millones de dólares en promedio en materia de exportación...

Yuna de las actividades agrícolas que más empleos ha generado tanto en el ámbito rural como en el industrial en nuestro país. Los programas que se pretenda desarrollar en torno a la caficultura, y hoy también por fortuna a favor de la ECOLOGÍA –esa asignatura siempre en déficit–, son ideados por los productores cuyos intereses se encuentran intrínsecamente ligados a esta noble actividad.

En una de las exposiciones nacionales, el Estado de Chiapas atrajo sustancialmente mi atención, e ipso facto entablé relación con el personal que atendía su amplio y precioso estand, en especial con una joven que además de promover el café de Chiapas, exhibía una colección de fotografías. Diestramente instalada e ingresada en dichas imágenes que tuvieron como fondo el relato de aquella mujer, me fui sumergiendo en la Reserva de la Biosfera El Triunfo, área natural protegida que incluye parte de ocho municipios con una extensión de 119 mil 177 hectáreas, de las que 25 mil 719 corresponden a cinco zonas núcleo donde no se permite ninguna utilización de los recursos naturales debido a que su fin es la conservación y la investigación científica. Las 93 mil 458 hectáreas restantes pertenecen a una zona integrada por 315 propiedades privadas, 27 ejidos y un bien comunal. Es aquí donde se promueven prácticas de productividad sustentable como el café orgánico, los abonos verdes, el cultivo de palma shate, hortalizas y, en fechas más recientes, el café amigable con la biodiversidad. La altitud oscila entre los 450 y los 2 mil 750 metros sobre el nivel del mar, factor que contribuye a que en la Reserva se den cuatro climas distintos y diez de los diecinueve tipos de vegetación, entre los que destacan el bosque mesófilo de montaña o nubliselva, el bosque de pinoencino- liquidámbar, y la selva mediana subperennifolia donde la exuberancia emerge en la variedad de plantas, y la fauna en su amenidad se extiende sin límites.

Pese a no tener inventarios puntuales, se maneja la existencia de 977 especies en el aspecto botánico; en el orden zoológico se hallan registradas 63 especies de reptiles, 22 de anfibios, 392 de aves y 116 de mamíferos, sin contar la multiplicidad de invertebrados de los que no se han obtenido datos que determinen el número de especies.

Entre la fauna que destaca por su importancia biológica y su lugar en la historia y la cultura del hombre se encuentra el jaguar, visto en las sapiencias mesoamericanas como el Dios de los montes y guerreros, poderoso nagual de brujos o hechiceros. Y el quetzal, considerado el ave más bella de América, que en la época prehispánica era símbolo de fertilidad, abundancia y vida, en el entendido de que quien lapidara un quetzal sería castigado con la muerte. Estas especies, catalogadas por nuestra inconciencia como animales exóticos, dejarán de existir de no conservar sus hábitats, al igual que el tapir, el ocelote, el pavón, la tangará aliazul -subyugante nombre- y la nauyaca verde entre tantas más, así como una infinita complejidad de verdes insignes aliviadores de nuestros agobios físicos.

Muchas de las especies botánicas de la Reserva El Triunfo son endémicas. Las lluvias constantes descansan en extensas áreas selváticas y arboladas, húmeda fertilidad en forma de rocío delicado o como suave caricia de llovizna o en torrente que penetra las formas veladas de la tierra, dando a luz celebrables cauces acuíferos que loan el complejo hidroeléctrico del río Grijalva con sus cuatro presas…

La Reserva El Triunfo se distingue desde 1990 como una de las Áreas Naturales Protegidas más importantes del país, no sólo por proveer invaluables servicios ecológicos, sino porque es crucial en la captación de agua y en el mantenimiento de la estabilidad climática de las regiones Sierra Madre de Chiapas, Fraylesca y Soconusco. Actualmente las casi 120 mil hectáreas que cubre la Reserva constituyen una de las zonas estratégicas para la conservación del denominado Corredor Biológico Mesoamericano. El Instituto para el Desarrollo Sustentable en Mesoamérica –organización privada no lucrativa– creó el proyecto Café Amigable, cuyo origen se da en la problemática y en la oportunidad, circunstancias que ilustran el hecho de que en El Triunfo el café sea la principal actividad productiva. Se da en la problemática porque es la razón más importante que sustituye vegetación original, y en la oportunidad porque los esquemas de producción de los pequeños productores de café se fundamentan en la utilización de sombra nativa y diversificada, hábitat y corredor biológico de especies de flora y fauna.

El Café Amigable se produce sin agroquímicos, bajo distintas sombras nativas de montaña con alto valor en biodiversidad, basándose en las experiencias tradicionales de producción, y retomando las experiencias de producción orgánica que ofrece la sabia naturaleza del cultivo. Salvaguardando la identidad cultural y la integridad del suelo y el agua como fin principalísimo, este programa preserva las especies de aves y otros animales en peligro de extinción, pero ante todo es AMIGABLE AMBIENTAL, económica y socialmente. Entrañable relato que escribe su final frente a una taza de aromado café…

e-mail: mag_berumen@cafecostenito. com

La caficultura ha sido una de las áreas de mayor importancia del sector agropecuario nacional como principal generadora de divisas al sumar, ciclo tras ciclo, más de 500 millones de dólares en promedio en materia de exportación...

Yuna de las actividades agrícolas que más empleos ha generado tanto en el ámbito rural como en el industrial en nuestro país. Los programas que se pretenda desarrollar en torno a la caficultura, y hoy también por fortuna a favor de la ECOLOGÍA –esa asignatura siempre en déficit–, son ideados por los productores cuyos intereses se encuentran intrínsecamente ligados a esta noble actividad.

En una de las exposiciones nacionales, el Estado de Chiapas atrajo sustancialmente mi atención, e ipso facto entablé relación con el personal que atendía su amplio y precioso estand, en especial con una joven que además de promover el café de Chiapas, exhibía una colección de fotografías. Diestramente instalada e ingresada en dichas imágenes que tuvieron como fondo el relato de aquella mujer, me fui sumergiendo en la Reserva de la Biosfera El Triunfo, área natural protegida que incluye parte de ocho municipios con una extensión de 119 mil 177 hectáreas, de las que 25 mil 719 corresponden a cinco zonas núcleo donde no se permite ninguna utilización de los recursos naturales debido a que su fin es la conservación y la investigación científica. Las 93 mil 458 hectáreas restantes pertenecen a una zona integrada por 315 propiedades privadas, 27 ejidos y un bien comunal. Es aquí donde se promueven prácticas de productividad sustentable como el café orgánico, los abonos verdes, el cultivo de palma shate, hortalizas y, en fechas más recientes, el café amigable con la biodiversidad. La altitud oscila entre los 450 y los 2 mil 750 metros sobre el nivel del mar, factor que contribuye a que en la Reserva se den cuatro climas distintos y diez de los diecinueve tipos de vegetación, entre los que destacan el bosque mesófilo de montaña o nubliselva, el bosque de pinoencino- liquidámbar, y la selva mediana subperennifolia donde la exuberancia emerge en la variedad de plantas, y la fauna en su amenidad se extiende sin límites.

Pese a no tener inventarios puntuales, se maneja la existencia de 977 especies en el aspecto botánico; en el orden zoológico se hallan registradas 63 especies de reptiles, 22 de anfibios, 392 de aves y 116 de mamíferos, sin contar la multiplicidad de invertebrados de los que no se han obtenido datos que determinen el número de especies.

Entre la fauna que destaca por su importancia biológica y su lugar en la historia y la cultura del hombre se encuentra el jaguar, visto en las sapiencias mesoamericanas como el Dios de los montes y guerreros, poderoso nagual de brujos o hechiceros. Y el quetzal, considerado el ave más bella de América, que en la época prehispánica era símbolo de fertilidad, abundancia y vida, en el entendido de que quien lapidara un quetzal sería castigado con la muerte. Estas especies, catalogadas por nuestra inconciencia como animales exóticos, dejarán de existir de no conservar sus hábitats, al igual que el tapir, el ocelote, el pavón, la tangará aliazul -subyugante nombre- y la nauyaca verde entre tantas más, así como una infinita complejidad de verdes insignes aliviadores de nuestros agobios físicos.

Muchas de las especies botánicas de la Reserva El Triunfo son endémicas. Las lluvias constantes descansan en extensas áreas selváticas y arboladas, húmeda fertilidad en forma de rocío delicado o como suave caricia de llovizna o en torrente que penetra las formas veladas de la tierra, dando a luz celebrables cauces acuíferos que loan el complejo hidroeléctrico del río Grijalva con sus cuatro presas…

La Reserva El Triunfo se distingue desde 1990 como una de las Áreas Naturales Protegidas más importantes del país, no sólo por proveer invaluables servicios ecológicos, sino porque es crucial en la captación de agua y en el mantenimiento de la estabilidad climática de las regiones Sierra Madre de Chiapas, Fraylesca y Soconusco. Actualmente las casi 120 mil hectáreas que cubre la Reserva constituyen una de las zonas estratégicas para la conservación del denominado Corredor Biológico Mesoamericano. El Instituto para el Desarrollo Sustentable en Mesoamérica –organización privada no lucrativa– creó el proyecto Café Amigable, cuyo origen se da en la problemática y en la oportunidad, circunstancias que ilustran el hecho de que en El Triunfo el café sea la principal actividad productiva. Se da en la problemática porque es la razón más importante que sustituye vegetación original, y en la oportunidad porque los esquemas de producción de los pequeños productores de café se fundamentan en la utilización de sombra nativa y diversificada, hábitat y corredor biológico de especies de flora y fauna.

El Café Amigable se produce sin agroquímicos, bajo distintas sombras nativas de montaña con alto valor en biodiversidad, basándose en las experiencias tradicionales de producción, y retomando las experiencias de producción orgánica que ofrece la sabia naturaleza del cultivo. Salvaguardando la identidad cultural y la integridad del suelo y el agua como fin principalísimo, este programa preserva las especies de aves y otros animales en peligro de extinción, pero ante todo es AMIGABLE AMBIENTAL, económica y socialmente. Entrañable relato que escribe su final frente a una taza de aromado café…

e-mail: mag_berumen@cafecostenito. com