La pretendida alianza entre el PAN, el PRI y el PRD en Tamaulipas, se ha venido complicando y está cada día más en la discusión política, ya no solo de quienes toman las decisiones en estos partidos, sino también en el imaginario popular que cuestiona los objetivos, alcances y la esencia misma de esta coalición.
Hay rumores que hablan, por ejemplo, de que cierto aspirante del PAN a la gubernatura no aceptaría la nominación de otra forma, que no fuera con la alianza básica de los tres partidos y de la suma de liderazgos regionales identificados incluso con otras corrientes, pues solo entendería competir contra Morena y su “marca” concretando la única operación aritmética que cuenta: la suma, y la suma de todos.
Si bien una fracción dura del PRI curiosamente aquí en el sur del estado encabezada por Luis Enrique Villarreal, empresarios como Benito Torres y José Manuel Argüello, sindicalistas como Edmundo García Román y ex funcionarios como el ex alcalde de Altamira, Armando López Flores, ya se han pronunciado a favor de la alianza, a pesar de que ni el delegado del Comité Nacional Felipe González, ni el presidente del PRI en Tamaulipas Edgardo Melhem la respaldan, sino por el contrario la atacan, mucha gente hoy se pregunta para qué concretar una alianza tan disímbola si desde antes de nacer, ya tiene problemas de parto.
Habríamos de recordar que alianzas así, han existido desde siempre y no sólo en Tamaulipas, sino en nuestra zona. Por ejemplo, en 1992 una coalición PAN-PRD ganó la presidencia municipal de Ciudad Madero, llevando a Alfredo Pliego Aldana como candidato, en un momento político en que el factor del “Quinazo” de 1989 influía y mucho en la izquierda maderense.
No es descabellado entonces, pensar en una alianza de los opositores a la cuarta transformación y sus aliados, llámese Morena y el PT, a la que incluso se pudiera llegar a sumar el Partido Verde (dependiendo claro, de quién llegue a la candidatura), si las circunstancias a nivel nacional ya han planteado esta coalición con el nombre de “Va por México”, que seguramente aterrizará en la candidatura a la presidencia de la república en 2024.
Si la alianza que busca Acción Nacional con el PRI y el PRD en Tamaulipas se concreta, son el PRI y el PRD quienes sacan la mejor parte y el PAN estaría en condiciones de competir realmente con Morena. Los panistas no quieren volver a confiarse, pues en la elección de este año, Morena les arrebató una buena tajada del pastel electoral de estado y colocaron en el filo de la navaja el control del estratégico Congreso del Estado que hoy se debate sesión a sesión en un claro choque de fuerzas, que pinta para ser estéril, si no logran concretar acuerdos.
Pero el PRI aspiraría a no perder su registro, no perder sus prerrogativas y a no perderse en el limbo de la historia, pues de irse solos, hasta el Movimiento Ciudadano que, claramente competirá en solitario, le podría arrebatar su posición. Es lógico que tampoco el Partido de la Revolución Democrática es la gran fuerza electoral en Tamaulipas, pero la aritmética simple, los llevaría a ocupar posiciones que en este momento le son inalcanzables.
Si se ve desde esta perspectiva, una coalición PAN-PRI-PRD parecería inminente y quizás la única duda (que tampoco es que nos quite el sueño, ni mucho menos) es si el Verde se va por los verdes de quien adquiera su franquicia para ir con las siglas o si vende más barato su amor a la cantada alianza que seguramente concretarán Morena y el PT como lo hicieron este año. De ser así, al menos hasta ahora, pareciera que Morena-PT competiría contra PAN-PRI-PRD y en solitario el Verde y MC, más algún (a) valiente que se quiera lanzar por la vía independiente. Pero aún falta mucho y seguramente veremos más posturas y algunas sorpresas en las próximas semanas.
¿AMLO DE GIRA EN TAMAULIPAS?
A decir del “súper” delegado de los programas federales en el estado, y a la sazón, aspirante de Morena a la gubernatura, el sociólogo tampiqueño Rodolfo González Valderrama, es sólo cuestión de abrir espacio en la agenda del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador para que visite nuevamente Tamaulipas, en esta ocasión, para inaugurar formalmente algunas de las 16 sucursales del Banco del Bienestar (de 36 que se construyen) que ya están terminadas en la entidad.
No es poco el morbo sobre la presencia en dichos actos del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien aguantó en el pasado proceso electoral los duros embates judiciales de la 4T, incluyendo su fallido desafuero. Una reunión entre el presidente y el gobernador sería de llamar la atención y no debe perderse de vista que el gobernador y González Valderrama se reunieron recientemente ¿ya habrá acuerdos?
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