/ jueves 17 de junio de 2021

¡Imagínese! | Chucho y Américo

La política es de momentos, pero si la selección de los principales partidos políticos en pugna en Tamaulipas fuera hoy, para la elección del año entrante en la que se disputará la gubernatura de Tamaulipas, el PAN elegiría a Chucho Nader y Morena a Américo Villarreal, aunque en los hechos, aún falta la mitad del año para llegar a ese punto. Con el cerrojazo de la elección de este año, dieron inicio dos grandes batallas electorales en el país, por un lado, la sucesión estatal que tendrá lugar en junio del 2022 y un poco más adelante la sucesión presidencial en 2024, cuando los mexicanos regresemos a las urnas para votar nuevamente por el presidente de la república.

De hecho, la elección de este 2021, atípica por la pandemia, enorme por haber sido la más grande y compleja en la historia del país y extraordinariamente participativa por la gran aportación de millones de electores que superaron más del 52% del padrón electoral, prácticamente iba a la par la elección del año entrante en Tamaulipas, con la sucesión en juego por parte de las dos fuerzas políticas más grandes y hay muchos ganadores y derrotados políticamente hablando en esta carrera. En Acción Nacional hay muchos nombres que ya pueden irse descartando, debido a los resultados que no les favorecieron en los principales municipios y al perder la mayoría en el Congreso del Estado que aún deberá convivir políticamente con el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca durante un año, antes del relevo en el gobierno del estado. Quizás el gran triunfador de entre los panistas se llama Jesús Antonio Nader Nasrallah, a quien propios y extraños reconocen el gran trabajo que ha realizado al frente de la administración municipal de Tampico, cuyos resultados hablaron por sí mismos y hasta provocó un efecto de arrastre con los candidatos a las diputaciones federal y locales, es sin ninguna duda, la mejor carta que podría presentar el Partido Acción Nacional en el 2022 como su candidato a la gubernatura.

En la acera de enfrente, Morena tiene en el senador victorense Américo Villarreal Anaya, a su carta más importante, por su cercanía con quienes mandan en la cuarta transformación y el respaldo que veladamente se dio a su trabajo como delegado del Comité Nacional de Morena en Sinaloa, el dirigente nacional de ese partido Mario Delgado Carrillo, quien ya lo contempla como la carta más fuerte para la sucesión cueruda.

Claro que no son los únicos que están en la baraja política por ambos partidos, el PAN también maneja nombres como el del próximo diputado federal plurinominal, Gerardo Peña Flores, del primer círculo cercano al gobernador, quien, a pesar de haber perdido en las urnas, fue quien en su rol de pastor del Congreso se la jugó con el mandatario estatal. También se ha mencionado mucho al secretario general de gobierno, César Verástegui Ostos, pues el “Truco” ha sido una garantía en las urnas en la región cañera y también goza de cercanía con el mandatario estatal, mientras que hay algunas voces que ya apuntan al diputado federal recientemente electo por el PAN Óscar Almaraz. En cambio, en Morena hay varios ganadores que se suman a la lista que ya se manejaba, es el caso de la alcaldesa de Reynosa Maki Ortiz Domínguez, quien además lleva la ventaja del rol de género, pero también otras figuras que ganaron, como los alcaldes de Madero y Matamoros, Adrián Oseguera Kernion y Mario Alberto López, el diputado federal Erasmo González Robledo, también cercano a Mario Delgado y sin perder de vista al delegado José Ramón Gómez Leal y a Rodolfo González Valderrama, quizás el tampiqueño más cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador. Se sabe que para diciembre deberán estar listos quienes vayan a encabezar las candidaturas para el gobierno del estado, para ser formalmente designados en los primeros días del próximo año e iniciar precampañas por ahí de marzo. Para los panistas el reto consistirá en resistir los embates de la federación, en recalcular sus estrategias, hacer cambios drásticos que coadyuven a reconstruir su estructura partidista en el estado, a sacudirse la soberbia de algunos personajes que ya pintaban a Tamaulipas de azul y a prepararse con lo mejor de sus cuadros, jugando con muchas cartas en contra, tras perder los municipios más poblados de la entidad y el legislativo local. En Morena tienen el mismo problema de siempre, tratar de buscar unidad en medio de tanta disparidad al interior del partido, que provocó fuertes reclamos, manifestaciones y hasta gritos por la designación de las candidaturas. Si logran fortalecer un liderazgo que sea capaz de unir a la distante y complicada geografía tamaulipeca, estarán en vías de colocarse al frente de las preferencias en la elección del año entrante. El reto no es nada fácil.

marioagamezh@hotmail.com

La política es de momentos, pero si la selección de los principales partidos políticos en pugna en Tamaulipas fuera hoy, para la elección del año entrante en la que se disputará la gubernatura de Tamaulipas, el PAN elegiría a Chucho Nader y Morena a Américo Villarreal, aunque en los hechos, aún falta la mitad del año para llegar a ese punto. Con el cerrojazo de la elección de este año, dieron inicio dos grandes batallas electorales en el país, por un lado, la sucesión estatal que tendrá lugar en junio del 2022 y un poco más adelante la sucesión presidencial en 2024, cuando los mexicanos regresemos a las urnas para votar nuevamente por el presidente de la república.

De hecho, la elección de este 2021, atípica por la pandemia, enorme por haber sido la más grande y compleja en la historia del país y extraordinariamente participativa por la gran aportación de millones de electores que superaron más del 52% del padrón electoral, prácticamente iba a la par la elección del año entrante en Tamaulipas, con la sucesión en juego por parte de las dos fuerzas políticas más grandes y hay muchos ganadores y derrotados políticamente hablando en esta carrera. En Acción Nacional hay muchos nombres que ya pueden irse descartando, debido a los resultados que no les favorecieron en los principales municipios y al perder la mayoría en el Congreso del Estado que aún deberá convivir políticamente con el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca durante un año, antes del relevo en el gobierno del estado. Quizás el gran triunfador de entre los panistas se llama Jesús Antonio Nader Nasrallah, a quien propios y extraños reconocen el gran trabajo que ha realizado al frente de la administración municipal de Tampico, cuyos resultados hablaron por sí mismos y hasta provocó un efecto de arrastre con los candidatos a las diputaciones federal y locales, es sin ninguna duda, la mejor carta que podría presentar el Partido Acción Nacional en el 2022 como su candidato a la gubernatura.

En la acera de enfrente, Morena tiene en el senador victorense Américo Villarreal Anaya, a su carta más importante, por su cercanía con quienes mandan en la cuarta transformación y el respaldo que veladamente se dio a su trabajo como delegado del Comité Nacional de Morena en Sinaloa, el dirigente nacional de ese partido Mario Delgado Carrillo, quien ya lo contempla como la carta más fuerte para la sucesión cueruda.

Claro que no son los únicos que están en la baraja política por ambos partidos, el PAN también maneja nombres como el del próximo diputado federal plurinominal, Gerardo Peña Flores, del primer círculo cercano al gobernador, quien, a pesar de haber perdido en las urnas, fue quien en su rol de pastor del Congreso se la jugó con el mandatario estatal. También se ha mencionado mucho al secretario general de gobierno, César Verástegui Ostos, pues el “Truco” ha sido una garantía en las urnas en la región cañera y también goza de cercanía con el mandatario estatal, mientras que hay algunas voces que ya apuntan al diputado federal recientemente electo por el PAN Óscar Almaraz. En cambio, en Morena hay varios ganadores que se suman a la lista que ya se manejaba, es el caso de la alcaldesa de Reynosa Maki Ortiz Domínguez, quien además lleva la ventaja del rol de género, pero también otras figuras que ganaron, como los alcaldes de Madero y Matamoros, Adrián Oseguera Kernion y Mario Alberto López, el diputado federal Erasmo González Robledo, también cercano a Mario Delgado y sin perder de vista al delegado José Ramón Gómez Leal y a Rodolfo González Valderrama, quizás el tampiqueño más cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador. Se sabe que para diciembre deberán estar listos quienes vayan a encabezar las candidaturas para el gobierno del estado, para ser formalmente designados en los primeros días del próximo año e iniciar precampañas por ahí de marzo. Para los panistas el reto consistirá en resistir los embates de la federación, en recalcular sus estrategias, hacer cambios drásticos que coadyuven a reconstruir su estructura partidista en el estado, a sacudirse la soberbia de algunos personajes que ya pintaban a Tamaulipas de azul y a prepararse con lo mejor de sus cuadros, jugando con muchas cartas en contra, tras perder los municipios más poblados de la entidad y el legislativo local. En Morena tienen el mismo problema de siempre, tratar de buscar unidad en medio de tanta disparidad al interior del partido, que provocó fuertes reclamos, manifestaciones y hasta gritos por la designación de las candidaturas. Si logran fortalecer un liderazgo que sea capaz de unir a la distante y complicada geografía tamaulipeca, estarán en vías de colocarse al frente de las preferencias en la elección del año entrante. El reto no es nada fácil.

marioagamezh@hotmail.com