“Aquí se viene a trabajar”. Esta fue la declaración más importante, que la alcaldesa de Altamira, Alma Laura Amparán Cruz, hizo hace cinco años, durante la ceremonia de su toma de protesta, una anécdota que ella misma recordó en el marco de su Tercer Informe de Gobierno Municipal y que delineó perfectamente bien el transcurso de sus dos administraciones municipales, que terminarán en unos cuantos días.
Alma Laura Amparán hizo un extraordinario trabajo, ni duda nos cabe a quienes vivimos en Altamira y vimos la transformación de un municipio con una enorme cantidad de retos, que hoy luce más moderno, dinámico y con un gran avance en materia de obras, servicios, desarrollo económico, salud, educación, empleo y un gobierno que siempre estuvo cerca de la gente que más lo necesitó, de las mujeres solteras, de los grupos vulnerables, del área rural, urbana y de la gran industria con sus alianzas internacionales, en pocas palabras, un gobierno que supo encontrar el delicado equilibrio entre sociedad y gobierno.
Durante los cinco años que Alma Laura Amparán gobernó Altamira, su población creció en más de 35 mil habitantes, se construyeron 20 mil viviendas y circulan por sus calles 12 mil vehículos más, de acuerdo con los números del Inegi, que también apuntan a una zona considerada de las más seguras del país, en donde se redujo 30% la incidencia delictiva, ofreciendo mayor certidumbre e inversión. Por ello el gobierno municipal destinó un histórico 70% de su presupuesto a bienestar y desarrollo económico con especial atención a la educación.
Sería imposible en tan poco espacio, puntualizar todas y cada una de las acciones de cinco años de una gestión atípica, pues la primera fue de solo dos años y la segunda irregular por las consecuencias de las crisis sanitaria y económica, derivadas de la pandemia, pero Alma Laura Amparán ofreció claros indicadores en el desarrollo de su Tercer Informe en el patio central de la Presidencia Municipal, ante su Cabildo en sesión solemne y ante la maestra Magdalena Peraza, representante del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien también reconoció públicamente la labor de la alcaldesa de Altamira de mutuo propio y de parte del jefe del Poder Ejecutivo Estatal. Una buena idea del tamaño del reto, es que Altamira cuenta con una población de 269 mil habitantes y se aplicó una inversión en 5 años de 66 mdp para el rubro de Protección Civil que incluyó el mantenimiento y la construcción de nuevos canales pluviales para evitar inundaciones, 107 mdp en Tránsito y Vialidad que redundó en una mejora de la infraestructura vial y con ello un 26% menos de accidentes vehiculares. Ya que en el 30% de los hogares de Altamira hay jefas de familia, se dio capacitación para el autoempleo, asesoría, recursos productivos, descuentos en impuestos municipales y acciones que cuidan a las mujeres, como el “Camión de la Salud”, adquirido con recursos municipales, que ha beneficiado a más de un millar mujeres, con 1,409 mastografías y exámenes médicos, sumados a los servicios de salud, a favor de los altamirenses.
Destacó el rubro educativo, con una cifra sin precedentes de 400 mdp en acciones para la educación, más de 6 mil estudiantes becados, cada escuela de Altamira ha recibido al menos una obra y 7 de cada 10 han recibido 2 o más en infraestructura educativa. En 5 años, hubo una disminución en el rezago educativo y un aumento de 2 años en el promedio escolar en Altamira. Se trata de “logros, compromisos cumplidos, retos que supimos enfrentar con amor por Altamira”, dijo Alma Laura Amparán a destacar los rubros de apoyos al deporte, la salud, la escrituración de predios, el extraordinario trabajo de su hija, Alma Laura Hernández Amparán, al frente del Sistema DIF, grandes beneficios, como abatir en un 50% el rezago en alumbrado público, la cobertura total de los servicios de limpia pública; una inversión histórica de 2 mil 204 mdp a través de 2,026 acciones de obra pública y una gran noticia: que esta administración deja cero deuda y finanzas sanas, autónomas, transparentes y reconocidas por las calificadoras internacionales. Con la satisfacción del deber cumplido puede decirse, sin que quepa la menor duda, que Alma Laura Amparán Cruz cumplió con creces su palabra, vino a trabajar por los altamirenses y a hacer de este municipio, con toda su extensión y diversidad, un mejor lugar para sus habitantes.
“Ya están puestos los cimientos del futuro. Son muy sólidos porque esa fue la voluntad de los ciudadanos. Los hechos, logros y resultados nos respaldan y tenemos el gusto de seguir sirviendo como ciudadanos. Altamira es tierra de oportunidades donde los objetivos se alcanzan, las metas se realizan y los compromisos se cumplen”. Su legado queda, misión cumplida alcaldesa.
marioagamezh@hotmail.com
