/ jueves 2 de abril de 2020

¡Imagínese! | Imposible sellar la frontera

Una de las medidas importantes que se tomó para controlar el avance del COVID-19, fue el cierre de la frontera norteamericana con México y Canadá, sin embargo, Estados Unidos, que actualmente es el epicentro del coronavirus en el mundo, aplicaron las limitaciones únicamente para quienes entran hacia ese país y no en sentido contrario, lo que, aunado a la crisis migratoria en nuestra frontera, colocan a Tamaulipas en un gran riesgo de flujo de contagiados hacia nuestro estado.

Los norteamericanos pueden venir hacia nuestro país sin restricción o control sanitario alguno y encima continúan deportando a miles de indocumentados, lo que pareciera una bomba de tiempo que podría dar al traste con los esfuerzos que desde el gobierno estatal se han dado para contener la propagación del virus.

Hace algunos días se dio ya, una inédita protesta por parte de mexicanos en la frontera, en donde exigían a las autoridades negar el acceso a nuestro país de norteamericanos, justamente por estar en un foco de contagio mundial en este momento. El gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca pidió al gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador tres acciones concretas para coadyuvar en este tema: en primer lugar, restringir los viajes no esenciales desde Norteamérica hacia nuestro país, como ya se aplica en sentido inverso. Un segundo planteamiento, ofrecer un trato digno y servicios de salud a los migrantes deportados hacia nuestro país y un tercer punto, que las repatriaciones se realicen durante el día, ya que actualmente se hacen por las madrugadas, dificultando su atención. El mandatario estatal solicitó a la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón que se apliquen de inmediato estas restricciones, a través de una videoconferencia en la que además estuvieron el resto de los gobernadores del país y el doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud y responsable del programa de atención contra el COVID-19 en México, quien respaldó la iniciativa del gobernador de Tamaulipas durante este enlace, lo que pudiera resultar en que la Federación adopte esta estrategia. Tan sólo en Tamaulipas existen más de 2,500 migrantes en albergues que opera el Instituto Nacional de Migración que fueron repatriados o que esperan la oportunidad de ingresar a la unión americana, pero las condiciones de estos albergues están muy lejos de contar con las restricciones del distanciamiento social, lo que los coloca en muy alto riesgo ante el avance de la pandemia.

Pero no se espera una solución sencilla, pues las relaciones entre México y los Estados Unidos parecen depender de las directrices que se tomen desde Washington y la realidad es que las decisiones de Donald Trump han dejado mucho que desear, pues hay que recordar que Trump negó la pandemia hasta que le estalló en la cara, al igual que Andrés Manuel López Obrador cambió radicalmente su discurso al respecto en apenas unas horas y este es un grave problema que no se puede desestimar.

Parece imposible que se logre sellar la frontera, pero lo que sí podríamos esperar, es que al menos el gobierno mexicano tome la decisión de enfrentar el problema migratorio con otra estrategia, que permita darles un trato digno y al mismo tiempo establecer estrictos controles sanitarios que eviten que el coronavirus y sus mortales y devastadores efectos se nos vengan encima desde nuestra frontera norte.

LOS ALCALDES TAMBIÉN DAN LA BATALLA

Cumpliendo a cabalidad con las restricciones sanitarias, los presidentes municipales de la zona sur del estado no han detenido sus actividades y desde su trinchera hacen la tarea para minimizar los riesgos de contagio, por ejemplo, en Tampico Chucho Nader exhortó a los directivos de las instituciones bancarias a implementar las medidas para cumplir con el distanciamiento social necesario para prevenir la propagación del COVID-19 y a que instalen en cajeros automáticos equipos de limpieza para que los usuarios puedan limpiar sus manos con gel antibacterial antes y después del uso de los mismos. El edil tampiqueño entregó a los 50 aseadores de calzados, apoyos económicos para que puedan sobrellevar la cuarentena y se han tomado acciones de filtros sanitarios en las instalaciones del municipio que aún operan. En Altamira, la alcaldesa Alma Laura Amparán Cruz ha supervisado personalmente el cierre de todos los espacios públicos, incluyendo las playas, plazas, parques e instalaciones deportivas y de recreación. En Ciudad Madero, el alcalde Adrián Oseguera Kernion continúa con una estricta supervisión del cierre de todos los accesos a la playa de Miramar, respaldando a los comerciantes y locatarios con apoyos económicos y sin detener el avance del programa de obras y limpieza de la ciudad.

A dónde podrá ir el que hasta aquí llegó, si más allá sólo fueron los muertosThomas Jefferson, Político estadounidense

Una de las medidas importantes que se tomó para controlar el avance del COVID-19, fue el cierre de la frontera norteamericana con México y Canadá, sin embargo, Estados Unidos, que actualmente es el epicentro del coronavirus en el mundo, aplicaron las limitaciones únicamente para quienes entran hacia ese país y no en sentido contrario, lo que, aunado a la crisis migratoria en nuestra frontera, colocan a Tamaulipas en un gran riesgo de flujo de contagiados hacia nuestro estado.

Los norteamericanos pueden venir hacia nuestro país sin restricción o control sanitario alguno y encima continúan deportando a miles de indocumentados, lo que pareciera una bomba de tiempo que podría dar al traste con los esfuerzos que desde el gobierno estatal se han dado para contener la propagación del virus.

Hace algunos días se dio ya, una inédita protesta por parte de mexicanos en la frontera, en donde exigían a las autoridades negar el acceso a nuestro país de norteamericanos, justamente por estar en un foco de contagio mundial en este momento. El gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca pidió al gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador tres acciones concretas para coadyuvar en este tema: en primer lugar, restringir los viajes no esenciales desde Norteamérica hacia nuestro país, como ya se aplica en sentido inverso. Un segundo planteamiento, ofrecer un trato digno y servicios de salud a los migrantes deportados hacia nuestro país y un tercer punto, que las repatriaciones se realicen durante el día, ya que actualmente se hacen por las madrugadas, dificultando su atención. El mandatario estatal solicitó a la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón que se apliquen de inmediato estas restricciones, a través de una videoconferencia en la que además estuvieron el resto de los gobernadores del país y el doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud y responsable del programa de atención contra el COVID-19 en México, quien respaldó la iniciativa del gobernador de Tamaulipas durante este enlace, lo que pudiera resultar en que la Federación adopte esta estrategia. Tan sólo en Tamaulipas existen más de 2,500 migrantes en albergues que opera el Instituto Nacional de Migración que fueron repatriados o que esperan la oportunidad de ingresar a la unión americana, pero las condiciones de estos albergues están muy lejos de contar con las restricciones del distanciamiento social, lo que los coloca en muy alto riesgo ante el avance de la pandemia.

Pero no se espera una solución sencilla, pues las relaciones entre México y los Estados Unidos parecen depender de las directrices que se tomen desde Washington y la realidad es que las decisiones de Donald Trump han dejado mucho que desear, pues hay que recordar que Trump negó la pandemia hasta que le estalló en la cara, al igual que Andrés Manuel López Obrador cambió radicalmente su discurso al respecto en apenas unas horas y este es un grave problema que no se puede desestimar.

Parece imposible que se logre sellar la frontera, pero lo que sí podríamos esperar, es que al menos el gobierno mexicano tome la decisión de enfrentar el problema migratorio con otra estrategia, que permita darles un trato digno y al mismo tiempo establecer estrictos controles sanitarios que eviten que el coronavirus y sus mortales y devastadores efectos se nos vengan encima desde nuestra frontera norte.

LOS ALCALDES TAMBIÉN DAN LA BATALLA

Cumpliendo a cabalidad con las restricciones sanitarias, los presidentes municipales de la zona sur del estado no han detenido sus actividades y desde su trinchera hacen la tarea para minimizar los riesgos de contagio, por ejemplo, en Tampico Chucho Nader exhortó a los directivos de las instituciones bancarias a implementar las medidas para cumplir con el distanciamiento social necesario para prevenir la propagación del COVID-19 y a que instalen en cajeros automáticos equipos de limpieza para que los usuarios puedan limpiar sus manos con gel antibacterial antes y después del uso de los mismos. El edil tampiqueño entregó a los 50 aseadores de calzados, apoyos económicos para que puedan sobrellevar la cuarentena y se han tomado acciones de filtros sanitarios en las instalaciones del municipio que aún operan. En Altamira, la alcaldesa Alma Laura Amparán Cruz ha supervisado personalmente el cierre de todos los espacios públicos, incluyendo las playas, plazas, parques e instalaciones deportivas y de recreación. En Ciudad Madero, el alcalde Adrián Oseguera Kernion continúa con una estricta supervisión del cierre de todos los accesos a la playa de Miramar, respaldando a los comerciantes y locatarios con apoyos económicos y sin detener el avance del programa de obras y limpieza de la ciudad.

A dónde podrá ir el que hasta aquí llegó, si más allá sólo fueron los muertosThomas Jefferson, Político estadounidense