/ jueves 3 de diciembre de 2020

¡Imagínese! | Rumbo al 2021

En el Movimiento de Regeneración Nacional tienen más claro que el agua que divididos sería imposible afrontar elecciones locales tan complicadas como la que se dará el próximo 6 de junio de 2021 en Tamaulipas, en donde aventaja el Partido Acción Nacional en la gran mayoría de los municipios, lo que perfila a los panistas a obtener un triunfo como en la elección del año pasado, cuando obtuvieron el control del Congreso de Tamaulipas, perdiendo solo una de las diputaciones justamente con Morena.

Tampoco es que hayan descubierto el agua tibia los expriistas tamaulipecos que ahora asesoran y le hablan al oído al dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo, planteando la urgente necesidad de cerrar filas, buscar la unidad de los distintos grupos que obviamente permanecen encontrados y repartir el pastel de las candidaturas y cargos públicos en el enorme aparato federal para apaciguar a las “tribus” (herencia del PRD) que aún hoy en día continúan con la disputa de los cargos y se sienten con los mismos derechos de obtener las candidaturas, que los chapulines que han brincado de partido en partido (y los que faltan) para integrarse a candidaturas ya arregladas previamente con acuerdos bajo la mesa.

Por ello la convocatoria de un viejo lobo de mar en la operación política que conoce tan bien el territorio tamaulipeco pues acá operó la elección en la que triunfó apabullantemente Andrés Manuel López Obrador en 2018, como lo es el coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, quien convocó a los principales liderazgos a la misma sede del Senado para establecer los acuerdos, evitar las fracturas y salir en unidad a la elección constitucional. Se sabe que los acuerdos incluyen las candidaturas ya muy mencionadas y otras que aún se están acordando en algunos casos en coalición y para concretarlas, se respaldarán a través de encuestas (lo que ya es un sello de la 4T) que se realizarán en cada distrito y municipio del estado para validar dichos acuerdos. Esta era una de las patas de las que cojeaba el movimiento fundado por AMLO en Tamaulipas y la otra es la ausencia de una estructura bien aceitada que sustente la operación política y el famoso “Día D”, el día de la elección, por lo que ahora se habla de que serán los operadores de los programas federales que bajan directamente hacia los jóvenes, adultos mayores y otros, que conocen muy bien los llamados “servidores de la nación”, quienes se encargarán de cerrar la pinza entre quienes reciben los apoyos y su voluntad en las urnas a favor de Morena.

En la banqueta de enfrente, los panistas velan armas y al menos, a nivel federal se plantea una gran alianza para disputar el Congreso Federal, aunque a nivel local se habla de que no habría alianzas ni coaliciones en los diferentes municipios y distritos locales que estarán en juego, salvo algunos casos. Los panistas conocen el territorio, tienen a la mayoría del electorado en su favor y han dejado caer varias “bombas” sobre la 4T, con los temas de los dineros, fideicomisos, presupuestos, salud y muchos más. Las jugadas en el PAN están tan claramente dibujadas que desde ahora se pueden predecir, sin embargo, no se puede anticipar un resultado, pues hay toda una cascada de factores que intervendrán de aquí hasta el día de la elección y después, pues ya desde ahora se habla de una elección judicializada, en donde podría haber exposición de trapitos al sol y la vigilancia del árbitro electoral será trascendental. Aun así y como en el viejo régimen, los azules ya decidieron en la mayoría de los casos a quiénes van perfilando para qué cargos y los traen en la calle ganándose al electorado haciendo recorridos, arrancando e inaugurando obras, llevando apoyos alimentarios, materiales y mostrándose como los adalides de la democracia, los valores y la buena función pública. No pueden confiarse a que ostentan el gobierno, pues enfrente tendrán a Morena y sus aliados, que con el claro respaldo central (aunque digan que no), van arriba en prácticamente todas las entidades en las que habrá, además de la elección federal de los diputados, las elecciones locales para 15 gubernaturas, lo que puede llegar a provocar un “efecto”, a pesar de que el nombre del presidente no esté en las boletas. Por cierto, que en una reciente encuesta nacional aparece el presidente municipal de Tampico, Chucho Nader Nasrallah, como el mejor posicionado del PAN en el estado, sin duda con los mejores números para enfrentar la contienda en la que seguramente buscará su reelección en el cargo que ostenta. El otro alcalde que también aparece con muy buenos números y también es el mejor de Morena es Adrián Oseguera Kernion en Madero, a pesar de que dicha encuesta no considera a todos los que realmente están en la disputa o cambia de partido a algunos personajes.

E-mail: marioagamezh@hotmail.com

En el Movimiento de Regeneración Nacional tienen más claro que el agua que divididos sería imposible afrontar elecciones locales tan complicadas como la que se dará el próximo 6 de junio de 2021 en Tamaulipas, en donde aventaja el Partido Acción Nacional en la gran mayoría de los municipios, lo que perfila a los panistas a obtener un triunfo como en la elección del año pasado, cuando obtuvieron el control del Congreso de Tamaulipas, perdiendo solo una de las diputaciones justamente con Morena.

Tampoco es que hayan descubierto el agua tibia los expriistas tamaulipecos que ahora asesoran y le hablan al oído al dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo, planteando la urgente necesidad de cerrar filas, buscar la unidad de los distintos grupos que obviamente permanecen encontrados y repartir el pastel de las candidaturas y cargos públicos en el enorme aparato federal para apaciguar a las “tribus” (herencia del PRD) que aún hoy en día continúan con la disputa de los cargos y se sienten con los mismos derechos de obtener las candidaturas, que los chapulines que han brincado de partido en partido (y los que faltan) para integrarse a candidaturas ya arregladas previamente con acuerdos bajo la mesa.

Por ello la convocatoria de un viejo lobo de mar en la operación política que conoce tan bien el territorio tamaulipeco pues acá operó la elección en la que triunfó apabullantemente Andrés Manuel López Obrador en 2018, como lo es el coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, quien convocó a los principales liderazgos a la misma sede del Senado para establecer los acuerdos, evitar las fracturas y salir en unidad a la elección constitucional. Se sabe que los acuerdos incluyen las candidaturas ya muy mencionadas y otras que aún se están acordando en algunos casos en coalición y para concretarlas, se respaldarán a través de encuestas (lo que ya es un sello de la 4T) que se realizarán en cada distrito y municipio del estado para validar dichos acuerdos. Esta era una de las patas de las que cojeaba el movimiento fundado por AMLO en Tamaulipas y la otra es la ausencia de una estructura bien aceitada que sustente la operación política y el famoso “Día D”, el día de la elección, por lo que ahora se habla de que serán los operadores de los programas federales que bajan directamente hacia los jóvenes, adultos mayores y otros, que conocen muy bien los llamados “servidores de la nación”, quienes se encargarán de cerrar la pinza entre quienes reciben los apoyos y su voluntad en las urnas a favor de Morena.

En la banqueta de enfrente, los panistas velan armas y al menos, a nivel federal se plantea una gran alianza para disputar el Congreso Federal, aunque a nivel local se habla de que no habría alianzas ni coaliciones en los diferentes municipios y distritos locales que estarán en juego, salvo algunos casos. Los panistas conocen el territorio, tienen a la mayoría del electorado en su favor y han dejado caer varias “bombas” sobre la 4T, con los temas de los dineros, fideicomisos, presupuestos, salud y muchos más. Las jugadas en el PAN están tan claramente dibujadas que desde ahora se pueden predecir, sin embargo, no se puede anticipar un resultado, pues hay toda una cascada de factores que intervendrán de aquí hasta el día de la elección y después, pues ya desde ahora se habla de una elección judicializada, en donde podría haber exposición de trapitos al sol y la vigilancia del árbitro electoral será trascendental. Aun así y como en el viejo régimen, los azules ya decidieron en la mayoría de los casos a quiénes van perfilando para qué cargos y los traen en la calle ganándose al electorado haciendo recorridos, arrancando e inaugurando obras, llevando apoyos alimentarios, materiales y mostrándose como los adalides de la democracia, los valores y la buena función pública. No pueden confiarse a que ostentan el gobierno, pues enfrente tendrán a Morena y sus aliados, que con el claro respaldo central (aunque digan que no), van arriba en prácticamente todas las entidades en las que habrá, además de la elección federal de los diputados, las elecciones locales para 15 gubernaturas, lo que puede llegar a provocar un “efecto”, a pesar de que el nombre del presidente no esté en las boletas. Por cierto, que en una reciente encuesta nacional aparece el presidente municipal de Tampico, Chucho Nader Nasrallah, como el mejor posicionado del PAN en el estado, sin duda con los mejores números para enfrentar la contienda en la que seguramente buscará su reelección en el cargo que ostenta. El otro alcalde que también aparece con muy buenos números y también es el mejor de Morena es Adrián Oseguera Kernion en Madero, a pesar de que dicha encuesta no considera a todos los que realmente están en la disputa o cambia de partido a algunos personajes.

E-mail: marioagamezh@hotmail.com