/ martes 11 de mayo de 2021

¡Imagínese! | Seísmo electoral

Tamaulipas, como el resto del país, es un campo de batalla política, entre los diferentes partidos, pero principalmente entre partidarios del PAN y de Morena, que tienen secuestrados prácticamente todos los espacios públicos, ya sea en publicidad, en medios tradicionales o en redes, pero lo que vemos en esta elección en particular, es un seísmo electoral inédito de pronóstico reservado.

Quizás para quienes habitamos el sur del estado, estamos más acostumbrados a la batalla que están dando encarnizadamente los panistas por arrebatar las principales posiciones, encabezados por el candidato a la alcaldía de Tampico, Chucho Nader, que evidentemente, va a la cabeza de cualquier preferencia en la calle, pero que también ha logrado contagiar a los panistas de Madero y Altamira para hacer sus respectivas batallas, en donde pareciera que Ciro Hernández lleva una clara ventaja y Jaime Turrubiates está en la pelea por alcanzar al puntero, Adrián Oseguera de Morena, el más rescatable de los candidatos de la cuarta transformación en el estado. Una batalla inédita, pues parece más que una lucha de partidos y candidatos, un altercado entre gobernantes que arrastra consigo a los tres poderes de la unión en el país y que mantiene en la incertidumbre la gobernabilidad del estado, por el caso del desafuero al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que con todo y todo, continúa despachando desde Ciudad Victoria, reservándose de manera pública ante las restricciones electorales, lo que sus detractores han aprovechado para atacarlo. Mientras la Suprema Corte de Justicia de la Nación no ofrezca un criterio y una sentencia definitiva del caso (por demás interesante, porque podría sentar precedente y jurisprudencia), las cosas seguirán su mismo cauce y la elección ya está a menos de un mes de distancia. En la calle los panistas siguen haciendo lo suyo y muestra de ello, es la reciente visita de su dirigente nacional, Marko Cortés, quien declaró que el caso del desafuero al gobernador “está indignando a las y los tamaulipecos, eso va a ser un boomerang para el gobierno autoritario y persecutor”; es decir que los panistas esperan un crecimiento en sus campañas a partir de lo que ellos llaman ataques de la federación hacia el estado y en particular al gobernador.

Desde la acera de enfrente, en Morena tienen todas las veladoras encendidas al ministro presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien en últimas fechas ha estado en el ojo del huracán con duros cuestionamientos por la continuidad de su cargo por dos años más. Lo que me recuerda al gran catedrático de derecho, el doctor Marco Antonio Chimely, quien desafortunadamente falleciera en agosto pasado, cuando en la última de las muchas charlas que tuvimos, le cuestionaba sobre la sumisión de la Corte al jefe del Poder Ejecutivo y su respuesta contundente: “¿cuándo ha sido diferente?”. Es también una campaña inédita porque, aunque a nivel nacional la gente parece inclinarse hacia Morena, en el estado las cosas parecen distintas y hay ciertamente duras batallas en cada municipio, en cada distrito y las habrá en cada casilla el próximo 6 de junio. Si bien en Tampico y Altamira la elección es azul, en Madero hay una buena competencia y en otros municipios grandes la disputa está muy pareja e incluso, el famoso apartado de los “indecisos”, podría ser uno de los factores definitivos de esta contienda, que tampoco sería raro que terminara definiéndose en los tribunales electorales en algunos casos.

Por ahí irá el voto útil, pues si bien este proceso electoral se ha diversificado con nuevas y muy variadas opciones, el caos en las calles hace tanto ruido, que no permite apreciar a los candidatos, conocerlos y mucho menos sus propuestas, además de que la evidente polarización de la elección (reflejo de la polarización nacional) no permitirá el crecimiento ni de las nuevas opciones (PES, RSP y FSM), ni de candidaturas independientes (en la zona solo hay un candidato que va por “la libre”), ni mucho menos que se mantengan cotos de poder partidista de organismos como el PRI y el PRD y en una de esas hasta del Movimiento Ciudadano. En ese sentido parecen haber ganado más el PT y hasta el Verde al aliarse con Morena con algunas coaliciones parciales en el estado. La sacudida electoral arrojará sin duda resultados muy interesantes, pero principalmente, representará apenas un suspiro de descanso de lo que se viene y ya se percibe como la madre de todas las batallas electorales en Tamaulipas; si la elección que tendremos en menos de un mes está así de encarnizada, imagínese lo que nos espera en la carrera por la elección del año entrante, cuando lo que esté en juego sea la gubernatura del estado.

MIGUEL DE UNAMUNO ESCRITOR Y FILÓSOFO ESPAÑOL

Vencer no es convencer y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión; el odio a la inteligencia”

Tamaulipas, como el resto del país, es un campo de batalla política, entre los diferentes partidos, pero principalmente entre partidarios del PAN y de Morena, que tienen secuestrados prácticamente todos los espacios públicos, ya sea en publicidad, en medios tradicionales o en redes, pero lo que vemos en esta elección en particular, es un seísmo electoral inédito de pronóstico reservado.

Quizás para quienes habitamos el sur del estado, estamos más acostumbrados a la batalla que están dando encarnizadamente los panistas por arrebatar las principales posiciones, encabezados por el candidato a la alcaldía de Tampico, Chucho Nader, que evidentemente, va a la cabeza de cualquier preferencia en la calle, pero que también ha logrado contagiar a los panistas de Madero y Altamira para hacer sus respectivas batallas, en donde pareciera que Ciro Hernández lleva una clara ventaja y Jaime Turrubiates está en la pelea por alcanzar al puntero, Adrián Oseguera de Morena, el más rescatable de los candidatos de la cuarta transformación en el estado. Una batalla inédita, pues parece más que una lucha de partidos y candidatos, un altercado entre gobernantes que arrastra consigo a los tres poderes de la unión en el país y que mantiene en la incertidumbre la gobernabilidad del estado, por el caso del desafuero al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que con todo y todo, continúa despachando desde Ciudad Victoria, reservándose de manera pública ante las restricciones electorales, lo que sus detractores han aprovechado para atacarlo. Mientras la Suprema Corte de Justicia de la Nación no ofrezca un criterio y una sentencia definitiva del caso (por demás interesante, porque podría sentar precedente y jurisprudencia), las cosas seguirán su mismo cauce y la elección ya está a menos de un mes de distancia. En la calle los panistas siguen haciendo lo suyo y muestra de ello, es la reciente visita de su dirigente nacional, Marko Cortés, quien declaró que el caso del desafuero al gobernador “está indignando a las y los tamaulipecos, eso va a ser un boomerang para el gobierno autoritario y persecutor”; es decir que los panistas esperan un crecimiento en sus campañas a partir de lo que ellos llaman ataques de la federación hacia el estado y en particular al gobernador.

Desde la acera de enfrente, en Morena tienen todas las veladoras encendidas al ministro presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien en últimas fechas ha estado en el ojo del huracán con duros cuestionamientos por la continuidad de su cargo por dos años más. Lo que me recuerda al gran catedrático de derecho, el doctor Marco Antonio Chimely, quien desafortunadamente falleciera en agosto pasado, cuando en la última de las muchas charlas que tuvimos, le cuestionaba sobre la sumisión de la Corte al jefe del Poder Ejecutivo y su respuesta contundente: “¿cuándo ha sido diferente?”. Es también una campaña inédita porque, aunque a nivel nacional la gente parece inclinarse hacia Morena, en el estado las cosas parecen distintas y hay ciertamente duras batallas en cada municipio, en cada distrito y las habrá en cada casilla el próximo 6 de junio. Si bien en Tampico y Altamira la elección es azul, en Madero hay una buena competencia y en otros municipios grandes la disputa está muy pareja e incluso, el famoso apartado de los “indecisos”, podría ser uno de los factores definitivos de esta contienda, que tampoco sería raro que terminara definiéndose en los tribunales electorales en algunos casos.

Por ahí irá el voto útil, pues si bien este proceso electoral se ha diversificado con nuevas y muy variadas opciones, el caos en las calles hace tanto ruido, que no permite apreciar a los candidatos, conocerlos y mucho menos sus propuestas, además de que la evidente polarización de la elección (reflejo de la polarización nacional) no permitirá el crecimiento ni de las nuevas opciones (PES, RSP y FSM), ni de candidaturas independientes (en la zona solo hay un candidato que va por “la libre”), ni mucho menos que se mantengan cotos de poder partidista de organismos como el PRI y el PRD y en una de esas hasta del Movimiento Ciudadano. En ese sentido parecen haber ganado más el PT y hasta el Verde al aliarse con Morena con algunas coaliciones parciales en el estado. La sacudida electoral arrojará sin duda resultados muy interesantes, pero principalmente, representará apenas un suspiro de descanso de lo que se viene y ya se percibe como la madre de todas las batallas electorales en Tamaulipas; si la elección que tendremos en menos de un mes está así de encarnizada, imagínese lo que nos espera en la carrera por la elección del año entrante, cuando lo que esté en juego sea la gubernatura del estado.

MIGUEL DE UNAMUNO ESCRITOR Y FILÓSOFO ESPAÑOL

Vencer no es convencer y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión; el odio a la inteligencia”