La captura la tarde del domingo en la Ciudad de México de Cristóbal “N”, quien fuera subsecretario de ingresos del gobierno de Tamaulipas en el sexenio de Egidio Torre Cantú, es apenas la punta del iceberg de una gran trama de corrupción que implica un monto superior a los 10 mil millones de pesos e involucra a más de un centenar de personas y que podría poner al exgobernador a remojar su bigote.
De hecho los rumores corrieron por toda la entidad y apuntaban a que no sólo habían arrestado al exfuncionario en la capital del país, sino que al mismo tiempo en Nuevo León habían también detenido al exgobernador a quien implicarían en los hechos aun y cuando contaba con un amparo; mientras otros hablaban de que, en cuanto se enteró de la detención de su subsecretario, el exmandatario habría salido de su residencia para ocultarse del largo brazo de la ley; sin embargo la especie simplemente se quedó en eso, en simples rumores.
Lo que sí es cierto es que Cristóbal “N”, a quien la Unidad de Inteligencia Financiera del Estado de Tamaulipas identifica como el cerebro de esta gran operación de crimen organizado en perjuicio del erario de Tamaulipas por más de dos mil millones de pesos, ya está desde el mismo domingo en el penal de Tamatán de Ciudad Victoria rindiendo declaraciones sobre sus imputaciones. De acuerdo con los datos que dio a conocer recientemente Raúl Ramírez Castañeda, titular de la referida unidad, los exfuncionarios de la administración de Egidio Torre operaban a través de 52 empresas falsas, todas constituidas por el mismo notario público de Ciudad Victoria y que alcanzaría a varias entidades del país, por lo que ya hay cuatro detenidos, 26 carpetas de investigación y 56 expedientes, por delitos de corrupción y delincuencia organizada.
Se trata de un fuerte golpe que confirma la congruencia que ha mostrado la administración del gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien por cierto hace unos días en conferencia de prensa confirmó, con la firmeza que le caracteriza, que seguirá defendiendo con todas sus fuerzas los mejores intereses de los tamaulipecos, como lo ha hecho desde el inicio de su gobierno.
El mandatario estatal se mostró abierto al diálogo, como siempre, con el gobierno central, principalmente en el tema de la construcción de un nuevo Pacto Fiscal que sea más justo y equitativo en la distribución de los recursos públicos, como lo ha venido planteando, y a lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció el jueves pasado en el mismo sentido.
Insistió en la necesidad de realizar una Convención Nacional Hacendaria que permita replantear estas fórmulas de cómo se reparte el erario federal, más aún cuando es Tamaulipas la entidad del país que más aporta en impuestos a la federación.
NUEVO SECRETARIO DE SEGURIDAD
La mañana de este lunes el Gobernador del estado dio posesión del cargo como nuevo Secretario de Seguridad Pública del Gobierno estatal al Capitán de Fragata José Jorge Ontiveros Molina, que releva al Vicealmirante Augusto Cruz Morales, a quien el mandatario estatal agradeció sus servicios.
La seguridad del estado ha sido por mucho, uno de los grandes logros de la presente administración, con la tranquilidad en carreteras, más seguridad en todas las regiones del estado y en el combate al crimen en todas sus modalidades. El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca ha repetido constantemente que es el primero en reconocer que aún falta mucho por hacer, pero se está en la ruta correcta para regresar al estado la paz y tranquilidad que requiere para su desarrollo.
EL AVIÓN INCENDIADO
Hace casi un año, escribí en estas páginas la importancia que tuvo rescatar el avión donado por Mexicana de Aviación al Ayuntamiento de Tampico y que se encontraba en deplorables condiciones, cuando pudo ser un gran atractivo turístico. El aparato en desuso que ya sólo servía para que turistas locales se tomaran la foto del recuerdo y para que vagos y malvivientes hicieran de las suyas, acabó por ser presa de las llamas de manos criminales que le dieron un triste final y lo convirtieron en chatarra.
Pudo ser museo de la aviación, cuando Tampico es cuna de la aviación comercial en México desde hace un siglo; pudo ser una biblioteca virtual que animara a nuestros niños y jóvenes a la formación de valores; pudo ser rescatado para lo que se colocó originalmente ahí, como un parque temático de transporte; pudo ser un arrecife artificial en el fondo del mar y hasta pudo ser un jardín botánico como en muchas partes de nuestro país y del mundo se han aprovechado estructuras así, hoy sólo será un triste recuerdo, ejemplo de la negligencia y de la clásica historia de la cubeta de las jaibas tampiqueñas. ¡Qué lamentable!
