/ lunes 2 de septiembre de 2019

Con café y a media luz | Impresiones del informe

El día de ayer, el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, rindió su primer informe de gobierno correspondiente al sexenio que encabeza, o como él lo tituló: 3er Informe al Pueblo de México, desde el patio principal de Palacio Nacional. Obligación del jefe del Estado que, como el mandatario aseguró con días de anterioridad, no contendría sorpresas o novedades.

Aunque de antemano causó suspicacia que declinara la participación en el congreso como lo ha marcado la tradición pues, aunque su partido posee la mayoría de las cámaras, la situación actual que prevalece sobre la determinación de la legalidad de esa misma mayoría hubiera contradicho parte del contenido que relató el líder morenista.

No obstante que, aunque las otras facciones son minoría, sí hubieran lanzado sonoras y severas críticas, rechiflas, reclamos y consignas en contra de Andrés Manuel López Obrador y casi todo su programa de gobierno, hecho que no hubiera sido nada favorable para el mandatario.

Tal y como usted y yo lo comentamos, gentil amigo lector, este informe tendría grandes protagonistas y, curiosamente, también ausentes que fueron omitidos o tocados “por encimita” para no errar en la retórica y generar hoyancos demagógicos inconvenientes en la percepción de la ciudadanía de nuestro país que estuvo al pendiente de la rendición de cuentas de los primeros meses de trabajo del hombre originario de Macuspana.

Como era de esperarse, una gran carga de simbolismos adornó el informe de AMLO, haciéndolo colorido y significante para la masa social. Frases como “La austeridad y la honestidad como forma de gobierno”, seguida de una crítica a las administraciones pasadas, fue la esencia discursiva que fue permeada a través de los diversos tópicos que se mencionaron en el documento que se presentó el día de ayer.

Benito Juárez, la revolución, el bienestar, los migrantes como “héroes vivientes”, la moralidad, la lamentable etiqueta a los “ninis”, la comida chatarra y su comparación con los canales de distribución de los medicamentos, la amoralidad de los derrotados y la prostitución y el oprobio como protagonistas de la administración pasada a la que calificó como la última del neoliberalismo que tanto afectó a México fueron los signos reiterados en la hora que habló AMLO. La felicidad como elemento semiótico del discurso también fue recurso de López Obrador, al igual que “el poder es humildad” y la carencia del derecho a fallar y un remate de ¡Viva México!, con su correspondiente respuesta por parte de los asistentes, sirvió para concluir la participación del ejecutivo.

Temas como el “huachicol” como la forma de hacerse de recursos del crimen organizado en el centro del país, así como el uso de la población como “escudo humano” fue citado por AMLO y mencionó las perforaciones hechas a ductos importantes como el factor que ocasionó el desabasto, omitiéndose la lenta distribución del combustible a través de pipas. Curiosamente, más adelante reconoció que sí ha habido aumento en el precio de los energéticos, pero no en términos reales.

Sentenció que se acabaron las condonaciones a impuestos de las empresas, sin embargo, se obvió el detalle del “borrón y cuenta nueva” a la deuda de los tabasqueños para con la Comisión Federal de Electricidad que un político promovió por allá de finales del siglo pasado.

Y ya que se tocó la CFE, se mencionó a su actual director y otrora priista Manuel Bartlett, quien recientemente fue objeto de varios golpes mediáticos por la cuantiosa veintena de propiedades que se le han adjudicado. Como se dice en el argot burocrático, el Presidente “se atravesó” en bien del poblano.

Por otra parte, destacó la labor de Marcelo Ebrard al evitar la imposición arancelaria por parte de los Estados Unidos; amenaza latente en contra de México al ser un país timorato en la aplicación de las leyes migratorias. Para muchos, la postura del actual gobierno fue la de convertirnos en algo así como la “patrulla fronteriza” subempleada de la unión americana.

Por cierto, se mencionó el cierre de las oficinas “Pro-México” encargadas de difundir las bellezas de nuestro país como destino turístico, de las que dijo, era un nombre ridículo, aunque minutos más tarde aplaudió la creación del “Instituto para devolverle al pueblo lo robado”, así nomás lo dejo para reflexión individual.

Como dato curioso es que se dijo que parte de las funciones de esta nueva dependencia es subastar propiedades de los “ladrones de cuello blanco” y agradeció a Carlos Bremer el comprar la casa de Zhenli Ye Gon. Cuando buscó al empresario entre el público no lo encontró y, al parecer, alguien le hizo el comentario, por lo que AMLO recapituló diciendo “No lo invitamos, pero ya se enterará”.

Me llama la atención la conjunción de los siguientes factores. El aviso de la nueva postura del Estado frente a la delincuencia organizada de no perseguirla, sumado a la reubicación y minimización de la escuela de materiales de guerra del cuartel de Santa Lucía, donde se pretende instalar el nuevo aeropuerto “Felipe Ángeles” y el cierre de la fábrica de armamento del ejército mexicano ubicada en el Bosque de Chapultepec. El resultado no lo escribo porque espero, honestamente, equivocarme.

Hay otros temas que quedaron en el tintero, pero que, a lo largo de la semana, estaremos conversando usted y yo gentil amigo lector, pues este informe, dará mucho de qué hablar a lo largo de las siguientes semanas, ¿no cree?

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

El día de ayer, el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, rindió su primer informe de gobierno correspondiente al sexenio que encabeza, o como él lo tituló: 3er Informe al Pueblo de México, desde el patio principal de Palacio Nacional. Obligación del jefe del Estado que, como el mandatario aseguró con días de anterioridad, no contendría sorpresas o novedades.

Aunque de antemano causó suspicacia que declinara la participación en el congreso como lo ha marcado la tradición pues, aunque su partido posee la mayoría de las cámaras, la situación actual que prevalece sobre la determinación de la legalidad de esa misma mayoría hubiera contradicho parte del contenido que relató el líder morenista.

No obstante que, aunque las otras facciones son minoría, sí hubieran lanzado sonoras y severas críticas, rechiflas, reclamos y consignas en contra de Andrés Manuel López Obrador y casi todo su programa de gobierno, hecho que no hubiera sido nada favorable para el mandatario.

Tal y como usted y yo lo comentamos, gentil amigo lector, este informe tendría grandes protagonistas y, curiosamente, también ausentes que fueron omitidos o tocados “por encimita” para no errar en la retórica y generar hoyancos demagógicos inconvenientes en la percepción de la ciudadanía de nuestro país que estuvo al pendiente de la rendición de cuentas de los primeros meses de trabajo del hombre originario de Macuspana.

Como era de esperarse, una gran carga de simbolismos adornó el informe de AMLO, haciéndolo colorido y significante para la masa social. Frases como “La austeridad y la honestidad como forma de gobierno”, seguida de una crítica a las administraciones pasadas, fue la esencia discursiva que fue permeada a través de los diversos tópicos que se mencionaron en el documento que se presentó el día de ayer.

Benito Juárez, la revolución, el bienestar, los migrantes como “héroes vivientes”, la moralidad, la lamentable etiqueta a los “ninis”, la comida chatarra y su comparación con los canales de distribución de los medicamentos, la amoralidad de los derrotados y la prostitución y el oprobio como protagonistas de la administración pasada a la que calificó como la última del neoliberalismo que tanto afectó a México fueron los signos reiterados en la hora que habló AMLO. La felicidad como elemento semiótico del discurso también fue recurso de López Obrador, al igual que “el poder es humildad” y la carencia del derecho a fallar y un remate de ¡Viva México!, con su correspondiente respuesta por parte de los asistentes, sirvió para concluir la participación del ejecutivo.

Temas como el “huachicol” como la forma de hacerse de recursos del crimen organizado en el centro del país, así como el uso de la población como “escudo humano” fue citado por AMLO y mencionó las perforaciones hechas a ductos importantes como el factor que ocasionó el desabasto, omitiéndose la lenta distribución del combustible a través de pipas. Curiosamente, más adelante reconoció que sí ha habido aumento en el precio de los energéticos, pero no en términos reales.

Sentenció que se acabaron las condonaciones a impuestos de las empresas, sin embargo, se obvió el detalle del “borrón y cuenta nueva” a la deuda de los tabasqueños para con la Comisión Federal de Electricidad que un político promovió por allá de finales del siglo pasado.

Y ya que se tocó la CFE, se mencionó a su actual director y otrora priista Manuel Bartlett, quien recientemente fue objeto de varios golpes mediáticos por la cuantiosa veintena de propiedades que se le han adjudicado. Como se dice en el argot burocrático, el Presidente “se atravesó” en bien del poblano.

Por otra parte, destacó la labor de Marcelo Ebrard al evitar la imposición arancelaria por parte de los Estados Unidos; amenaza latente en contra de México al ser un país timorato en la aplicación de las leyes migratorias. Para muchos, la postura del actual gobierno fue la de convertirnos en algo así como la “patrulla fronteriza” subempleada de la unión americana.

Por cierto, se mencionó el cierre de las oficinas “Pro-México” encargadas de difundir las bellezas de nuestro país como destino turístico, de las que dijo, era un nombre ridículo, aunque minutos más tarde aplaudió la creación del “Instituto para devolverle al pueblo lo robado”, así nomás lo dejo para reflexión individual.

Como dato curioso es que se dijo que parte de las funciones de esta nueva dependencia es subastar propiedades de los “ladrones de cuello blanco” y agradeció a Carlos Bremer el comprar la casa de Zhenli Ye Gon. Cuando buscó al empresario entre el público no lo encontró y, al parecer, alguien le hizo el comentario, por lo que AMLO recapituló diciendo “No lo invitamos, pero ya se enterará”.

Me llama la atención la conjunción de los siguientes factores. El aviso de la nueva postura del Estado frente a la delincuencia organizada de no perseguirla, sumado a la reubicación y minimización de la escuela de materiales de guerra del cuartel de Santa Lucía, donde se pretende instalar el nuevo aeropuerto “Felipe Ángeles” y el cierre de la fábrica de armamento del ejército mexicano ubicada en el Bosque de Chapultepec. El resultado no lo escribo porque espero, honestamente, equivocarme.

Hay otros temas que quedaron en el tintero, pero que, a lo largo de la semana, estaremos conversando usted y yo gentil amigo lector, pues este informe, dará mucho de qué hablar a lo largo de las siguientes semanas, ¿no cree?

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!