/ miércoles 12 de septiembre de 2018

Inteligencia artificial

Es cada vez superior el tiempo empleado en internet para leer las noticias, revisar el correo, consultar enciclopedias y mapas, entre otras actividades, lo que propicia que la atención salte rápidamente de un asunto a otro.

Antes, “éramos capaces de leer decenas de páginas de un libro de un solo jalón… ahora no”. Hoy el interés brinca rápidamente hacia otra cosa que hacer, factor que extiende la lectura en horizontal (a saltos rápidos y muy variados). ¿De qué manera afecta esto al cerebro humano? ¿Podría disminuir la capacidad de leer y pensar en profundidad, ya que el desarrollo del gusto por la lectura y los libros va de la mano con la reflexión, el aprendizaje, el ser curiosos, e investigar qué es lo que hay más allá de lo que parece ser?

El hábito de aletear sobre varios temas sin un propósito definido disminuye la capacidad de concentración, contemplación y reflexión, y nos arrebata los nutrimentos que únicamente el pensar, sentir lenta y profundamente ofrece. De hecho, todo escritor competente es un astuto lector.

Recuerdo que de niño me zampaba páginas de libros horas enteras. ¿Mis autores predilectos? Cervantes, Stevenson, Melville, Dumas. A los que leía sin parar hasta la madrugada. Imaginé al capitán Ahab listo para acosar y destruir a la ballena blanca, Moby Dick, persecución que termina por aniquilar a todos los hombres del barco. Fui testigo de las hazañas caballerescas de don Quijote de la Mancha, el andante de lanza en astillero, presto a acometer justicia y deshacer entuertos. Experimenté la saga de los Robinsones de Daniel Defoe, y sus relatos de náufragos atrapados en una isla desierta a la espera de ser salvados de su cruel destino.

Las dudas de que la influencia de internet dé paso a una sociedad de individuos que dejen de leer libros y estén intelectualmente inactivos son aplacadas por quienes aseguran que la tecnología se combinará con el cerebro en un futuro próximo para aumentar exponencialmente la capacidad intelectual. Esto, pese a que las máquinas ya nos superan en muchos rubros, a saber.

Una hipótesis es que la internet debilita la capacidad de concentración de los jóvenes, pues los conduce rápidamente a leer de un tema y otro, tema que nos lleva a la resistencia, al disfrute de lo que es la natural capacidad de raciocinio asociado a la aptitud de emitir un juicio crítico.

En resumen, persiste la creencia de que la alteración en las maneras de buscar información y de leer en internet y sus posibles consecuencias es el inicio de una mezcla del cerebro humano y la Inteligencia Artificial (IP), evento que implica un cambio para hacernos mas inteligentes de acuerdo a nuestro criterio de vida, y no el de las máquinas, solamente.


Es cada vez superior el tiempo empleado en internet para leer las noticias, revisar el correo, consultar enciclopedias y mapas, entre otras actividades, lo que propicia que la atención salte rápidamente de un asunto a otro.

Antes, “éramos capaces de leer decenas de páginas de un libro de un solo jalón… ahora no”. Hoy el interés brinca rápidamente hacia otra cosa que hacer, factor que extiende la lectura en horizontal (a saltos rápidos y muy variados). ¿De qué manera afecta esto al cerebro humano? ¿Podría disminuir la capacidad de leer y pensar en profundidad, ya que el desarrollo del gusto por la lectura y los libros va de la mano con la reflexión, el aprendizaje, el ser curiosos, e investigar qué es lo que hay más allá de lo que parece ser?

El hábito de aletear sobre varios temas sin un propósito definido disminuye la capacidad de concentración, contemplación y reflexión, y nos arrebata los nutrimentos que únicamente el pensar, sentir lenta y profundamente ofrece. De hecho, todo escritor competente es un astuto lector.

Recuerdo que de niño me zampaba páginas de libros horas enteras. ¿Mis autores predilectos? Cervantes, Stevenson, Melville, Dumas. A los que leía sin parar hasta la madrugada. Imaginé al capitán Ahab listo para acosar y destruir a la ballena blanca, Moby Dick, persecución que termina por aniquilar a todos los hombres del barco. Fui testigo de las hazañas caballerescas de don Quijote de la Mancha, el andante de lanza en astillero, presto a acometer justicia y deshacer entuertos. Experimenté la saga de los Robinsones de Daniel Defoe, y sus relatos de náufragos atrapados en una isla desierta a la espera de ser salvados de su cruel destino.

Las dudas de que la influencia de internet dé paso a una sociedad de individuos que dejen de leer libros y estén intelectualmente inactivos son aplacadas por quienes aseguran que la tecnología se combinará con el cerebro en un futuro próximo para aumentar exponencialmente la capacidad intelectual. Esto, pese a que las máquinas ya nos superan en muchos rubros, a saber.

Una hipótesis es que la internet debilita la capacidad de concentración de los jóvenes, pues los conduce rápidamente a leer de un tema y otro, tema que nos lleva a la resistencia, al disfrute de lo que es la natural capacidad de raciocinio asociado a la aptitud de emitir un juicio crítico.

En resumen, persiste la creencia de que la alteración en las maneras de buscar información y de leer en internet y sus posibles consecuencias es el inicio de una mezcla del cerebro humano y la Inteligencia Artificial (IP), evento que implica un cambio para hacernos mas inteligentes de acuerdo a nuestro criterio de vida, y no el de las máquinas, solamente.