Nacida en Nicaragua, Gioconda Belli Pereira representa junto con Ernesto Cardenal –recientemente fallecido—una transformación de la poesía nicaragüense, impregnando una temática de delicado erotismo en una parte sustancial de su obra literaria.
Comprometida con la realidad por la que atravesaba su país, militó en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), desempeñando diversos cargos como funcionaria pública en el nuevo gobierno; no sin antes haberse involucrado en actividades comprometedoras, como el haber sido correo clandestino, transportadora de armas y el haber viajado a diversos países de Europa y América recaudando recursos y divulgando la lucha sandinista.
En su segunda novela “El País bajo mi piel”, testimonia su lucha por una de las dualidades que le impulsaba en la vida, “la nación”. En la otra temática, su lucha era la del “género”.
En la actualidad, está muy lejos de estar de acuerdo con la realidad por la que atraviesa su país. Después de cuatro décadas de batalla contra el régimen despótico de Anastasio Somoza, Daniel Ortega le recuerda el actuar de un régimen con aspiraciones monárquicas, y que junto con su esposa, adoptan actitudes propias de los Reyes del Medioevo.
En la otra de sus dualidades —la del género-, su aportación literaria deja entrever, sin lugar a dudas, su firme e indubitable posicionamiento sobre el respeto y dignidad que merece la mujer, y que a su vez reclama, “el principio inevitable de la vida”, al reconocer que hombre y mujer son indispensables.
¿CÓMO DECIRTE HOMBRE
QUE TE NECESITO?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.
No me gusta le gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
-´témeles, yo le tiemblo’
Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aún no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
que lo amo
con todas sus debilidades
y que me gusta compartir con terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme
tantas como cuantas veces quieran
de mujer.
El espacio IRIDISCENCIAS, saluda con admiración y respeto a todas las mujeres que sin ambages y sin dogmatismos trastocados, pero con la responsabilidad que demandan sus legítimas peticiones, se manifestarán —con sonora ausencia— mañana, nueve de marzo, para exigir respeto a su dignidad, y el derecho indubitable a su seguridad y reconocimiento; imprescindibles en toda sociedad que se pretende democrática y justa.
La acústica del silencio ensordecedor de su ausencia, configurará sin duda, un nuevo panorama, en donde el vacío de su presencia, alejarán las sombras de sus silencios.
arturomeza44@hotmail.com
A.M.L.
Las diferencias nos igualan"